Edificio del Telégrafo aún se impone en el Centro Histórico

El inmueble, que será convertido en biblioteca digital, desde su construcción en 1939 es testimonio de la historia de muchos salvadoreños de la capital, así como del desarrollo del país.

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Mayo 20 de 2011. Fachada del edificio del Telégrafo, el cual permanece parcialmente habilitado por la empresa de telefonía Claro. Foto EDH Franklin Zelaya

Por Susana Joma

2019-06-28 9:10:59

El monumental edificio del Telégrafo, a 83 años de haber sido construido, sigue vigente como parte de la historia del Centro Histórico de San Salvador, pese a los terremotos que han sacudido el territorio, e incluso al caos del comercio informal que lo rodea desde hace varios años.

Para las nuevas generaciones, el nombre del Telégrafo resultará algo nuevo luego de que Carlos Slim, el propietario de Claro, y el Presidente Nayib Bukele, anunciaran esta semana los planes de revitalizarlo y establecer en su interior una biblioteca digital que brinde servicios gratuitos a toda la población.

Sin embargo, para muchos salvadoreños esta estructura, que se yergue sobre la calle Rubén Darío, ha sido un punto de referencia obligado a la hora de circular por la capital.

El inmueble fue construido en 1939, cuando fungía como presidente de la República Maximiliano Hernández Martínez. Cuenta con tres niveles y en él se usó concreto, ladrillo, vidrio y hierro forjado.

Según se conoce, en 1972, durante el golpe de estado promovido por el coronel Benjamín Mejía en contra del expresidente general Fidel Sánchez Hernández, el edificio fue ocupado por el ejército para tomar el control de las telecomunicaciones.

Más allá de que ha servido como punto de referencia para muchos salvadoreños, la importancia histórica de este edificio radica no solo en su diseño, sino también en que es un testimonio del desarrollo de las telecomunicaciones en el país.

Las instalaciones del Telégrafo cobijaron por muchos años las oficinas de la desaparecida Administración Nacional de Telecomunicaciones (ANTEL), pero luego de que esta fuera privatizada pasó a manos de la empresa Telecom, y posterior a las de la compañía Claro que oferta en el país telefonía móvil e Internet.

Más de un salvadoreño entrado en edad guarda hoy en día algún recuerdo vinculado con el edificio del Telégrafo, algunos porque laboraron ahí en distintos momentos, otros porque llegaban a solicitar el servicio de envío de telegramas por motivos familiares o comerciales, e incluso a realizar llamadas nacionales e internacionales en las cabinas telefónicas que ahí estaban instaladas. No es extraño entonces que durante muchas décadas a través de esos enlaces se consolidaran grandes negocios, y hasta grandes amores.

Un informe técnico que en 2006 surgió en el seno del desaparecido Consejo Nacional para la Cultura y el Arte (Concultura), cuando se planeaba declarar el Centro Histórico como bien cultural, ubicó al Telégrafo como un hito urbano, no solo por ser punto de referencia de la población sino porque debido a su ubicación, escala y volumen sobresale de los perfiles urbanos de la ciudad.

El proyecto de convertir el antiguo edificio del Telégrafo en una biblioteca digital coincide con los esfuerzos que la actual gestión municipal de San Salvador contempla desarrollar para continuar con la recuperación del Centro Histórico.

Y es que en abril pasado el alcalde Ernesto Muyshondt, ante la presencia de la embajadora de Estados Unidos, Jean Manes y del presidente Bukele, lanzó el proyecto de corredor urbano, que entre otras acciones incluye la intervención de la calle Rubén Darío en donde está ubicado el imponente edificio.  Así, el comercio informal que rodea al Telégrafo será ubicado en otros mercados que la comuna ha previsto construir.