Una entidad internacional que combata la impunidad y la corrupción puede verse fuertemente disminuida si no se involucra a más actores del Estado que solo el Ejecutivo. Esa es la conclusión principal del abogado y analista político guatemalteco Edgar Ortiz, quien compartió con El Diario de Hoy sus visiones de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) y las lecciones que esta puede traer a El Salvador.
Ortiz habló con este medio en el marco de un posible anuncio de una Comisión Internacional Contra la Impunidad en El Salvador (CICIES). De momento, es poco lo que el Gobierno ha revelado sobre cómo operará la comisión o qué tipo de ayuda ha solicitado a la Organización de Estados Americanos (OEA). Esta entidad anunció el pasado viernes que instalará una misión técnica en el país para dar forma a esta entidad.
Él es abogado y cuenta con maestría en Economía de la Universidad Rey Juan Carlos en Madrid. Además de dirigir el departamento jurídico de la Fundación Libertad y Desarrollo, un tanque de pensamiento y evaluación de políticas públicas, es docente en la Universidad Francisco Marroquín, además de ser columnista y analista en diversos medios de comunicación. Uno de los temas que más cerca ha seguido es precisamente el combate a la corrupción y el rol de la comisión internacional instalada en ese país en 2007.
Al respecto, el jurista guatemalteco destacó que la principal virtud de la CICIG en su país fue la independencia con que realizó investigaciones de alto impacto, las cuales remitía luego a la Fiscalía para su debido trámite legal. Esta comisión se formó tras un convenio con la Organización de Naciones Unidas (ONU), fue financiada por la comunidad internacional y fue ejecutada por investigadores extranjeros.