ara discutir la aprobación del Presupuesto General del Estado, ratificación de préstamos, reformas constitucionales, elecciones de segundo grado y todas aquellas votaciones que requieran de 56 votos no habrá límite de tiempo en el Salón Azul de la Asamblea Legislativa.
Los diputados aprobaron hace unos días la propuesta del diputado de ARENA, Ricardo Velásquez Parker, de hacer una reforma al Reglamento Interno del Órgano Legislativo para eliminar la potestad que tiene el presidente de la institución de dar por terminado el debate en los temas citados en esta nota cuando considere que han sido discutidos ampliamente.
La enmienda se hizo al artículo 83 del Reglamento que en su numeral 7 decía que “en la conducción del debate la presidencia podrá dar por terminada la discusión de un asunto cuando el tema esté suficientemente discutido…”.
Con la reforma aprobada el numeral en mención se establece que el presidente de la Asamblea podrá “dar por terminada la discusión de un asunto cuando el tema esté suficientemente discutido, sometiéndolo a votación del pleno, de acuerdo con las disposiciones de este Reglamento. Exceptuando las discusiones de reformas constitucionales, Presupuesto General de la Nación, elecciones de segundo grado, así como las votaciones que sean por mayoría calificada”.
Velásquez Parker basó sus argumentos para avalar la modificación en que “para la aprobación de un proyecto de ley no basta con los votos, sino que tiene que haber deliberación, es decir, un debate en el que se expongan las posiciones a favor o en contra de la aprobación del proyecto, la que debe estar basada en principios, ya que sin estos no hay posibilidad de parlamentarismo democrático”.
Según el Reglamento, no hay un tiempo establecido para discutir en el pleno previamente sobre la aprobación de un dictamen que puede contener un nuevo proyecto de ley, reformas u otras medidas, pero es frecuente que algunos legisladores se toman bastante tiempo para exponer sus puntos de vista.
Los encontronazos y reclamos en el Salón Azul por las diferencias de opinión a favor o en contra de determinados temas suelen durar varias horas, aún cuando se trate de solo una pieza de correspondencia conteniendo un recomendable.
En las administraciones presidenciales anteriores se daba un común denominador, y era que cuando se discutían temas polémicos, las plenarias solían durar hasta la madrugada del día siguiente o quedar abiertas para continuar debatiendo.
¿Cuando interrumpir la palabra?
El Reglamento de la Asamblea establece en qué casos el presidente del Órgano Legislativo puede quitarle la palabra a un diputado.
En el artículo 83, en el numeral 4 dice que “el presidente de la Asamblea podrá llamar al orden al diputado o la diputada que se aparte del tema en discusión al hacer uso de la palabra y, si reincide, suspenderle el uso de la palabra”.
El artículo 13 faculta al titular de la Asamblea a “suspender las sesiones que presida, en caso de grave perturbación del orden. Ordenar que el público abandone el lugar en que se desarrollan las sesiones que presida, en caso de perturbación al orden o la seguridad del pleno”.
Además dice como debe ser el comportamiento de cada diputado en las plenarias y durante sus funciones. (Ver recuadros en impreso).