“Un líder puede ser popular, pero no necesariamente democrático y es lo que estamos viendo en el país”, dijo el Relator de prensa de la APES, Serafín Valencia, analizando la consideración de democracia del Presidente Nayib Bukele de acuerdo a sus discursos en ruedas de prensa y redes sociales.
El uso del concepto de democracia por parte del presidente Nayib Bukele no es algo nuevo, dado que desde antes de llegar a ala presidencia del país ya lo utilizaba. El 1 de septiembre del 2013 escribió en su cuenta de twitter “Democracia” es un concepto muy poderoso, revolucionario. Estoy seguro que los que dicen defenderla son los que más la detestan.
A su llegada al poder ha seguido utilizándolo y es en los últimos meses que se ha dedicado a promover un concepto de democracia refiriéndose únicamente al sentido de la voluntad popular, despreciando las instituciones y separación de poderes que dan los pesos y contrapesos requeridos en una sociedad plural.
Para el caso, el pasado 1 de mayo, luego de que la diputada Dania González escribió en twitter que la ciudadanía había decido que la Asamblea estuviera dominada por Nuevas Ideas y que eso era democracia, el mandatario citó ese tuit y escribió “DEMOCRACIA”.
Desde el punto de vista constitucional, el doctor René Hernández Valiente, ex magistrado de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), dijo que la democracia tiene dos momentos, y que si bien es cierto que en el momento de legitimidad el pueblo elige, el más importante es el comportamiento de una administración pública electa.
“El más importante es cómo se comporta la administración pública, el gobierno, en el desarrollo y en el devenir del tiempo, no es solamente la legitimidad de inicio que es la electoral, esa lo que les da es un día numero uno para constituirse en verdaderos servidores públicos de ciudadanos”, razonó.
El exmagistrado añadió que “eso es lo que los tiene confundidos, se quieren quedar con el momento inicial, como si ese legitima la falta de capacidad, la opacidad, la corrupción que se ha señalado ampliamente contra este gobierno”.
Wilson Sandoval de Funde dijo que el presidente a través de ese “discurso demagógico” intenta convencer de que él es algo nuevo, pero en realidad él es continuidad de un ciclo de élites.
“El presidente no retoma que ahora él es parte de la nueva élite salvadoreña que ostenta el poder junto con sus ministros y los diputados de la Asamblea Legislativa, estamos viendo es que repite los mismos patrones de las elites anteriores”, dijo.
Amparo Marroquin es docente del departamento de comunicaciones de la UCA, y desde esa perspectiva destacó que Bukele tiene una estrategia comunicacional exitosa, ya que ha conseguido instaurar que cualquier proceso o decisión que se tome desde el legislativo o ejecutivo sea percibido como un avance democrático.
“Yo podría reafirmar la sensación de la gente, yo creo que independientemente de lo que se haga o los discursos la sensación de la población es que se avanza democráticamente, eso podría señalar como elemento que me llama la atención en un contexto donde hay todo un debate en torno al tema democrático”, dijo Marroquín.
A juicio de la catedrática, el Gobierno ha logrado vender sus maniobras políticas como algo revestido de legitimidad.
“La percepción es que se avanza de manera democrática, me parece interesante cómo se ha logrado instaurar, independientemente de lo que se haga, cualquier decisión que se tome desde el legislativo y el ejecutivo es un proceso de avance democrático”, reiteró la docente.
Una fuente experta en el tema señaló que en lo básico Bukele tiene razón, ya que se protagonizaron elecciones libres y eso le da la legitimidad de su presidencia y de su mayoría calificada en la Asamblea, pero eso solo es uno de los pilares fundamentales, dado que la democracia también implica que se respeten las instituciones, las reglas del juego, que se tolere por muy duro que pueda ser, que no se amenace y ni decir que se tomen represalias contra personas por sus opiniones diferentes, algo que Bukele no ha hecho al dar el golpe al Órgano Judicial con la Asamblea oficialista el 1 de mayo. Abogados constitucionalistas han dicho que la remoción de la Sala sin apenas escuchar a los magistrados de la Sala depuestos hace inconstitucional la medida. Así opinan los países con amplia tradición democrática como Estados Unidos y Europa.
Más opiniones
Al respecto, este medio consultó con un experto en ciencias políticas, quien por razones de seguridad pidió el anonimato, quien destacó que “la democracia no es solamente elecciones, sino que incluye también otras cosas”.
“En lo básico él tiene razón, ya que se protagonizaron elecciones libres, pero solo es uno de los pilares fundamentales, porque la democracia es que se respete las instituciones, las reglas del juego, que se tolere por muy duro que pueda ser la crítica, que no se amenace, ni decir que se tomen represalias contra personas por sus opiniones”, aclaró la fuente.
El 15 de mayo, tras la reunión con los embajadores para intentar justificar la imposición de funcionarios del órgano judicial, Bukele escribió un hilo en su cuenta de Twitter donde planteó, entre otras cosas, que “en El Salvador los estamos derrotando. Por eso le ponen tanta atención al país más pequeño del continente. No es que teman por El Salvador, a lo que temen es al poder del ejemplo. Temen a que pase en sus “fincas”. Temen a que cada pueblo tome en sus manos su propio destino”.
Ese planteamiento del mandatario fue muy cuestionado por la opinión pública ya que señalaban que él buscaba justificar sus acciones tratando de trasladarle a la masa, que lo que él está haciendo, es construyendo una nueva forma de hacer política, sin embargo, a juicio del experto en ciencias políticas es esperable que el presidente use argumentos y que “él sabe que no va a convencer a nadie que tenga dos dedos de frente”.
“La decisión de mostrar en cadena nacional la reunión con embajadores, era para la gente que lo sigue y para mostrar el nivel de ruptura que hay con la comunidad internacional que él ya asumió que no había manera de mejorarla, entonces hizo otra jugada que consistió en movilizar a la gente para poder mejor enfrentar la critica internacional”, afirmó el experto.
En ese sentido destacó que Bukele no es para la gente que quiere argumento racional, sino para el consumo de masas, y explicó que “en ese consumo de masas no es un tema racional sino emocional, él está jugando con la intención de la gente”.
“Es lo más sencillo, falaz y chafa que ha veces uno escucha, pero en todo caso, él no tiene ningún interés de tener un debate inteligente académico, eso es para consumo de masas”, aclaró.
El experto enfatizó en que todo esto es parte de la estrategia política y de comunicación hacia la gente que le apoya y destacó que existe incapacidad en la gente que debería ser oposición a Bukele.
“El ha barrido con la oposición política, está tratando de poner a otros actores como oposición porque la política no puede vivir sin oposición, más el tipo de argumentos que él tiene, él necesita construir un enemigo de paja, pero lo tiene que hacer lo más grande que pueda para que tenga sentido, entonces él sigue con eso, cada día le mete más paja al espanta pájaros”, advirtió.
La fuente destacó que nadie de los personajes que están alrededor de Bukele en las distintas instituciones pueden tener ambiciones divergentes o que hagan sombra a las ambiciones del presidente y eso ya no es una situación normal en un contexto democrático.
“Esta imposibilidad de revelarse de cualquiera eso se acerca más a un régimen totalitario que democrático”, señaló.
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