El caso degradante denunciado por el coronel y piloto Eduardo Alfonso Salazar García no es el único, según dice él y confirman otras fuentes militares que hablaron a condición del anonimato por temor a represalias.
Los informantes aseguran que al interior de la Fuerza Armada de El Salvador, los ascensos y altos cargos no son otorgados de acuerdo con la trayectoria profesional, la antigüedad y capacidad de los oficiales superiores, estos son los que tienen el grado de mayor, teniente coronel y coronel.
En la Orden General del 31 de diciembre de 2020, solo fue ascendido un oficial de la Fuerza Naval, al grado equivalente de general, aseguran las fuentes, dejando de lado a toda una promoción de coroneles a quienes les
asistía el derecho de ser considerados para un ascenso por ser de mayor antigüedad que el oficial ascendido.
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De acuerdo con las fuentes, incluso, en diciembre sucedió otro caso un tanto similar al de Salazar, al no haber ascendido al grado de coronel a un teniente coronel piloto aviador a quien le correspondía por tener todos los méritos para su ascenso.
Sin embargo, en lugar de ascenderlo fue asignado a una oficina de la Dirección de Reclutamiento y Reserva en San Vicente, un cargo que, como afirma el coronel Salazar, es para que lo desempeñe un teniente o un capitán. Mencionaron que este caso corresponde al teniente coronel Sydney Marenco.
De comandante de brigada a jefe de oficina de reclutamiento
Otro de los casos relatados por las fuentes es el de un coronel que por haber mostrado desacuerdo con algunas órdenes del ministro de Defensa, fue degradado, asignándole un empleo muy por debajo de su condición de coronel de tres estrellas.
El caso anterior, refieren las fuentes, muestra las arbitrariedades e irrespeto, debido a que el jefe militar ostentaba el cargo de comandante de una brigada, comandante de zona militar y comandante departamental.
Sin embargo, en la Orden General No. 14/020, del 31 de diciembre de 2020, fue relevado del mando de la brigada y enviado como jefe de una oficina departamental de reclutamiento y reserva, lo cual evidentemente constituye una degradación en cuanto a empleo.
De acuerdo con las fuentes, estos son “atropellos” y conlleva dos intenciones: la primera es la de castigo y ejemplo hacia quienes no están de acuerdo con las políticas del mando y, la otra, que los afectados soliciten su retiro antes que continuar con el trato degradante.
Sobre estos otros casos denunciados se le preguntaría al ministro pero este no dio entrevista.
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