¿Te suena la frase: “amiga, date cuenta”? Es tan popular en memes y se reproduce en las conversaciones cotidianas, pero en la vida real va más allá de ser un chiste. Ocurre mucho más de lo que podríamos creer.
Todos hemos sabido de amigos o conocidos que viven una relación tóxica, pero no pueden o no quieren enterarse del daño que les causa. Y si bien ocurre en muchas esferas, las que más se destacan son las del plano amoroso.
¿Pero cómo se aplica este término a una persona? En primer lugar, el diccionario define lo tóxico como una sustancia venenosa, cuyos sinónimos son peligrosa, insegura, dañina, destructiva e incluso maligna.
De acuerdo con Brilliant Living, aplicado a un ser humano se refiere a alguien peligroso, dañino o destructivo, que afecta la vida de quienes entran en contacto con él, drenándoles la vida y la energía.
En este sentido, alguien que causa tensión social o incluso desagrado puede ser descrito como un individuo con personalidad o comportamiento tóxico.
¿Cómo es una persona tóxica?
The Ascent describe a los tóxicos como manipuladores y que se hacen las víctimas para hacerte sentir culpable, y así salirse con la suya. Lo importante solo son sus necesidades.
En el aspecto emocional son personas inmaduras de las que nunca escucharás un “lo siento”, porque son incapaces de reflexionar y de hacerse cargo de sus errores.
Además, desconocen la empatía. Para ellos, tener compasión por los demás seres humanos es algo que está muy lejos de su corazón.
Sumado a esto, alguien tóxico está obsesionado consigo mismo, la única belleza está en el “yo”, porque es el único que le importa.
Es más, de estos individuos solo puedes esperar críticas y palabras hirientes que al parecer le provocan placer, pero que disfraza con frases como: “estás sensible”, “estaba bromeando” o “disculpa la sinceridad”.
Elimínalos de tu vida
Superar las relaciones tóxicas requiere que aceptes que esos individuos nunca cambiarán. Pueden prometer que lo harán y quizá deseen hacerlo, pero casi nunca sucede. Por lo mismo, debes actuar cuanto antes y ponerte a salvo.
El primer paso es aceptar la situación. Ahí queda perfecto eso de “amiga, date cuenta”. Según Nueva Mujer, cuando seas consciente de que no es normal llorar tan seguido, sentir una opresión en el pecho y estar inseguro todo el tiempo, tu proceso comenzará en realidad.
No solo se trata de saber que tu relación no es convencional. También debes aceptar que lo que vives no te hace bien, y aunque parece fácil es muy complicado.
Lo que debe quedarte claro es que eliminar a la gente tóxica de tu vida es importante para tu salud mental y bienestar, aunque sea un familiar tuyo, el amigo más querido o una pareja.
Para conseguirlo, el portal The Ascent recomienda lo siguiente:
Haz una pausa y aléjalos. No es agradable, pero a veces tendrás que eliminar a alguien de tu vida. Tienes que hacer esto por ti y por tu propio bienestar personal. Simplemente córtalos, descansa y sigue adelante con tu vida.
Sé firme. Puede ocurrir que esa persona se niegue a dejarte, por lo mismo no debes ceder. Sé claro acerca de poner fin a la relación y no te des por vencido.
Establece límites y respétalos. Una vez que decidas terminar la relación, debes asegurarte de mantener tus límites intactos.
Aprovecha este tiempo para conocerte más a ti mismo. Haz cosas para ti, redescubre las cosas que solías hacer, busca a amistades nuevas o anteriores a esta relación.
Pueden resistir. Las personas tóxicas se resistirán y seguirán sus intentos de manipularte y controlarte, pero si sigues siendo fuerte con el tiempo te dejarán en paz.
Perdona y aprende la lección. Perdonar es dejar ir y seguir adelante. No significa que apruebas el comportamiento, que olvidaste el sufrimiento ni que les estás dando otra oportunidad. Significa que estás dejando ir y que seguirás adelante con tu vida.
No es lindo ni romántico
En las relaciones de pareja suelen darse algunas actitudes que, ingenuamente, se confunden con muestras de amor, pero que en realidad son actitudes tóxicas o castrantes. Las siguientes son algunas bastante frecuentes:
1. Celar constantemente
El portal Nueva Mujer sostiene que de ninguna manera los celos son un detalle romántico, por más que en las películas hagan ver lo contrario y todo termine en una tierna escena. De hecho, el sitio destaca que al ser recurrentes, los celos dan pie a la violencia, casi siempre de los hombres hacia las mujeres, pero también de ellas hacia ellos.
Nadie es dueño ni propiedad del otro. Lo importante es respetarse mutuamente y ser leal, pero no se puede tener control sobre las amistades o conocidos. Querer controlar la vida del otro no es amor sino egoísmo.
2. El chantaje
Hacerse la víctima y sacar los favores o sacrificios que se hacen por el “ser amado” para que el otro haga lo que uno quiere no es amor sino una forma de violencia.
3. No tener espacio propio
Que una pareja esté junta día y noche no es sano, y menos si los aleja de las cosas que les gustan o de la gente que aman. “También nos han hecho creer que crear un universo solamente con esa persona es romántico. ¡Pero no lo es! Siempre debes tener un tiempo para ti, para seguir creciendo como ser humano y conociéndote en un plano individual”, publica Nueva Mujer.
4. La presión por el sexo
Que una pareja esté junta día y noche no es sano, y menos si los aleja de las cosas que les gustan o de la gente que aman. “También nos han hecho creer que crear un universo solamente con esa persona es romántico. ¡Pero no lo es! Siempre debes tener un tiempo para ti, para seguir creciendo como ser humano y conociéndote en un plano individual”, publica Nueva Mujer.