Cada 27 de diciembre Santa Juana recorre las principales calles de Antiguo Cuscatlán, La Libertad, acompañada de cientos de imágenes del Niño Dios, llevadas por los feligreses en agradecimiento por una petición o intercesión.
Según la Iglesia Católica, Santa Juana salvó la vida de mucho niños menores de dos años, quienes serían asesinados por órdenes del rey Herodes al enterarse que nacería un nuevo Rey.
Verónica Martínez, desde hace diez años, es una de las fieles creyentes en el Niño Dios, poniendo en sus manos la protección de todos los pequeños de su familia y clamando por el milagro de ser madre.
Cinco años después de pedir con fe por un hijo, su anhelo se concedió y dio a luz a un pequeño, que con un mes de nacido fue presentado a la imagen del Niño Dios. Desde entonces acompaña la procesión.
Carlos Hernández, procedente de Nahuizalco, tiene 20 años de traer a varios Niños Dios en representación de los pequeños de su comunidad, quienes padecen alguna enfermedad o agradecen un favor. Este año llevó 18 imágenes.
Rosario García tomó el bus de las 5:00 a. m. para transportarse desde San Miguel hasta la Iglesia Santos Niños Inocentes con sus cuatro imágenes, que representan a cada uno de sus hijos.
Fernando Quijada y Célida Martínez, desde hace ocho años, participan en la procesión con sus “niños”, vestidos diferente cada año.
Esta vez el joven de 22 años preparó por 15 días su carroza, que posee tres niños Dios, vestidos de ángeles y al centro la Virgen de Guadalupe.