El dengue es la enfermedad viral más importante transmitida al humano por un vector (mosquito), siendo uno de los problemas de salud más importantes en las Américas. Ya varios países reportan el desarrollo de epidemias: Honduras , Ecuador y República Dominicana.
En nuestro país, el dengue ha estado presente a lo largo de los años, siendo la epidemia más reconocida de los años 2001-2002, cuando 26 personas fallecieron. Estas epidemias tiene la característica de presentarse cada 3 o 4 años con magnitud variable.
El último reporte epidemiológico del Ministerio de Salud registra más de 6,000 casos sospechosos de dengue, sufriendo un incremento de más del 200% si se compara al 2018, triplicando el número de casos que requirieron hospitalización y cuadruplicando los casos graves, de los cuales ya se reportan fallecidos.
Si bien es cierto la curva epidemiológica no ha alcanzado aún el número de casos para reportar epidemia, ya estamos en un estado de alerta, y en corto plazo podemos llegar al estado de epidemia, sobre todo en los departamentos de Sonsonate, Santa Ana , Ahuachapán y San Salvador , por lo cual debemos estar preparados.
En nuestro país circulan los cuatro serotipos de virus del dengue, lo que significa que a lo largo de la vida podemos padecer la enfermedad cuatro veces. El serotipo predominante, actualmente, es el dos.
Cuba, Finlandia y El Salvador reportan incremento de los casos graves y número de fallecidos.
Generalmente los más afectados son los infantes menores de cinco años; agravado el riesgo de complicarse en aquellos que presentan otra enfermedad asociada como diabetes, obesidad, cáncer, alteraciones hematológicas, enfermedad renal o asma.
Recordemos que el 75% de las personas infectadas por el virus del dengue no desarrollan síntomas pero pueden trasmitir la enfermedad si son picados por mosquitos, en el caso de la epidemia es la forma más frecuente de expansión de la enfermedad.
El 20% restante presenta síntomas leves a moderados con una evolución benigna ,y el 5% desarrollan la forma grave de enfermedad antes llamada “dengue hemorrágico”, nombre que se decide cambiar a dengue grave ya que no todos los pacientes en estado de gravedad presentan sangramientos.
El aumento de la temperatura en el ambiente y el incremento de la humedad hacen que el virus se pueda replicar mejor, y si a ello sumamos las lluvias hacen las condiciones propicias para el desarrollo de una epidemia.
La prevención y reducción de la transmisión del virus, así como su impacto en la salud depende completamente de la eliminación del mosquito, lo cual es acción de todos, empezando por nuestra casa y alrededores. Solo si todos participamos logramos contener esta epidemia de dengue.
