Tres jóvenes residentes en el cantón Los Anzora, en Tonacatepeque, desaparecieron desde mediados de agosto y hasta el momento sus familiares no saben nada de ellos.
Melvin Ulises Flores Anzora, Ramón Eduardo Erroas y Alfredo Ernesto López Anzora andaban en un pick up, el domingo 16 de agosto pasado, cuando desaparecieron.
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Familiares explicaron que Erroas era el que manejaba el vehículo. Primero fue a traer a Flores Anzora y luego pasaron a recoger a López Anzora en las proximidades del centro escolar del cantón Los Anzora.
La última vez que los familiares de los jóvenes hablaron por sus celulares con ellos fue entre la 1:30 y 5:30 de la tarde de ese domingo.
Desde ese momento, las familias ya no supieron nada de los jóvenes, por lo que comenzaron a buscarlos por distintos lugares y denunciaron su desaparición en las redes sociales.
Testigos los vieron que iban en la carretera de Tonacatepeque hacia residencial Altavista. De ahí ya no se supo más de ellos.
Al día siguiente de haber desaparecido, la Policía encontró el pick up en el que andaban los jóvenes en el centro de San Salvador.
Las investigaciones continuaron con la recopilación de evidencias del vehículo que podrían haber servido para dar con el paradero de los jóvenes. Una de las versiones que maneja la Policía es que las víctimas llegaron al centro capitalino a ingerir bebidas alcohólicas y ahí habrían sido intervenidos por pandilleros que operan en la zona.
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Las indagaciones hechas por las unidades especializadas de desaparecidos de la Fiscalía y Policía les permitieron llegar hasta la finca Argentina en la colonia Montreal, de Mejicanos, según fuentes policiales.
En este sitio hallaron los cuerpos de tres hombres enterrados que por las evidencias encontradas en el sitio se podría tratar de los jóvenes desaparecidos en Tonacatepeque.
Los cadáveres fueron recuperados por técnicos de la Policía y llevados al Instituto de Medicina Legal, donde se les harán las pruebas de ADN para cotejarlas con sus parientes y determinar si se trata de los tres jóvenes, quienes trabajan en una fábrica de aceite comestible.
Las indagaciones preliminares de la Policía apuntan a que los jóvenes se perdieron en la zona fueron interceptados por los pandilleros que operan en el sector, quienes los asesinaron y luego enterraron sus cuerpos.
Zona Central concentra la mayor cantidad de desaparecidos
La Fiscalía registró 824 personas desaparecidas en el primer semestre de este año, lo que representa un promedio de cinco por día. De ese total, 357 personas todavía siguen sin aparecer y 467 fueron halladas, ya sea con vida o sin vida, según la Fiscalía.
En 654 de los casos, la Fiscalía activó el protocolo de acción urgente para personas desaparecidas y 170 no hubo activación.
En la zona central es donde se concentra la mayor parte de las desapariciones. Los registros de la Fiscalía dan cuenta de que 507 personas desaparecieron en alguno de los siete departamentos de la zona central.
De ese total, 282 fueron hallados y 225 aún están desaparecidos.
En los tres departamentos del occidente se registraron 158 desapariciones, 97 aparecieron y 61 que aún no han sido localizados.
Los cuatro departamentos del Oriente del país contabilizaron 172 casos, en 88 fueron hallados y 84 pendientes de encontrarlos en el primer semestre de este año.
El departamento de San Salvador registra la mayor cantidad de desaparecidos a nivel nacional con 259 , de los cuales 138 han aparecido y quedan 121 activos, es decir, sin encontrar.
La Libertad es el segundo departamento con más personas desaparecidas. En esta zona geográfica han desaparecido 131 personas, de quienes se han localizado 79 y 60 están en su búsqueda.
Sonsonate se muestra como el tercer departamento que tiene más desapariciones (72), pero se han localizado a 46 y quedan aún por encontrar a 26 personas. San Miguel se ha convertido en el departamento con más casos de personas desaparecidas en el oriente del país. Tuvo 60 desapariciones y solo han encontrado a 20 de esas personas; 40 son buscadas aún.
En la zona Occidental, Santa Ana registra 55 desapariciones, de las cuales hay 35 apariciones de las víctimas, y quedan pendientes 20.
Usulután presenta 46 personas desaparecidas, 32 halladas y 14 aún desaparecida. La Unión registra 45 desaparecidos, 28 hallados y 17 sin encontrar.
Morazán (21), Cabañas (18) y Chalatenango (12) son los departamentos que reportan menos desapariciones.
Causas de las desapariciones
Las investigaciones fiscales han determinado que en los 430 casos en los que la víctima fue hallada con vida, en 308 hechos no hubo ningún delito que perseguir porque se trató de ausencias voluntarias, causas socioeconómicas, problemas familiares y otras razones.
En otros 122 de los casos donde la víctima fue hallada con vida hubo efectivamente privación de libertad, desaparecimiento de persona, delitos sexuales, daños y privación de libertad, robo y privación de libertad, lesiones y privación de libertad, entre otros delitos.
De los 467 desaparecidos que fueron hallados, 37 fueron encontrados sin vida. En el 70 por ciento de estos casos, 26 personas halladas sin vida, 22 fueron homicidios y cuatro feminicidios. En los otros once casos se trató de muerte natural o accidental, según la Fiscalía.
Con respecto a las ausencias voluntarias, 202 casos se debieron a situaciones familiares, 23 factores socioeconómicos, 16 casos de socio criminal, 16 por causas externas, y 51 factores no especificados.
El primer trimestre de este año fue el período con mayor cantidad de denuncias de desapariciones, 540 en total. Febrero fue el mes con más desaparecidos (196), seguido de enero (184) y marzo (160).
En el segundo trimestre hubo menos denuncias de personas desaparecidas con 284 casos, lo que equivale a un 47 por ciento de reducción.
En este segundo trimestre se reflejó una tendencia mensual a la baja. En abril se reportaron 106 desapariciones, luego en mayo, se conocieron de 93 desaparecidos y en junio se reportaron 85 casos.
Las autoridades fiscales consideraron que la disminución de las personas desaparecidas en el segundo trimestre del año haya sido por la emergencia decretada por la pandemia del COVID-19.
También sostienen que el seguimiento investigativo a los casos denunciados a través del protocolo de acción urgente y la estrategia de búsqueda de inmediato de la persona extraviada haya contribuido a la localización de las víctimas en el menor tiempo posible.