Déficit fiscal del país creció $926 millones entre mayo 2019 y 2020

La cifra representa un incremento de 1,470 %. Economistas piden reducir gastos.

descripción de la imagen
Las arcas del Estado han recibido unos $330 millones menos, pero si se compara contra el presupuesto la caída es de $481 millones.Foto EDH / Shutterstock

Por Guadalupe Hernández

2020-07-17 6:43:05

El costo económico de la pandemia, la caída de los ingresos tributarios y el alto nivel de endeudamiento llevará a El Salvador a cerrar este año con un déficit fiscal superior al 10 % del PIB, ubicándose entre $2,300 y $2,600 millones, según un estimado del Fondo Monetario Internacional (FMI).

El deterioro es más notorio si se comparan los resultados del Sistema Público no Financiero de mayo 2019 con ese mismo mes de 2020, cuando el déficit fiscal pasó de $63 millones a $863.9 millones.

Entre estos meses el déficit aumentó $926 millones, lo que refleja un crecimiento de 1,470 %, en el período en mención. La cifra incluso supera el déficit que se registró al cierre de 2019 que fue de $825.2 millones.

Pero, ¿por qué se ha disparado el déficit fiscal? El analista económico Mauricio Choussy, explicó durante la conferencia virtual “El comportamiento de la economía y el impacto del COVID-19, organizada por la Asociación de Graduados del INCAE de El Salvador, que se debe a la caída de un 12.8 % de los ingresos tributarios a junio 2020.

TAMBIÉN: Economía salvadoreña caerá a -8.6% según la Cepal

La caída del impuesto sobre la renta fue de un 12.3 %, y del IVA un 10.3 %, siempre a junio.

Punto a punto, las arcas del Estado han recibido unos $330 millones menos, pero si se compara contra el presupuesto la caída es de $481 millones.

Por si fuera poco, hay una caída en los ingresos, pero hay un aumento del gasto de un 24.3 %, lo cual está estrechamente relacionado con un incremento en las transferencias, que incluyen los $375 millones que se utilizaron para repartir un subsidio de $300 a salvadoreños afectados por la pandemia, entregados en abril pasado.

“Eso es lo que ha impactado más el déficit fiscal, la caída de los ingresos y el reparto de los $375 millones, pero que al final el gasto fue de $4,450 millones”, afirmó.

En su opinión, existe la necesidad de crear un pacto fiscal para lograr un manejo adecuado de manera que se puedan lograr algunos ajustes, incluso tener impuestos de carácter temporal. Sin embargo, la disposición de implementar un ajuste fiscal dependerá del gobierno.

“Hay que ver que el año pasado estábamos pagando intereses por el déficit del sector público de $991 millones, y para este año la cifra va alcanzar los $1,600 millones y para 2021 se estaría llegando a los $1,800 millones”, destacó Choussy.

Y con ingresos tributarios de unos $5,000 millones se estarían utilizando un 18 % para pagar únicamente intereses, ejemplificó.

Deuda
El último informe de coyuntura de la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (Fusades), detalla que durante marzo y abril la Asamblea Legislativa aprobó al gobierno salvadoreño $3,000 millones de nueva deuda, un empréstito de emergencia de la Agencia de Cooperación Internacional del Japón (JICA) por $46 millones, además, de la emisión de LETES por $400 millones.

En diciembre del año pasado, los legisladores también aprobaron un incremento del endeudamiento externo por $645.8 millones para financiar el déficit fiscal de 2020, esto antes que surgiera la pandemia.

De los $3,000 millones para financiar la pandemia , la semana pasada el gobierno consiguió $1,000 millones.
La emisión tiene un plazo de 32 años, una tasa de interés de 9.5 %,y un 35 % arriba del “spread” de Estados Unidos. Algunos analistas locales criticaron dicha negociación, pues significa que durante 32 años se pagará alrededor de $95 millones (cada año).

LEA ADEMÁS : Salud, educación y empleo serán los más afectados por la crisis, señala estudio de la ESEN

“Lo que me dan mis datos es que esta emisión de $1,000 millones le permite al gobierno tener su fondeo asegurado hasta después de las elecciones y eso pudo haber sido una de las razones por las cuales había que asegurar el fondeo, pues de aquí en adelante el gobierno ya tiene aseguradas sus necesidades para este año”, comentó el analista.

Para ir completando esos $3,000 millones, el gobierno además ha optado por solicitar al FMI un préstamo Stand By, por un monto de hasta $750 millones, el cual podría tener un acompañamiento de $250 millones del Banco Mundial, para hacer un total de otros $1,000 millones para atención de la pandemia.

Un beneficio de un financiamiento con las multilaterales es que las tasas de interés rondan entre el 2% y 3 %.
El gobierno ya envió la carta al FMI; sin embargo no tiene el camino tan fácil, ya que el organismo solicitará como requisito, un ajuste fiscal de un 5 % a ejecutarse entre 2021 2024, lo cual llevaría a un nivel de deuda entre el 60% y 70 % del PIB.

Para cumplir con ese ajuste, el gobierno tendría que aumentar impuestos o crear nuevos, pero necesitaría la aprobación de la Asamblea Legislativa.

Carmen Aída Lazo, economista y decana de la Escuela Superior de Economía y Negocios (ESEN), dijo este jueves que con el nivel de deuda pública que tiene ahora nuestro país lo que viene es un ajuste fiscal, para lo cual habrá que hacer sacrificios.

La revisión de los gastos será importante. Por ejemplo, en los últimos 10 años la planilla de las instancias pública ha aumentado en $1,000 millones el pago de salarios.

“El Salvador es uno de los países de la región donde los salarios del Gobierno, como porcentaje, es de los más altos. Por eso el Fondo Monetario ha venido advirtiendo que se revise a profundidad estos temas“, dijo la economista.

El nivel de endeudamiento también es preocupante.

Según Lazo, antes de la pandemia, El Salvador había aprobado un presupuesto que tenía más gastos que ingresos, y por lo tanto ya para este año, el país tenía una deuda de $645 millones (aprobados por los legisladores). Ya con la pandemia, el gobierno solicitó $3,000 millones más.

¿Y cómo financiará el país todo eso? Una parte será financiando con deuda interna (Letes y Cetes) , y otra es con deuda externa (emisión de bonos), y la siguiente es con organismos internacionales (FMI, BID, BCIE y BM).
Sin embargo, con los organismos multilaterales hay un límite de lo que se puede prestar, y en ese sentido, solo hay un espacio de unos $1,100 millones.

Además, los organismos como el FMI, pueden decir: “está bien, usted necesita gastar más y ha tenido una caída de ingresos, pero después cuando se recupere tiene que tener medidas para poder estabilizar el nivel de la deuda”.
Carmen Aída Lazo explicó que los organismos pueden prestar fondos en estos momentos, pero quieren que el país adopte medidas que permitan que se discipline y que la deuda no quede tan alta como quedará al final del año.
La economista destacó que a inicios del año, la deuda del país era del 72 % del PIB, y en este momento casi llega al 80 %. Cuando finalice 2020 será del 90 %, un nivel que nunca antes se ha registrado en la historia del país.
Las posibles salidas

Con toda ese nuevo financiamiento, el umbral de la deuda sobrepasará el 90 %, acercándose mucho a los países que después de la pandemia rebasarán el 100 % de la deuda, lo que obligará al gobierno a buscar los mecanismos para estabilizar y regresar a niveles más bajos que tuvo el país en años previos.

La cartera de Hacienda también deberá prestar atención a la relación deuda e ingresos que tiene el Estado. Así como también la relación deuda-crecimiento económico.

En este punto, los organismos multilaterales estiman que la economía de El Salvador caerá este año un 5.4 %, mientras que el Banco Central de Reserva estima que será entre el 6 % y el 8.5 %.

El miércoles, la Comisión Económica para América Latina y El Caribe tuvo predicciones aun más desalentadoras y estimó que en 2020 la economía salvadoreña caería a-8.6%, la estimación más baja hecha hasta el momento por un organismo internacional.

Choussy cree que la caída de la economía podría alcanzar incluso hasta el -9 %.