Alexandra miraba en silencio ayer al mediodía cómo había quedado su carro, un Kía color vino; se había salvado de puro milagro de caer en la cárcava que engulló a por lo menos cinco vehículos, según se apreciaba en un video tomado y difundido por los mismos vecinos de la residencial Brisas de San Francisco, inmediata a la quebrada El Arenal.
Pero Alexandra bien podía considerarse afortunada, pues su auto, en apariencia, no estaba tan dañado como otros que estaban con la carrocería hecha trizas, sin llantas o habían sido arrastrados.
Desde hace varias semanas, a la altura de la senda 11, estaban reparando una cárcava.
Debajo de un buen tramo de esa calle pasa la quebrada El Arenal, que ayer aumentó su cauce hasta casi desbordarse por la avenida Las Amapolas y arrastrar varias casas de la comunidad Nuevo Israel, acabando con la vida de una vecina de ese lugar.
El caudal creció tanto que a pocos metros de la entrada principal de la residencial derribó el muro y en un santiamén, convirtió la calle en un crecido río.
Alexandra, quien vive en la senda 3, comentó que en cuanto escuchó el estruendo, comenzó a ver cómo la correntada arrastraba varios vehículos, pero el suyo ya no lo vio, por lo cual supuso que había corrido la misma suerte: ser arrastrado.
Casi de inmediato, circuló un video en el que varios carros eran engullidos por la cárcava y caían al fondo de la quebrada, y se perdían en el cauce.
Alexandra supuso lo peor; sin embargo, por suerte, su carro estaba del otro lado de la cárcava, detrás de otro carro que estaba totalmente abollado. El suyo solo tenía destrabado el bómper delantero y, obviamente, inundado el interior, no encendía el motor pero tiene la esperanza de repararlo.