A pesar de las pérdidas de hasta $5 millones en frutas y hortalizas en la producción de El Salvador y los daños en plantaciones de Guatemala, Honduras y Nicaragua, por las tormentas Eta y Iota, los precios en la principal central de abastos del país se mantienen estables y solo productos específicos como la papa y el güisquil presentan incrementos.
Héctor Berríos, representante de la Federación de Hortalizas y frutas de El Salvador, aseguró que solo por las lluvias de Eta el sector nacional estima una pérdida de más de $5.5 millones en productos como el tomate, chile verde, loroco, pipián, entre otros.
Pero además, también están afectadas las cosechas de estos productos en los demás países vecinos, desde donde se traen casi el 70 % de los productos como papas, lechugas, zanahorias y otros.
Berríos dijo que esto provocará un incremento en el precio de los productos al consumidor en las próximas semanas.
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Ayer, en un recorrido por el mercado La Tiendona, El Diario de Hoy comprobó que los precios si bien tienen leves variaciones, en general se mantienen y en algunos casos, hasta han llegado a disminuir para lograr su venta rápida.
El vendedor Carlos Alberto Hernández, manifiesta que en el caso del tomate tuvieron que bajar el precio de la caja de $20 a $11, para mover más rápido el producto pues de lo contrario, corrían el riesgo de que se pudriera. “En mi caso se me arruinaron unas 15 cajas de tomate de las que compre a $20”, detalló el comerciante.
El precio del saco de chile dulce también cayó pues anteriormente estaba a $20 y ahora se comercializa en $6.
El precio de la cebolla también ha comenzado a bajar. El saco de la cebolla blanca ha pasado de $30 a $25 mientras que la roja se ha mantenido entre los $29 y $28.
“Puede ser que el precio de la cebolla baje más, aunque cebolla mexicana no hay en este momento porque se arruinó toda por las lluvias. Está viniendo de Holanda y Estados Unidos”, destacó el vendedor Mardoqueo Flores.
La baja en el precio de la cebolla también obedece a que es un producto perecedero que tiende a podrirse por la humedad de las lluvias.
Foto EDH/Jonatan Funes
La papa está más cara
Pero hay otros productos que van al alza. Antes de las lluvias de Eta y Iota, la caja de papa costaba $20, pero ahora se está vendiendo a $40 por las pérdidas causadas por las constantes lluvias en las plantaciones de Guatemala, que ha resultado afectado por las dos tormentas.
Doña Vilma Rodríguez quien vende chile jalapeño proveniente de Guatemala, dice que la libra de este producto ahora ronda el $1 y antes de las tormentas se podía vender hasta en $0.70 o a tres libras por $2.
“El saco de zanahoria está a $20 y anteriormente se estuvo comprando a $18, $17, le han subido al precio por las pérdidas por la lluvia”, destacó la vendedora.
La bolsa de zanahoria ha mantenido el precio a $6 la bolsa, mientras que el del güisquil está fluctuando. Por ejemplo, el pasado jueves estaba a $12 el saco y ayer viernes ya costaba $17.
“Los precios ahorita están rotativos. Puede ser que en la noche entre mucho güisquil y baje mañana y si no entra llega a $25 el precio del saco mañana (hoy sábado), la plaza se mueve según lo que traen y si entra poco suben los precios”, dijo el vendedor.
Luis Díaz contó que el pepino indio ha presentado su precio al alza desde hace unas semanas pues el saco cuesta $20.
Otro de los puntos importantes es que los comerciantes ven una menor afluencia de compradores en las plazas.
“En otro tiempo, en el lapso de la mañana vendíamos 10 sacos de jalapeño menudiado, hoy estamos vendiendo tres o cuatro sacos”, destacó Rodríguez.
Flores coincide con los demás comerciantes en que hay menos compradores en La Tiendona y las personas mayores de 50 años son los que menos están llegando a la principal central de abastos del país.
El comerciante José Mercado menciona que el precio en algunos productos se ha mantenido y se dio una baja debido a la lluvia pero para colocar más rápido el producto y que no se les echara a perder, como el repollo, rábano y la lechuga que también son sensibles a la humedad.
Las tormentas también hicieron que bajara la afluencia de compradores y las ventas no despuntan ni con la reactivación económica y la entrada en operación de comedores, bares y restaurantes, concluyó Díaz.