Cuidados paliativos es tarea pendiente para la formación médica

Según especialistas, el personal de Salud debe tener conocimiento del trato humanizado que se debe dar al paciente crónico desde que se le da el diagnóstico, así como la familia.

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Por Violeta Rivas

2019-08-13 9:05:41

El conocimiento de los cuidados paliativos en el personal de salud es indispensable para humanizar la atención a los pacientes con enfermedades crónicas, ya sean oncológicos y no oncológicos, explica Roberto Fernández Castillo, secretario general de la Facultad de Ciencias de la Salud Dr. Luis Edmundo Vásquez, de la Universidad José Matías Delgado.

Añade que es necesario que existan más especialistas en cuidados paliativos, debido a que están falleciendo muchos enfermos crónicos sin el trato adecuado para ese momento.

“Hay muy poco conocimiento de los cuidados paliativos, las personas lo relacionan con pacientes que ya van a morir, y eso no es correcto. Los cuidados paliativos inician desde que al paciente le hacen un diagnóstico de una enfermedad crónica, y desde ese momento debe de atenderlo un paliativista, que no solo verá al paciente sino también a la familia, porque es una familia que está desequilibrada, en lo emotivo, en dudas. El paliativista mira el dolor físico y moral de la familia y eso es lo que queremos transmitir a nuestros estudiantes”, explica Fernández.

La Fundación de Medicina Paliativa de El Salvador (Paliamed), en alianza con la Universidad Dr. José Matías Delgado (UJMD) están realizando el segundo Curso Básico de Formación de Profesores de Cuidados Paliativos, del 12 al 14 de agosto, que está dirigido a docentes de Latinoamérica.

La formación de los docentes durante el curso está a cargo del doctor Carlos Centeno Cortez, de la Universidad de Navarra, de España; del doctor Gustavo De Simone, director médico del Instituto Pallium Latinoamérica, de Argentina; y la licenciada Marcela Specos, directora en Educación del hospice Buen Samaritano quien también es coordinadora pedagógica del Instituto Pallium Latinoamérica, de Argentina.

Mario López Saca, especialista en medicina interna y cuidados paliativos, vicepresidente de la Fundación Paliamed, y docente titular de la materia de Cuidados Paliativos de la UJMD, expone que los profesores que están asistiendo al curso están adquiriendo nuevas herramientas para poder transmitir los conocimientos, a través de metodologías que brinden un mejor aprendizaje de los cuidados paliativos a los futuros médicos.

Mencionó que la UJMD es pionera en el tema, ya que en el 2013 introdujo la asignatura como optativa, y a partir del 2018 fue incluida en el cambio de pensum, para que los estudiantes de sexto grado de la carrera de Medicina pudieran cursarla de forma obligatoria, debido al aumento de alumnos que solicitaban recibir la materia.

Explica que hay instituciones internacionales que velan por el desarrollo de los cuidados paliativos en los países, y una de las premisas es la educación en pregrado, “porque es el médico que sale de la universidad el que puede crear un cambio de paradigma en la forma de atender a estos pacientes”, asegura.

En la UJMD la asignatura tiene como temario el dar a conocer a los estudiantes los principios de los cuidados paliativos, además de hablar del dolor, desde el uso de opioides, uso clínico de la morfina, efectos adversos de dicha sustancia, técnicas para aliviar el dolor de forma más invasiva, control de síntomas, uso de fármacos.

El último módulo de la materia destaca el final de la vida del paciente, donde tratan temas como la sedación paliativa, la situación de últimos días, cómo aliviar dichos procesos finales de los pacientes, además de dilemas éticos como la diferencia entre cuidados paliativos y eutanasia.

“También se habla de los valores éticos que aportan los cuidados paliativos en la humanización de la medicina actual. Los alumnos desarrollan cinco seminarios … También hay un taller de cómo comunicar malas noticias, cómo abordar esta información con los pacientes y sus familias”, explica López Saca.

Fernández expone que el paciente tiene derecho a tener cuidados paliativos, a ser acompañado él y su familia durante su enfermedad hasta llegar al último momento, esto con la finalidad de darle una buena calidad de vida.

“Aquí se les está enseñando a ser buenos comunicadores de una enseñanza especializada; por eso es que las personas que asisten al curso son especialistas en cuidados paliativos, pero que desean adquirir nuevas herramientas para enseñar mejor, y ese es nuestro objetivo”, dice Fernández.

El médico comenta que la UJMD es la primera escuela de Medicina que imparte la materia en El Salvador, y la segunda a nivel Latinoamericano, y que a partir de haber incluido la materia en su pensum se han interesado en continuar especializando a más personas en el tema, y que parte de este seguimiento son los cursos, que iniciaron hace dos años.

“El propósito es que especialistas en cuidados paliativos se especialicen más en el tema, es por esto que han asistido (al curso), profesionales de México, Centroamérica, España, Ecuador; estamos muy contentos con la respuesta que hemos tenido”, dice Fernández.

Una de las principales necesidades que escucharon de los docentes de la materia Cuidados Paliativos es que a pesar de ser especialistas hacía falta una forma de mejorar la comunicación de los contenidos.

Fernández expone que actualmente se está diseminando el tema de cuidados paliativos, y que el ministerio de Salud salvadoreño ya cuenta con varias unidades para este tipo de atención especializada.

La Fundación Paliamed está realizando cursos constantes a enfermeras y estudiantes de medicina sobre cuidados paliativos, y a raíz de este trabajo, otras universidades están planteando la posibilidad de incluir la asignatura dentro de su currícula.

Temáticas para docentes
El especialista Gustavo De Simone expone que el objetivo primordial del curso es el aprendizaje de más y mejores herramientas para los docentes, que les ayuden a capacitar a otros profesionales de la Salud, entre ellos médicos, enfermeras, psicólogos, trabajadores sociales y voluntarios, y de esa forma multiplicar el alcance del cuidado paliativo al servicio de la población.

La idea del curso es poder hacer un puente entre la ciencia de la Educación y la ciencia de la Salud para multiplicar los profesionales formados competentemente para que los pacientes reciban una buena asistencia al final de su vida, expresa Marcela Specos.

Añade que, a pesar de que la disciplina de los cuidados paliativos es joven, muchas universidades a nivel mundial la están incluyendo en su currícula, y que al incluirla da la pauta para que todos los egresados tengan los conocimientos básicos de la especialidad, para que a futuro puedan seguir especializándose en el tema.

De Simone expone que en la mayor parte del mundo está aumentando la cantidad de enfermos crónicos, y que en algunos países ya llega al 80 % de los pacientes que acuden a los hospitales.

“Habitualmente al estudiante de medicina se le enseñaba a diagnosticar y tratar enfermedades, pero era poco el aprendizaje de cómo lidiar con las emociones del paciente y su familia, que en ocasiones son de temor y de enojo, cómo aliviar el dolor, la dificultad para respirar, falta de apetito, cómo trabajar con la familia como aliada, todo esto es lo que se aprende en cuidados paliativos; los estudiantes van descubriendo esta otra cara de la moneda”, dice De Simone.

Centro de cuidados paliativos
Como un primer paso para brindar un lugar a personas que atraviesan por una enfermedad crónica, la Asociación de Medicina Paliativa de El Salvador ha iniciado la construcción del Centro de Cuidados Paliativos, que tendrá seis habitaciones, inicialmente, pero que ha futuro esperan tenga espacio para 30 pacientes.

El centro estará ubicado en la residencial La Cima 3, de San Salvador y tendrá modalidad privada y pública, para poder beneficiar a personas de escasos recursos que necesiten este tipo de atención.

“En estas instalaciones no se verán cuidados intensivos, o cuidados intermedios, acá habrá amor, cariño, atención de personal especializado en cuidados paliativos, un trato humanizado y que no sienta dolor”, explica Fernández.