Cuida tu cabello y retrasa la calvicie

El estrés es un factor que influye en la caída del cabello y por lo mismo debe ser contrarrestado. Pero para conseguirlo también se requiere de una higiene capilar constante, dieta equilibrada con alimentos específicos y hábitos de vida saludables.

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Por EFE

2019-12-16 3:48:27

En el cuero cabelludo crecen entre 100.000 y 150.00 folículos, “y son el estrés, la ansiedad, la depresión y las alteraciones endocrinas, metabólicas o digestivas las que pueden poner en marcha la alopecia androgénica latente, potenciando también su desarrollo cuando ya está en marcha”, explica Eduardo López Bran, director médico de la Clínica Imema y jefe del Servicio de Dermatología del Hospital Clínico Universitario San Carlos de Madrid.

López Bran, que padece irremediablemente alopecia común, un daño estético que se intensifica en el 50% de los varones que han cumplido los cincuenta años de edad, indica que las zonas calvas en los hombres aumentan alrededor de un 10% en cada década de su fase adulta. En el caso de las mujeres, estas cifras se rebajan a una horquilla del 5% al 10% a las mismas edades.

En los hombres la calvicie se inicia con el retroceso de la línea de implantación frontotemporal, las clásicas entradas. Luego continúa en la zona media superior y en la coronilla hasta que estas dos zonas calvas se juntan. Finalmente, el pelo desaparece en toda la cabeza salvo en la zona de la nuca y las orejas.

En las mujeres comienza a clarear la zona de la raya media y aumenta poco a poco hasta abarcar toda la zona superior de la cabeza. Aún así, suelen conservar la porción de pelo más frontal.

Medidas de higiene
Cuando el cabello está reseco o quebradizo, y la pérdida de pelo se produce porque se rompe el tallo, la solución es hidratarlo para reducir el porcentaje de rotura. No obstante, el doctor López Bran advierte de que esto no suele ser el principal problema, excepto en personas que abusan de las permanentes o las coloraciones de peluquería.

Para limpiarlo el experto sugiere rechazar productos que contengan altos niveles de detergente. En su lugar, recomienda un champú suave de uso frecuente, mejor si solo contiene ingredientes naturales.

El pH de un pelo normal estará en torno al 5.8, por lo que se recomienda un champú en torno a un pH 6 (neutro). Las personas con pelo graso necesitan un champú más alcalino, con un 8 de pH.

El acondicionador, dice el experto, debe aplicarse en cada lavado y la mascarilla una vez a la semana. En ambos casos, lo mejor es que sean productos específicos para la hidratación y el brillo del cabello, ya que el agua que contiene cada pelo se evapora con el calor.

En cuanto al secado debe hacerse con una toalla, una buena costumbre que puede completarse con el secado al natural o “a la temperatura templada de un secador, alejado suficientemente del cabello para no calentar o quemar el tallo, pues favorece la aparición de un pelo frágil”.

Al pasear, más aún a pleno sol, López Bran sugiere proteger el pelo con aceites naturales. Si sufres alopecia o pérdida abundante de pelo tienes que usar un sombrero, una gorra o un pañuelo.

Una dieta equilibrada
“Cabe destacar que es necesario beber agua todo el año, aproximadamente un litro y medio al día los adultos. Nuestro cuerpo necesita hidratación y, por tanto, nuestro cabello, también”, apunta el dermatólogo.

La alimentación debe ser equilibrada, como la dieta mediterránea, y a menos que exista una advertencia médica debe incluir alimentos ricos en zinc, más aún si las personas son vegetarianas y veganos o si la mujer está embarazada: chocolate negro, huevos, cacahuetes y carne de cerdo.

Legumbres, cereales, frutos secos, hígado, vísceras, mariscos, ciruelas y pasas, pues son ricos en cobre. También otros altos en cistina como la carne de cerdo, pato o pollo, pescados, leche y derivados; y vísceras, como el hígado.

Tampoco deben faltar los huevos, los vegetales, los frutos secos y carnes rojas.

Hábitos de vida saludables
Dormir y descansar inciden en la salud y refuerzan la belleza de la melena o de la piel. Aún así, dejar de fumar, respirar aire puro, consumir bebidas alcohólicas y bebidas azucaradas con mucha moderación, abandonar el sedentarismo y practicar ejercicio físico a diario, adaptado a nuestras circunstancias vitales, mejorará el vigor de nuestro cuero cabelludo y los folículos que allí se desarrollan.

Para el doctor Eduardo López Bran hay que añadir “una situación tranquila en el ámbito familiar, social y laboral, evitando el temido estrés que conlleva que se acelere la pérdida del pelo, o que incluso se desencadene cuando está latente”.

Por este motivo, por nuestra salud, nuestra piel y nuestro cabello “hay que tomarse una buena cucharada de sentido común y una rebanada de buen humor cada día al salir el sol… un buen trato con los demás nos permitirá transitar mejor por esta vida”, concluye.