Cuatro formas de conservar los alimentos en días calurosos

Entérate cómo cuidar de tus alimentos con cuatro métodos y podrás hacer nuevas recetas y experimentar nuevos sabores.

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Los médicos proponen más consumo de vegetales. Foto/EDH

Por Agencias AP

2019-09-15 7:00:12

1. Congelados

Esta es la forma más sencilla y accesible de conservar todo tipo de productos.

Las dos sugerencias más importantes para hacerlo son utilizar bolsas y contenedores aptos para la congelación.

“Para que los alimentos se hielen más rápido, enfríalos primero”, sugiere Eugenia Bone, la autora de los libros “Microbia” (2018), “The Kitchen Ecosystem” (2014) y el nominado al premio James Beard a la excelencia culinaria “Well Preserved” (2009).

“Cuanto más lento es el proceso de congelación se forman cristales de hielo más grandes, eso puede provocar que las paredes celulares del producto a helar se rompan y al descongelarlo se ablanden demasiado”, alerta.
Para evitar quemaduras en el congelador que pueden afectar el sabor y la textura de los alimentos, usa bolsas de plástico, envolturas o recipientes diseñados específicamente para el frízer.

Si usas un recipiente, deja la cantidad correcta de espacio en la parte superior, ya que los alimentos se expandirán cuando se congelen. Demasiado espacio extra resultará en aire atrapado.

Las bolsas con cierre de cremallera a prueba de congelador son excelentes, porque se etiquetan con facilidad, exprimen el exceso de aire, se congelan en bandejas, se pueden apilar vertical u horizontalmente para ahorrar espacio y son reutilizables.

Si quieres blanquear frutas y verduras antes de congelarlas, colócalas en agua hirviendo y luego en un hermético con agua helada. Así mejorarán su calidad después que se deshielen.

Las frutas con piel se pueden escaldar, deshuesar y pelar antes de almacenarlas en el refrigerador y estarán listas para consumir.

Para evitar la aglomeración de comidas en tu nevera, esparce la fruta en una bandeja de horno, déjala en la refrigeradora para que se enfríe un poco y cuando esté lo suficientemente helada, guárdala en un contenedor o en bolsas. Es importante realizar este proceso antes de colocar la comida en el frigorífico.

Al congelar enteros los tomates la cáscara se caerá fácilmente, como si los hubieras blanqueado o pelado durante el proceso de descongelamiento. Mejor intenta asarlos primero para que eso no suceda.

La mayoría de las verduras y casi todas las frutas tienen una textura más suave cuando vuelven a su temperatura normal, pero eso depende del frío al que fueron expuestas. Si pasaron mucho tiempo cerca de cero grados Fahrenheit, se conservarán mejor.

La fruta congelada puede usarse en batidos y postres helados o, si la estás descongelando, en una tarta o postre horneado.

Las verduras que se pueden enfriar son los frijoles, el brócoli, la col de Bruselas, el repollo, la coliflor, el maíz, la berenjena, las hierbas, el tomate y el calabacín.

En cuanto a las frutas, considera las manzanas, bayas, cerezas, higos, duraznos, melocotones y ciruelas.

2. Envasados

Hay dos formas principales: el baño de agua hirviendo y el envasado a presión.

El primero consiste en guardar alimentos en frascos de vidrio. Calienta los depósitos en una olla con agua hirviendo durante un período de tiempo prescrito. El calor expulsa el aire, esteriliza los alimentos y crea un vacío que hace que la brida de goma de la tapa se selle.

Este método funciona con alimentos naturalmente ácidos, frutas y productos alcalinos que han sido acidificados, como los encurtidos. Las verduras y los champiñones no se pueden enlatar con este método, a menos que se acidifiquen.

Por otra parte, el enlatado a presión requiere una envasadora apropiada (no una olla a presión). Genera calor de vapor que puede alcanzar una temperatura más alta que la ebullición. En ese caso, los alimentos alcalinos sí se pueden enlatar de forma segura sin acidificación.

Las envasadoras a presión deben comprarse según el tipo de estufa que tengas y la cantidad de alimentos que planeas envasar. No olvides que siempre debes probar el sello.

“La mejor manera de hacerlo es esperar hasta que el frasco se haya enfriado por completo. Luego, retira la banda y mira si puedes levantar el frasco por el borde de la tapa. Si no derrama el contenido de su frasco por todo el mostrador, entonces sus sellos son buenos”, explica Eugenia Bone. El enlatado incorrecto puede resultar en el crecimiento de agentes dañinos.

Algunos alimentos que puedes conservar y que por su alto contenido de ácido se pueden envasar en baño de agua hirviendo son las manzanas, bayas, cerezas, higos, duraznos, peras, ciruelas, tomates (con acidificación adicional).

Los alimentos bajos en ácido para enlatar a presión incluyen los frijoles, zanahorias, maíz y pimientos.

3. Encurtidos

Hay muchos métodos para hacerlo, pero te recomendamos los encurtidos fermentados con sal o salmuera, y encurtidos rápidos que usan vinagre.

El decapado acidifica las verduras para que puedan ser enlatadas en baño de agua de forma segura. Así se encurten verduras, se elabora chutney (condimento agridulce) o condimentos con productos picados. En todos los casos se aplican la mayoría de las técnicas y reglas del enlatado regular.

Existen algunos métodos de decapado que no implican enlatado, como los encurtidos de refrigerador. Estos no tienen la vida útil de los encurtidos procesados, deben mantenerse fríos, ofrecen un sabor fresco y generalmente una textura crujiente.

Los alimentos más apropiados para encurtir son las manzanas, coles de Bruselas, zanahorias, maíz, pepinos, berenjenas, tomates verdes, pimientos picantes, cebollas, peras, ciruelas y cáscara de sandía.

4. Secado o deshidratación

Consiste en secar alimentos sin dejarlos ni demasiado o poco maduros y sin hematomas ni golpes.

En algunos casos, los productos a secar deben tratarse previamente, ya sea blanqueados o sumergidos en soluciones para retener el color y la textura.

Para lograrlo sigue las instrucciones específicas de cada alimento, así garantizas la calidad y la seguridad.

Los métodos de secado incluyen secado al aire, secado al horno y el uso de un deshidratador, este es el más confiable.
Si crees que vas a secar los alimentos regularmente, invierte en un deshidratador eléctrico. Bone recomienda uno con un termostato cerrado que oscile entre 85 y 160 grados Fahrenheit, un ventilador para hacer circular el aire y bandejas de plástico.

Los productos aptos para deshidratar son las manzanas, cerezas, maíz, higos, uvas, pimientos picantes y dulces, champiñones, duraznos, peras, ciruelas, judías y tomates pequeños.

Otros consejos

La agencia española Efe comparte algunas sugerencias para conservar bien las comidas en el refrigerador.

1. No introduzcas alimentos calientes. Si lo haces, produces una subida rápida de la temperatura y pones en situación de riesgo todo lo que almacenas.

2. Si necesitas enfriar algo rápidamente, puedes meterlo al baño maría de agua fría o colocarlo encima de una rejilla en un lugar fresco.

3. Cubre de forma hermética todos los productos que guardes en la nevera.
4. Etiqueta los productos y comidas ya elaborados para consumirlos por orden de caducidad.

5. No refrigeres las conservas que ya empezaste a comer en su envase original si es metálico. Cámbialo a un táper y escribe la fecha de caducidad en la tapa.

6. Utiliza papel de cocina, rejillas o coladores para evitar que los alimentos estén en contacto con el agua que sueltan y se pudran. Un buen truco para mantener crujiente mucho más tiempo las hojas de lechuga, consiste en lavarlas en abundante agua fría, centrifugarlas bien y guardarlas en la nevera en un bol con papel de cocina en su base.