Condenas desde 56 a 193 años de prisión impuso el Tribunal Antimafia de Sentencia de Santa Ana a cuatro cabecillas de la mara Salvatrucha (MS), capturados en la operación Tecana que permitió a las autoridades desarmar la red financiera esa agrupación criminal en el Occidente del país.
Otros 74 pandilleros también fueron condenados en este primer juicio, de los cuales 15 accedieron a declararse culpables en un proceso abreviado (juicio corto) por lo que les impusieron penas de tres a cuatro años de prisión.
Todos fueron condenados por homicidio, lavado de dinero, planificación de homicidio, extorsión y organizaciones terroristas.
Entre los cabecillas condenados figura César Antonio López Larios, apodado “Greñas”, quien recibió una pena de 193 años de cárcel por diez homicidios, lavado de dinero y soborno. López Larios, es el cabecilla principal de la mara Salvatrucha en Santa Ana, según las autoridades fiscales.
Este cabecilla vivió en Estados Unidos desde donde ordenaba crímenes en El Salvador.
Los pandilleros subalternos le enviaban dinero de las extorsiones para que este viviera con comodidades en Estados Unidos. Fue deportado en junio de 2018.
La Fiscalía General le probó con escuchas telefónicas que pagó 25,000 dólares para que asesinaran a un testigo que lo incriminaba en homicidios, lavado de dinero y extorsión. Sin embargo, el testigo pudo ser alertado y no se concretizó el atentado.
Otros cabecillas sentenciados en el mismo caso son: Rony Noé Meléndez Marroquín, Omar Stanley Mancía Ramírez y Nelson Alejandro Benítez Ramos. A ellos los impusieron condenas de 78, 105 y 56 años de prisión por diez homicidios, lavado de dinero y organizaciones terroristas, respectivamente.
Estos tres últimos se encargaban de dirigir estructuras de pandillas que operaban en distintas zonas de Santa Ana y se encargaban de administrar el dinero de las extorsiones al invertirlo en negocios que les generaban ganancias. Falta todavía que el mismo tribunal instale un juicio en contra de otros 18 pandilleros detenidos y 25 prófugos, siempre por los mismos delitos.