Aunque las grandes ciudades aún se mantendrán cerradas por lo menos hasta el 10 de mayo, los gobiernos ya están autorizando que las personas salgan tomando en cuenta el distanciamiento social, el no hacinamiento de personas y medidas de bioseguridad.
Aún no se abren los negocios ni permiten el regreso a clases, como ya ha ocurrido mayoritariamente en Asia y en Europa, poco a poco los latinos se preparan para intentar retomar su vida como la conocían antes del COVID-19.
Argentina hará una reactivación segmentada por municipios, el país ya superó más de la mitad del plan para enfrentar el coronavirus. Así al menos lo asegura el Gobierno de Alberto Fernández pues las estimaciones oficiales apuntan a que dicho está en la tercera de cinco etapas, llamada segmentación geográfica.
En Brasol el presidente Jair Bolsonaro ha dicho que es necesario que los trabajadores sigan yendo a laborar para que la economía no colapse.
Dicho Gobierno dijo que está trabajando en el “Plan Pro-Brasil” para estimular económicamente la infraestructura, la minería, la energía y el desarrollo regional, sin que todavía se conozcan las fechas o los montos concretos.
Mientras que Colombia sale del confinamiento para retomar actividades como la construcción y la manufactura.
Además, desde el 27 de abril las personas pueden salir a hacer ejercicio, solo que a ciertas horas y respetando el distanciamiento social.
México retomaría las actividades bajo la presión de la industria automotriz, su apuesta por la reactivación es similar a la de Brasil. No solo porque aquí cada uno de los 32 estados toma sus propias medidas, sino porque también ha habido choques entre las autoridades locales y la Presidencia.
Desde mediados de marzo, los gobernadores de por lo menos ocho estados decretaron el aislamiento total en sus territorios y criticaron la falta de acción por parte del mandatario Andrés Manuel López Obrador. A los pocos días, el 30 de marzo, el gobierno federal declaró la emergencia sanitaria y aplicó tres grandes restricciones para todo México: prohibir las aglomeraciones, cesar todas las actividades no esenciales y recomendar la “limitación voluntaria de movilidad”.