Mantener la cuarentena por al menos 15 días más, como pretende el presidente Bukele, se volverá insostenible para el mismo Gobierno, según economistas de la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (Fusades).
Mientras más días transcurran, los gastos del Gobierno seguirán aumentando, pero a su vez los ingresos tributarios seguirán cayendo como producto de la inactividad productiva. Además, su capacidad de endeudamiento se limita cada vez más a medida que no se logra aterrizar un plan económico gradual y las tensiones políticas crecen.
“Si se prolonga mucho más la cuarentena, el Gobierno no podrá sostener todos los gastos si a la vez tiene inmovilizada la economía”, dijo Carolina Alas de Franco, analista del departamento económico de Fusades.
Solo en la entrega de paquetes alimentarios se ha dicho que el Gobierno distribuirá 3.4 millones de bolsas con 32 libras de insumos básicos para las familias más necesitadas que les llegarán hasta la puerta de su casa a nivel nacional.
Inicialmente se entregarían 1.7 millones de paquetes a igual número de hogares con una inversión de $50 millones mensuales mientras dure la pandemia. Pero hace nueve días, el presidente Bukele afirmó que incrementaría a 3.4 millones el número de paquetes, lo que implicaría un gasto de $50 millones más.
“Los paquetes de alimentos serán adquiridos por el Gobierno a precio de mayoreo masivo, pero tendrían un valor de mercado de 50 dólares cada uno”, afirmó Bukele el 24 de abril.
Te puede interesar: Fusades: Gobierno debe respetar Estado de derecho y velar por sostenibilidad fiscal
Además, se ha informado oficialmente que han entregado más de 1 millón de “cestas solidarias” para cinco días cuyo costo de mercado ronda los $10. Tomando como base ese precio, el Gobierno ha gastado $10 millones en esos paquetes que se han entregado a través de las 262 alcaldías del país.
También se informó que entregaron $375 millones a través de dinero en efectivo ($300) a 1.5 millones de hogares. Según el ministerio de Hacienda, este financiamiento proviene del Fondo de Protección Civil, Prevención y Mitigación de Desastres (FOPROMID).
En un inicio Bukele dijo que el monto a entregar sería de $450 millones y luego Carolina Recinos, comisionada presidencial, aseguró que este dinero fue financiado con la colocación de $246 millones en Letras del Tesoro (Letes).
Sobre esta entrega de dinero en efectivo, un informe de la Corte de Cuentas enviado a la Asamblea Legislativa señala que se han entregado $30 millones bajo criterios desconocidos a 100,000 beneficiarios del bono de $300 dólares para familias afectadas durante la cuarentena.
Todos estos gastos solo en alimentación significan al menos $485 millones, una cantidad que no puede considerarse exacta debido a que las cifras están dispersas entre las instituciones involucradas. A estos gastos se deben sumar las exenciones de pago por más de dos meses que se le han permitido a las familias vulnerables por el COVID-19 y que afectan sobre todo los ingresos de instituciones como ANDA, que ha dejado de percibir millones de dólares necesarios para seguir con el suministro y mantenimiento de la red.
También se suman los gastos médicos e insumos para la readecuación de hospitales, entre otros. Según el reporte de Hacienda, se han transferido un total de $513 millones entre todos los gastos.
Sin embargo, un reporte del Fondo Monetario Internacional (FMI) calculó que el gasto del Gobierno por la pandemia sería de $916 millones.
Te puede interesar: Expertos opinan que informes de Gobierno relacionados con el COVID-19 son insuficientes
Ingresos van “en picada”
Pero para sostener estos gastos, el Estado necesita fondos, y es precisamente lo que está perdiendo. Al 15 de mayo el Ministerio de Hacienda ya reportaba una pérdida de $448 millones en ingresos tributarios, como producto de la paralización económica.
Esta semana el ministro de Hacienda dijo que los ingresos “van en picada”, pero aún así, apoya la idea de mantener por más días la cuarentena, aduciendo que el país todavía no aplana la curva de contagios.
El funcionario calcula que al finalizar el año el país tendrá un faltante (déficit fiscal) de aproximadamente $990 millones, pero los cálculos del FMI son aún mayores. De acuerdo al organismo, el déficit fiscal superaría los $2,200 millones.
“El Gobierno no tiene la capacidad para seguir prolongando esta cuarentena. El gasto se está disparando”, señaló la analista económica de Fusades.
Finanzas complicadas
Los gastos en alimentación y ayudas monetarias para las familias no representarían un gasto preocupante para el Gobierno si éste no tuviera un escenario fiscal tan apretado como el que encontró.
Antes de la pandemia su deuda ya superaba el 70 % del PIB y su presupuesto anual 2020 (uno de los más grandes en la historia del país) también tenía un faltante de $645 millones que tenía que conseguir a través de préstamos.
Hasta mayo las finanzas ya mostraban un declive, pero Alas de Franco asegura que esta reducción de ingresos será mucho peor en los próximos meses pues la economía no se recuperará fácilmente.
Leer además: Pago de salario a diputados puso en vilo al Ministro de Hacienda
Y para llenar el hueco fiscal que ya se tenía más los gastos que se adquirirán en el transcurso de la pandemia, el país tendrá que recurrir a deudas que no son fáciles de conseguir, sobre todo con un escenario cada vez más polarizado entre el Ejecutivo y la Asamblea Legislativa.
“La cuarentena estricta nos lleva a un mayor endeudamiento y hay que ver hasta qué punto se puede conseguir más financiamiento. La cuarentena ya nos encontró frágiles”, añadió.
Hasta hoy, de los $3,000 millones solicitados para ayuda a empresas y alcaldías, solo ha conseguido $389 millones del FMI, que necesitan una última aprobación en la Asamblea para poder usarlos.