Uno de los principales problemas que enfrentan en estos momentos los más de 400 sindicatos que se encuentran acéfalos es que sin credenciales no tienen fuero sindical y eso los deja vulnerables a despidos, además que sin personería jurídica tampoco pueden realizar procesos financieros.
Idalia Zúniga, secretaria general del Frente Salvadoreño Magisterial, afirma que no se sienten representados por el actual ministro de Trabajo, Rolando Castro, quien les ha negado las credenciales.
“El año pasado nos entregó vencidas las credenciales en agosto, tenían vencimiento desde el 5 de mayo y quedamos de nuevo en acefalía. Es inoperante (el ministerio) en el caso que no tienen la capacidad de resolver”, apuntó Idalia.
El hecho de que no les den las credenciales les limita mantener los contratos colectivos e individuales de trabajo para los empleados.
Tampoco funciona el fuero sindical de las directivas y algunas seccionales, lo cual les inquieta, sobre todo en momentos en que en las alcaldías y en Asamblea Legislativa se están dando movimientos que señalan de arbitrarios.
Idalia agregó que desde 2019 que el gabinete del presidente Nayib Bukele entró al poder no les entregan las credenciales en tiempo.
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Para Sonia Urrutia, de la Federación sindical de trabajadores para la justicia laboral de El Salvador (Festrajusal), la preocupación es la estabilidad laboral ante la falta de credenciales. “Alguien lo puede despedir sin ninguna justificación, personas que critican al Gobierno irán para afuera. Hay una persecución política”, mencionó Urrutia.
Subrayó que no contar con las credenciales significa que los empleados corren el riesgo de despido por denunciar violación a sus derechos, por no contar con el fuero sindical. Ante ello, han unido fuerzas como afiliados para hacer valer sus derechos.
Las gremiales denuncian que no han recibido credenciales desde agosto de 2020 y ya estamos a mayo 2021 y aún no se las han entregado, pese a que la Ley de Procedimientos Administrativos dice que el Ministerio de Trabajo tiene 90 días para darles respuesta.
Ante estos atrasos, “ya hay sindicatos que han interpuesto sus quejas ante la Organización Internacional del Trabajo (OIT)”, dijo Urrutia.
Sin embargo, indican que siguen trabajando aún con la limitantes que les acarrea la falta de credenciales.
“La mayoría (de sindicatos) estamos de hecho y lo demostramos en las calles; claro, hay debilidad porque están dividiendo, amenazando a la gente en los centros de trabajo y obviamente a algunos dirigentes los convencen y se prestan en detrimento de la clase trabajadora, incluso les han quitado hasta los locales”, aseguró.
Wilfredo Berríos, del Frente Social y Sindical, agregó que las credenciales se le entregan únicamente a aquellos movimientos sindicales afines al Gobierno.
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“Está liderado por Rolando Castro (el Ministerio de Trabajo), quien no ha entregado las credenciales a organizaciones sindicales que no son de su agrado y que no van a hacer lo que ellos quieran”, señaló Berríos.
Las denuncias de estos sindicalistas se dan en el contexto en el que el sindicato de trabajadores de la Asamblea Legislativa (Sitral), liderado por Luis Ortega, ha denunciado también atropellos a los derechos de los trabajadores por parte de las nuevas autoridades de la actual legislatura, dominada por diputados del oficialismo.
Incluso existe un nuevo sindicato en dicho Órgano, el Sindicato de Empleados y Empleadas de la Asamblea Legislativa (SEAL), al que reconoce el nuevo presidente de la Asamblea Ernesto Castro.
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“Nos hemos declarado en alerta ante las diferentes violaciones que este Gobierno está cometiendo en contra de los derechos humanos, constitucionales, etcétera. Desde que este Gobierno llega, para el pueblo salvadoreño, para la clase trabajadora, significa un verdadero retroceso. Nunca en la historia habíamos visto que un ministro de Trabajo entregara credenciales 15 días antes de vencer”, denunció Urrutia.
Según la dirigente, el 85 % de las organizaciones sindicales son a las que se les ha negado el derecho de inscribir sus juntas directivas por no contar con credenciales y esto establece una violación tanto a la Constitución como a los convenios internacionales.
Tras una conferencia en el ministerio el pasado 17 de mayo, El Diario de Hoy consultó al ministro Rolando Castro sobre las denuncias de los sindicalistas y respondió que las credenciales se están entregando a tiempo y con base al debido proceso.
“Lo que pasa que hay sindicatos que a veces entra la información y no entra completa, ese es el informe que tengo, que hay sindicatos que presentan la información incompleta, se les hacen los hallazgos correspondientes, que subsanen, y todavía hay una persona que les está ayudando a subsanar eso hallazgos, ya luego se les entregan las credenciales”, aseveró el funcionario.
Urrutia consideró que “hemos vuelto a aquellos años de 1949 cuando no teníamos el derecho amparado en la Constitución y existían los sindicatos de hecho, pero no de derecho, porque el derecho a la libertad de organizarnos surge a través de la reforma que se le hace a la Constitución en 1949”.
Debido al comportamiento de la actual Asamblea no ven en el panorama la oportunidad de poder proponer reformas o sugerencias de ley en la Comisión de Trabajo, añadió.
“Para nosotros como clase trabajadora esto es muy grave porque, con los últimos acontecimientos, nos preguntamos a dónde vamos a ir a interponer un Habeas Corpus cuando la Sala de lo Constitucional va a estar al servicio del Ejecutivo”, expresó la sindicalista.
Berríos acotó que hay sindicatos como el del sector construcción que ya no forma parte de sus federaciones, al igual que en el caso de Sindicatos de la Industria de Trabajadores de las Comunicaciones (SITCOM), porque tampoco han recibido credenciales. Afirmó que hay otros sindicatos paralelos en el sector, pero que son afines a Nuevas Ideas.
“En algunos de los casos no se van porque ellos quieran, si no porque los amenazan con que los van a desalojar si siguen con nosotros”, indicó el sindicalista.
Berríos resumió que lo que se busca es la desarticulación total de los sindicatos y de las asociaciones, así como la eliminación de los contratos colectivos.