El sector ganadero es otro de los que está siendo afectado con fuerza por la crisis de la pandemia y las medidas tomadas en El Salvador para prevenir los contagios, ya que solo en la venta de la botella de leche están perdiendo un estimado de $225,000 dólares diarios.
A nivel nacional, El Salvador produce 1,500,000 botellas de leche al día, la que hasta hace dos semanas era vendida a la pequeña y mediana industria a $0.45 centavos la botella, sin embargo, desde hace cuatro días esos compradores solo les pagan $0.30 y amenazan con pagar aún menos por la unidad, aseguró Aníbal Santos, miembro de la Asociación de Regantes del Distrito de Riego de Atiocoyo Sur, en La Libertad.
“Uno de los problemas graves que estamos enfrentando es que a nosotros que vendemos leche los compradores nos han bajado a $0.15 la botella de leche, antes la vendíamos a $0.45 y ahora a $0.30; solo aquí producimos 30,000 botellas de leche diarias, imagínese cuánto estamos perdiendo y ya nos dijeron que si sigue esta crisis a $0.25 nos van pagar la botella y si queremos así bueno. Se están aprovechando”, señala Santos.
A esto el productor le suma que muchas empresas que venden materia prima para concentrados para ganado también les han subido al menos un 20 % al precio, en estos días.
“Nos están ahorcando y no hallamos para dónde salir, así más rápido vamos a quebrar económicamente. Esto está pasando a nivel nacional, ya hablé con gente de San Vicente, de Chalatenango y están viviendo la misma situación; los procesadores nos están comiendo como productores”, lamenta el productor.
Más problemas
Por su parte Alfonso Escobar, presidente de la Asociación de Productores de Leche de El Salvador asegura que si esto sigue así, en unos cuatro meses el sector ganadero estaría enfrentado números rojos, ya que tampoco tienen la suficiente demanda para sus productos.
“Uno de los problemas más grandes es que un estimado del 90 % de las pupuserías están cerradas; los mercados están o totalmente cerrados o parcialmente funcionando, ya que varias alcaldías han tomado sus propias medidas y esos son centros de distribución de lácteos, por lo que no hay demanda de nuestros productos”, señala Escobar.
Otro problema es que siguen entrando es que lácteos de Nicaragua compiten directamente con los productores informales salvadoreños.
Según datos del Comercio Exterior del Banco Central de Reserva, en febrero entraron 2,906 toneladas de productos lácteos nicaragüenses y en febrero la cifra aumentó a 3,141 toneladas, es decir que incluso con la emergencia por el COVID-19, los lácteos provenientes de ese país siguen entrando a El Salvador en grandes cantidades.
Se debe evitar carencia alimentaria
En cuatro días desde que El presidente de la República decretó cuarentena domiciliar a nivel nacional, a varios ganaderos solo les están comprando la leche de un ordeño (hay dos ordeños uno por la mañana y uno por la tarde) por lo que estos solo están ordeñando una vez al día, o incluso a otros definitivamente ya no les están comprando la leche.
Para el presidente de Proleche lo grave de esto es que si el ganadero salvadoreño deja de producir y decide mandar la vaca al matadero, en lugar de perder la leche, no va a poder empezar a producir de la noche a la mañana nuevamente; es todo un proceso para que la vaca se preñe, para y comience a dar leche de nuevo.
Actualmente, son 250,000 trabajadores que dependen del sector ganadero entre zacateros, corraleros, cargadores, ordeñadores, entre otros y a estos se suman 60,000 ganaderos, por lo que la preocupación que manejan los productores es grande, asegura Escobar. En este sentido esperan que el gobierno analice la problemática y les ayude.