Infectados del virus comparten habitación con personas en observación

De acuerdo con un médico del hospital Saldaña, ninguno de los 13 pacientes positivos necesita atención hospitalaria pero los tienen ahí para evitar más contagios.

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El Ministerio de Salud no tiene un lugar especializado dónde aislar completamente a los infectados del resto de personas que están en observación. Foto EDH / Cortesía

Por Jorge Beltrán Luna

2020-03-28 5:30:43

Desde una colonia del norte de San Salvador, el padre de Edwin, el joven que está en la misma habitación que el infectado de 70 años procedente de Canadá, dice tener claro que las autoridades de Salud están actuando de forma negligente, tanto en el caso de su hijo, como a nivel general en el tratamiento de la pandemia de COVID-19. Dice que no hace falta ser un experto para entender que su hijo y las otras dos personas corren un verdadero riesgo de contagio al estar junto a un enfermo.

De su hijo afirma que fue llevado con engaños por un empleado del Ministerio de Salud. Que regresó de España el 2 de marzo y que nadie en su grupo familiar o vecindario se ha enfermado después de 25 días. Según él, ese tiempo es suficiente para que su hijo o alguno de su familia hubiera mostrado ya síntomas de contagio.

El padre de Edwin aseguró a El Diario de hoy que el jueves anterior fue a poner una denuncia ante el Ministerio de Salud por las condiciones en que se encuentra su hijo y por la incertidumbre de no saber qué pasará con él.

El mismo jueves en la mañana, afirmó, fueron a poner un recurso de hábeas corpus ante la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia.

El Diario de Hoy intentó obtener la posición oficial del ministerio de Salud sobre el caso específico de Edwin y sobre la queja de que personas cuyas pruebas han resultado negativas, están en las mismas habitaciones de pacientes contagiados, pero no hubo respuesta de parte de la Unidad de Comunicaciones a quienes se les envió la consulta por mensajería directa. Se intentó llamarles por teléfono, pero no atendieron la llamada.

Debería estar en aislamiento estricto

El infectólogo, Jorge Panameño, indicó que en el caso de los pacientes contagiados, éstos deben estar bajo un estricto aislamiento y sólo debería compartir espacios con otros infectados a una distancia no menor de un metro, siempre que fuera posible. De lo contrario, como en el caso de Edwin y las otras dos personas, éstos se convierten inmediatamente en casos sospechosos por estar en contacto con un caso confirmado y que, igualmente, deberían de ser manejados en aislamiento y con monitoreo clínico y de laboratorio (haciendo pruebas constantemente) cercanas y periódicas.

Pero de acuerdo con Edwin, el paciente infectado con quien comparten habitación, sólo tiene una mascarilla de las más sencillas, de las quirúrgicas, está sin guantes y la cama de él está a menos de dos metros de distancia. Según Panameño, ese paciente debería, cuando menos, de estar con mascarilla, con estrictas reglas de higiene y distanciamiento social de por lo menos entre dos a tres metros.

Pero nada de eso existe en el hospital Saldaña.

A Edwin le tomaron la prueba de COVID-19 el jueves 19 de marzo pero al jueves 26, no estaban aún los resultados, según se escucha en un audio proporcionado por el joven aislado.

“Ninguno de los 13 contagiados necesita hospitalización”

Ese mismo día, un médico les dijo a los pacientes que los doctores del Saldaña no tenían los resultados, sino que lo informaban vía telefónica con nombre y apellido del paciente; que los resultados podrían tardar horas o semanas. El médico les aclaró que si las muestras arrojan resultados negativos, eso no implica que iban a salir de inmediato del hospital; “que no comieran ansias”, porque ellos no estaban en cuarentena sino aislados y que, como tales, su permanencia en el hospital era indeterminada.

Les puso como ejemplo el caso de una mujer que tenía como un mes de estar en el hospital a pesar de que las pruebas le salían negativas. Que enviar a cuarentena domiciliar o cualquier otra medida similar eran decisiones del nivel central basadas en un comité de epidemiólogos y expertos en el tema.

Cuando le preguntaron por qué al paciente positivo (médico de profesión) no le estaban dando la atención adecuada, el galeno les respondió que “no todo paciente que resulta positivo necesita pasar a una unidad de cuidados intensivos o un manejo especializado”. Les hizo hincapié en que el COVID-19 es una gripe común y corriente, aunque si no se le da un manejo adecuado se puede complicar, pero en general se le trata como simple gripe que solo amerita suministrar al paciente loratadina, acetaminofén y guardar reposo.

Según lo que el galeno del hospital Saldaña dijo a los tres jóvenes, en El Salador, en este momento, ninguno de los casos positivos amerita atención hospitalaria y que están en hospitales nomás para evitar propagación del virus.

“Solo sabemos que el 80 por ciento de la población que se ve infectada pasa el cuadro como una gripe ocasional, simple y sencillamente no pasa nada”, les afirmó.

Ante el temor de los tres jóvenes de resultar infectados por el paciente positivo y que por qué a éste no lo llevaban a un lugar adecuado, el médico les dijo que tenían razón en su miedo pero que no hay un lugar específico dónde tener a los que dan positivo.

Los pacientes del Saldaña viven lo que los periodistas con los funcionarios de Salud: reciben nula o mínima información sobre el manejo de los casos positivos.

Cuando uno de las personas le dijo al médico que uno de los cuatro había dado positivo, el médico se sorprendió.

Preguntó si el paciente se los había dicho pero los tres dijeron que “la doctora Recinos” se lo había informado. El profesional les aseguró que la doctora había cometido una gran indiscreción al decirle a éste que era positivo y que la iba a reportar a la dirección del hospital.