El COVID-19 le arrebató a la Policía a uno de sus mejores investigadores
Estas son tres historias de policías víctimas del COVID-19. Ellos salieron a la calle a cumplir su misión de servir y proteger ante todos; pero en esa labor se encontraron la muerte y ahora sus familias los lloran.
El inspector jefe, Douglas Fernando García Castro, fue uno de los mejores investigadores de extorsiones y secuestros que tenía la Policía Nacional Civil (PNC). Su amplia experiencia en el área de la investigación criminal data desde la extinta Policía Nacional (PN) donde alcanzó el rango de detective. Tras desaparecer ese cuerpo de seguridad por los Acuerdos de Paz, García Castro, quien era llamado Ruso en la corporación policial, decidió seguir su carrera policial al incorporarse a la nueva Policía Nacional Civil.
En la nueva Policía se desempeñó como sargento investigador por muchos años. Integró las unidades antisecuestros y antiextorsiones de la División de Investigaciones Criminales de la PNC. Por su amplia experiencia fue seleccionado para integrar la División Élite Contra el Crimen Organizado (Deco), donde ayudó a resolver muchos secuestros entre los años 1999 a 2001, detrás de los cuales operaban complejas organizaciones criminales.
También colaboró en la desarticulación de bandas de delincuencia organizada dedicadas al robo de bancos, cajeros automáticos, furgones con mercadería y de vehículos.
Su deseo de escalar más en su carrera policial lo motivó a aspirar a ser oficial de la Policía y fue así como obtuvo los grados de subinspector, inspector hasta llegar a inspector jefe.
Por su trayectoria y alta capacidad de investigación, las autoridades policiales lo nombraron al frente de la División Antiextorsiones de la Policía. Fue precisamente en una reunión de trabajo con jefes de investigación de San Miguel en la que pudo haber contraído el COVID-19. Este virus le pudo haber complicado su condición, ya que padecía una enfermedad crónica. “El Ruso” murió el 16 de mayo pasado en el hospital San Rafael de Santa Tecla, tras varios días de luchar entre la vida y la muerte.
Sus compañeros lo recuerdan como una gran persona, respetuoso, trabajador, con sensibilidad humana y un gran investigador.
Darío alcanzó su meta de ser oficial de la Policía
Darío Baldemar Rodríguez Martínez comenzó su carrera policial como agente de la Policía Nacional Civil (PNC). Se graduó como agente en una de las primeras promociones de la escala básica de la Academia Nacional de Seguridad Pública (ANSP), cuentan algunos de sus compañeros. Estuvo destacado en distintas delegaciones policiales hasta ser asignado como asistente en la Subdirección General de la Policía.
Era tan grande su deseo de seguir escalando en la carrera policial que decidió estudiar una carrera universitaria de la que se graduó como requisito para aspirar a ser oficial de la Policía, según compañeros suyos. Luego de haber cumplido con el curso de ascenso, Rodríguez Martínez obtiene el rango de subinspector en la ANSP y en los años posteriores aprobó los cursos de ascenso para inspector e inspector jefe.