El COVID-19 le arrebató a la Policía a uno de sus mejores investigadores

Estas son tres historias de policías víctimas del COVID-19. Ellos salieron a la calle a cumplir su misión de servir y proteger ante todos; pero en esa labor se encontraron la muerte y ahora sus familias los lloran.

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A “El Ruso”, como llamaban al inspector jefe Douglas Fernando García Castro, lo recuerdan en la Policía como un gran investigador, pero también como una gran persona, muy respetuoso.  Foto EDH / Archivo

Por David Marroquín

2020-07-08 10:00:58

El inspector jefe, Douglas Fernando García Castro, fue uno de los mejores investigadores de extorsiones y secuestros que tenía la Policía Nacional Civil (PNC). Su amplia experiencia en el área de la investigación criminal data desde la extinta Policía Nacional (PN) donde alcanzó el rango de detective. Tras desaparecer ese cuerpo de seguridad por los Acuerdos de Paz, García Castro, quien era llamado Ruso en la corporación policial, decidió seguir su carrera policial al incorporarse a la nueva Policía Nacional Civil.

En la nueva Policía se desempeñó como sargento investigador por muchos años. Integró las unidades antisecuestros y antiextorsiones de la División de Investigaciones Criminales de la PNC. Por su amplia experiencia fue seleccionado para integrar la División Élite Contra el Crimen Organizado (Deco), donde ayudó a resolver muchos secuestros entre los años 1999 a 2001, detrás de los cuales operaban complejas organizaciones criminales.

También colaboró en la desarticulación de bandas de delincuencia organizada dedicadas al robo de bancos, cajeros automáticos, furgones con mercadería y de vehículos.

Su deseo de escalar más en su carrera policial lo motivó a aspirar a ser oficial de la Policía y fue así como obtuvo los grados de subinspector, inspector hasta llegar a inspector jefe.

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Por su trayectoria y alta capacidad de investigación, las autoridades policiales lo nombraron al frente de la División Antiextorsiones de la Policía. Fue precisamente en una reunión de trabajo con jefes de investigación de San Miguel en la que pudo haber contraído el COVID-19. Este virus le pudo haber complicado su condición, ya que padecía una enfermedad crónica. “El Ruso” murió el 16 de mayo pasado en el hospital San Rafael de Santa Tecla, tras varios días de luchar entre la vida y la muerte.

Sus compañeros lo recuerdan como una gran persona, respetuoso, trabajador, con sensibilidad humana y un gran investigador.

Darío alcanzó su meta de ser oficial de la Policía

Darío Baldemar Rodríguez Martínez comenzó su carrera policial como agente de la Policía Nacional Civil (PNC). Se graduó como agente en una de las primeras promociones de la escala básica de la Academia Nacional de Seguridad Pública (ANSP), cuentan algunos de sus compañeros. Estuvo destacado en distintas delegaciones policiales hasta ser asignado como asistente en la Subdirección General de la Policía.

Era tan grande su deseo de seguir escalando en la carrera policial que decidió estudiar una carrera universitaria de la que se graduó como requisito para aspirar a ser oficial de la Policía, según compañeros suyos. Luego de haber cumplido con el curso de ascenso, Rodríguez Martínez obtiene el rango de subinspector en la ANSP y en los años posteriores aprobó los cursos de ascenso para inspector e inspector jefe.

Dario Baldemar Rodriguez Martinez fue un luchador y logro coronar sus aspiracion de convertirse en un oficial de la Policia. Corono una carrera universitaria. Era jefe de la PNC en Santa Cruz Analquito, Cuscatlan. Foto EDH/ cortesia

Pero sus logros y sueños durmieron con Rodríguez Martínez, la noche del domingo pasado, cuando murió en el hospital del Seguro Social de Santa Ana, donde estuvo internado por varios días. El Movimiento de Trabajadores de la Policía asegura que murió de COVID-19, pero las autoridades policiales lo registran como un caso sospechoso nada más. Sin embargo, otras fuentes policiales aseguran que murió de un paro respiratorio, sin dar más detalles.

Algunos compañeros aseguraron que él padecía de una enfermedad crónica, pero que en la corporación policial no le dieron permiso para retirarse a su casa y no exponerse al contagio del COVID-19.

Rodríguez Martínez era jefe de la Policía en Santa Cruz Analquito, Cuscatlán.

Algunos de sus compañeros, al lamentar su muerte, coincidieron en que este oficial era respetuoso con los demás, con alto espíritu de servicio, tranquilo y buena persona.

Jaime, el mensajero jovial que sirvió por más de 20 años en la Policía

Jaime Ernesto Velásquez fue mensajero por más de 20 años en la Policía Nacional Civil (PNC). En la corporación lo conocían como Jaimito, y como una persona jovial, bromista y respetuoso. Por varios años fue el encargado de llevar la correspondencia oficial de varios directores y subdirectores de la institución.

Jaimito también sirvió en las unidades disciplinarias y en las oficinas de control financiero de la corporación policial.
Su muerte ocurrió el 18 de junio pasado, luego de varios días de estar convaleciente en un centro hospitalario, según fuentes de la Policía.

Personas que le conocían cuentan que Jaimito padecía de una enfermedad crónica y que al contagiarse de COVID-19 se le pudo complicar le enfermedad.

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El es Jaimito, el mensajero que llevaba y traia correspondencia entre oficinas de directores y subdirectores policiales. Es recordado por su jovialidad y trato respetuoso. Foto EDH / Cortesia

El Movimiento de Trabajadores de la Policía informó en su oportunidad que Jaimito murió víctima del coronavirus, aunque las autoridades policiales no lo confirmaron ni lo desmintieron.

Agregaron las fuentes que Velásquez pudo haberse infectado del virus en alguna de las oficinas que a diario visitaba para ir dejar correspondencia.

Las autoridades policiales solo reconocen a 19 miembros de la PNC que han muerto por el COVID-19, mientras que el resto de los fallecidos en el marco de la pandemia los manejan como casos sospechosos.

Además señalan que, los policías y empleados administrativos que han muerto por COVID-19, tenían antecedentes de padecer de otras enfermedades crónicas como diabetes, hipertensión arterial, cáncer entre otras.