Enfermeras comunitarias, promotores de salud y gestores de tránsito serán los asignados para verificar e identificar la sintomatología por COVID-19 en las paradas de autobuses, informó, ayer, el ministro de Salud Francisco Alabí, con respecto a la circulación del transporte colectivo para el próximo 24 de agosto.
“Una enfermera comunitaria, promotor de salud o gestor de tránsito de manera eficiente van a evaluar en las paradas y van a verificando si los salvadoreños tienen sintomatología antes de poder abordar la unidad”, explicó en conferencia de prensa Alabí.
Además detalló que dentro del vehículo los pasajeros deberán cumplir con los protocolos que ya se han establecidos como uso obligatorio y adecuado de mascarilla, uso de alcohol gel.
Agregó que el personal asignado para control en los automotores también verificará la limpieza de superficies metálicas, en las que se ha demostrado que la persistencia del virus.
Pero para los transportistas, el reto de que los pasajeros cumplan con exactitud el protocolo les parece grande.
“No va andar una persona cuidando que no coman, eso sería trabajo de una persona para que no coman en el bus o no saquen el celular; después de eso los vendedores cuando vienen para adentro del bus nadie los detiene, en ese caso tal vez tendremos que fallar nosotros porque no podemos agarrar a palos a los vendedores para que no se suban” advirtió Delis Reyes, presidente de la asociación de transportistas SCOTI DE R.L DE C.V.,
Además, consideró inviable el poder asegurarse que ninguno de los pasajeros, se quite la mascarilla a bordo de la unidad de transporte o coma dentro de esta.
Reyes opinó que durante los primeros días de la apertura económica la afluencia de personas en las terminales de buses aumentará de forma gradual, por tanto esperan que los usuarios cumplan con las recomendaciones.
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“La gente tiene miedo, no creo que se tenga una gran cantidad de gente que tenga que ir parada, eso es mentira, tal vez con el tiempo que se normalice. Ahora no se permite gente parada pero recuerde que hay mucha gente delicada o no con una buena educación y que anda su pistola, existe el riesgo de que la saque y amenacen al cobrador por exigirle que cumpla el protocolo”, comentó Reyes.
En cuanto a la limpieza y desinfección de las unidades los empresarios de transporte como los trabajadores deben cumplirlos con cada viaje que realice la unidad de transporte, “antes de entrar a la meta para que los pasajeros lo abordan, se dará el alcohol gel y exigiendo la mascarilla si no la anda no pueden subir” señaló Reyes.
Los encargados de la Terminal de Buses de San Miguel SCOTI DE R.L DE C.V, informaron que están lista para recibir a los usuarios y transportistas que brinda servicios para diferentes municipios de la zona oriental del país y San Salvador, cumpliendo las medidas de desinfección en las instalaciones y unidades de transporte, declaró Reyes, presidente de la asociación.
Reyes añadió que el protocolo de limpieza lo han ejecutado en los últimos meses a pesar de no ofrecer el servicio en toda su capacidad e incluso han realizado mejoras en las instalaciones con el fin de brindar mejor atención al pasajero y evitar que la terminal se convierta en un centro de contagio.
Sin embargo, Reyes advirtió que las medidas establecidas por el Viceministerio de Transporte (VMT), en el Protocolo para la Prevención del COVID-19 en el Sistema de Transporte Público de El Salvador, no todas son viables.
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Según el protocolo las unidades deben de trabajar con el 50% de su capacidad pero circular el 100% de la flota, eso es algo que Reyes no comparte, “el impacto económico se siente cuando dicen que no se puede andar a más de 10 personas, para nosotros eso es una amenaza porque como vamos a poder trabajar con 10 personas no sacamos ni los gastos, tendrían que llevar siquiera en cada asiento dos personas y poder suplir las necesidades porque no todos los viajes son iguales” justificó.
El viceministro de Transporte, Saúl Castelar, anunció que mediante una capacitación se dará a conocer el protocolo sanitario para el sector de transporte y estiman preparar a 30,000 conductores y empresarios para evitar que los buses y microbuses se vuelvan foco de infección del virus.