Los momentos clave a un año del inicio de la crisis por COVID-19

Naciones Unidas declaró Emergencia de Salud Pública Internacional por el virus el 30 de enero de 2020. Hacemos un recuento de los hechos más importantes de la pandemia.

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Wuhan, capital de la provincia de Hubéi, fue el primer lugar donde se detectó el nuevo coronavirus en diciembre de 2019. Foto EDH / AFP

Por Carlos López Vides / Agencias

2021-01-29 9:30:14

La ansiedad por la vacunación contra COVID-19 marca la agenda de la pandemia en la actualidad, con la incertidumbre sobre su efectividad y el largo tiempo que está tomando para llegar a los distintos países del mundo. Mientras, el virus no cede y los números siguen creciendo. Según la Universidad John Hopkins (EE. UU.), que ha llevado un recuento global del comportamiento del virus, 28,874,892 de contagios se reportan EE. UU, el país con más casos en el planeta, seguido de India (10,720,048), Brasil (9,058,687) e Inglaterra (3,783,593), hasta este 29 de enero. Y la cifra de fallecidos por el virus ya llegó a 2,201,401.

Hace poco más de un año, la población del planeta no se imaginaba estar en una situación así. Wuhan era una ciudad desconocida para la mayor parte del mundo aquel 31 de diciembre de 2019, que pasó a la historia por convertirse en el origen de la pandemia que ahora vivimos.

En primer plano, un ciudadano transita en bicicleta en una calle desolada y en segundo plano, podemos ver el cadáver de un hombre vestido de negro con una máscara facial que yace en el pavimento. Esta imagen es del 31 de enero de 2020. Foto AFP/ Hector RETAMAL

En el último día de 2019, el Gobierno de China avisó a la Organización Mundial de la Salud (OMS) que en esa localidad habían comenzado a detectar una enfermedad desconocida que afectaba al sistema respiratorio.

Al día siguiente, se cerró el mercado de pescados de Wuhan, el cual ya había sido visitado por los primeros infectados. El 3 de enero, ya científicos chinos habían definido la estructura genética del virus, y cuatro días después la OMS descartó que se tratara de SARS (síndrome respiratorio agudo grave) y dijo que era un nuevo tipo de Coronavirus, al cual denominó 2019-nCov.

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Para el 10 de enero de 2020, la información que se tenía sobre el virus era escasa. La Organización Mundial de la Salud, en trabajo conjunto con la Organización de las Naciones Unidas, publicaba en internet orientaciones técnicas y médicas para los países, para poder detectar casos y cómo gestionarlos.

Hasta ese momento, los datos científicos entonces disponibles apuntaban a que la enfermedad no se transmitía entre seres humanos, o su transmisión era muy limitada. Es decir, todavía no había comprensión de lo altamente contagioso que es el Sars-CoV-2. También los primeros estudios chinos arrojaban que el virus pudo nacer en Wuhan por el consumo de murciélagos.

En enero de 2020, el mercado de Wuhan estaba cercado y cerrado. HECTOR RETAMAL/AFP

Sin embargo, ya en esa fecha la OMS recomendaba a los profesionales sanitarios que adoptaran precauciones contra la transmisión de gotículas (por estornudos, tos o al hablar); pero aún no se indicaba a la población en general la mascarilla.

Con una velocidad que sorprendía a médicos y científicos, y que aún los tiene estudiando su comportamiento, este nuevo virus se propagó con rapidez. El 13 de enero aparecía el primer caso fuera de China, una mujer en Tailandia; el 21 de enero surgió el primer contagio en Estados Unidos, y el 24 de enero pasó lo mismo pero en Europa, cuando dos personas procedentes de China, y un familiar suyo, dieron positivo a la enfermedad en Francia.

Un día antes, el 23 de enero, apareció por primera vez una palabra cuyo significado luego experimentarían en carne propia casi todos los países del mundo: cuarentena. Wuhan ordenó confinamiento domicilario y el tráfico en la ciudad china se detuvo.

La crisis se vuelve internacional

El 30 de enero de 2020, la ONU declaró emergencia de salud pública internacional, incluso cuando solo había 82 casos fuera de China. Siete días antes, el doctor Tedros Adhanom Gebreyesus, director general de la Organización Mundial de la Salud, había convocado al Comité de Emergencias de la entidad, con expertos procedentes de distintas partes del mundo.

La preocupación por los niveles alarmantes de propagación del virus, ya no solo en China sino en otros países, llevó a que la OMS declarara como pandemia al COVID-19 el 11 de marzo. Para entonces, los estudios médicos ya arrojaban la alerta de la fácil transmisión de persona a persona de este virus, y comenzó la recomendación del uso de mascarilla, al menos de tela, para la población en general.

Las enfermeras se abrazan el 15 de marzo de 2020 en el hospital de Cremona, al sureste de Milán, Lombardía, durante el cierre del país destinado a detener la propagación del COVID-19. Foto Paolo Miranda / AFP

Para entonces, en los primeros seis días de marzo, en Italia el número de casos se había multiplicado por seis, y el 6 de marzo 14 ciudades de Lombardía, en Italia, entraron en cuarentena domiciliar.

Tomados a contramano por una enfermedad que ni los científicos y médicos comprendían, los gobernantes comenzaron a tomar decisiones. Algunos reaccionaron con rapidez en cuanto a la declaratoria de emergencia nacional, al cierre de aeropuertos y fronteras, y a la decisión de ordenar confinamientos para su población; otros no se tomaron en serio el COVID-19 e indicaron medidas menos restrictivas.

Francia comenzó a ordenar restricciones de movilización y confinamientos el 17 de marzo, e Inglaterra se decidía por la cuarentena el 23 de marzo. Tres días después, los casos en Estados Unidos ya sobrepasaban a los de China.

Imagen del 11 de marzo de 2020. El confinamiento ordenado en Roma, Italia, provoca esta escena en la Basílica de San Pedro. EFE/EPA/Massimo Percossi

Pero el avance del virus seguía con rapidez. Para el 10 de abril, la cifra de fallecidos por COVID-19 ya llegaba a los 100,000 en todo el mundo.

El 27 de junio, la OMS anunciaba que el número de casos positivos al nuevo Coronavirus en el mundo superaba los 10 millones.

Hospitales en crisis

A pesar de sus esfuerzos y recursos, el COVID-19 puso de rodillas los sistemas de salud de potencias como EE. UU., Italia, Inglaterra, Alemania o España. Para el 29 de septiembre, las muertes provocadas por el Sars-Cov-2 superaron el millón.

Mientras el virus seguía causando estragos, desde agosto comenzarona surgir las primeras voces de científicos sobre el avance en el desarrollo de una vacuna. Inició una carrera por hallar el fármaco adecuado, en medio de la urgencia por la cifra de casos, que el 7 de noviembre llegaba a los 50 millones en el globo.

La empresa Pfizer BioNTech fue la primera en ser registrada el 2 de diciembre, con una eficacia del 95% según la empresa, y a inicios de ese mes ya comenzó a ser aplicada en Inglaterra. EE. UU. siguió sus pasos el 14 de diciembre. Y otros países europeos procedieron también a ocupar esta vacuna.

La vacunación es la gran esperanza en este inicio de 2021, pero incluso con los fármacos aplicados en miles de personas, la ciudadanía deberá seguir ocupando los protocolos de bioseguridad por meses. / Foto EDH

Pocos días después, también alcanzaron certificaciones y comenzaron a ser aplicadas las vacunas Moderna y Sputnik.

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Las vacunas han abierto un horizonte de esperanza ante esta pandemia, pero los expertos epidemiólogos alertan que faltan meses como para que haya suficientes personas inmunizadas ante el COVID-19.

Por tanto, al menos durante meses e incluso cuando ya haya miles de personas vacunadas, el protocolo de higiene diario y el seguir las recomendaciones para evitar contagios seguirá siendo el pan de cada día, en El Salvador y en todo el planeta.

Hitos de la pandemia

11 de marzo 2020

La OMS decreta que el COVID-19 ha generado una pandemia global. El mismo día, el Gobierno de El Salvador anuncia el cierre de fronteras y suspende clases por 21 días, suspensión que luego sería extendida hasta llegar a la actualidad (enero 2021). Toma esa decisión cuando todavía no hay casos confirmados en el territorio salvadoreño. Ocho días después, el Gobierno detecta el primer contagio por el nuevo Coronavirus en el país.

24 de marzo 2020
El Comité Olímpico Internacional decide aplazar los Juegos de Tokio 2020, y en teoría serán en julio-agosto 2021, pero están en duda porque la pandemia no cede.

13 de mayo 2020
Como efecto del confinamiento prolongado en distintos países a nivel global, las Naciones Unidas anuncian que esperan una contracción del 3.2% en la economía del planeta. No ocurría algo así desde 1929, con la Gran Depresión.

El presidente Donald Trump mientras trabaja en su sala de conferencias en el Centro Médico Militar Nacional Walter Reed en Bethesda, Maryland, el 3 de octubre de 2020, después de dar positivo por COVID-19. Foto / AFP

2 de octubre 2020
Donald Trump, presidente de EE. UU. y que había dicho el 22 de enero que el COVID-19 “estaba bajo control” en dicho país, dio positivo al virus. Se recuperó en cuatro días.

2 de diciembre 2020
La empresa BioNTech Pfizer es la primera que logra la certificación internacional de la vacuna contra el nuevo Coronavirus. En menos de cuatro días, comienza la aplicación del fámarco en distintos países de Europa, y luego en EE. UU.

26 de enero 2020
La Universidad Johns Hopkins reporta que se ha llegado a la cifra de 100 millones de casos de COVID-19 a nivel planetario, y que los países con más numéro de contagios con EE. UU., India y Brasil. El avance del virus sigue siendo veloz, porque el 8 de noviembre el número de contagios era de 50 millones, una cifra que se duplicó en dos meses y 18 días.