Médicos ven baja en casos sospechosos de COVID-19

Milton Brizuela, presidente del Colegio Médico, dice que doctores en distintos hospitales nacionales reportan este descenso en los últimos 7 a 10 días.

descripción de la imagen
El Ministerio de Salud anunció el jueves el alta médica de 21 pacientes del Hospital El Salvador. Foto: @SaludSV

Por Carlos López Vides

2020-08-09 5:30:17

Milton Brizuela, presidente del Colegio Médico de El Salvador, explicó este sábado que médicos de la gremial que trabajan en distintos hospitales del país han visto, entre los últimos siete a 10 días, “un descenso drástico de pacientes con sospecha de COVID-19, que consultan o necesitan ser hospitalizados”, una buena noticia en medio de la pandemia, la cual de momento ya cobró la vida de al menos 536 salvadoreños, según datos oficiales.

“Me han hablado de unidades médicas del Seguro de Soyapango, del Hospital General, del Rosales, del San Rafael, del Zacamil; en Soyapango estaban celebrando la noche del viernes que no tenían ningún paciente COVID en el hospital. El Rosales ha cerrado dos griparios, en Zacamil uno de los griparios estaba desocupado ayer (viernes)”, detalló el médico, en conversación con El Diario de Hoy.

Más noticias sobre la pandemia en El Salvador, en este enlace.

Brizuela destacó que “están llegando menos casos a consultar, tanto personas que necesitan hospitalización, como personas que se les da manejo ambulatorio. En general, la consulta por sospecha de COVID o problema respiratorio ha disminuido. La percepción es que vienen en descenso los casos, y eso puede dar una oportunidad a una reapertura”.

Miltón Brizuela, presidente del Colegio Médico. Foto cuenta de Twitter @dialogo21

Esta reapertura debe darse bajo un acuerdo entre los órganos Ejecutivo y Legislativo, como lo estableció la Sala de lo Constitucional el viernes por la noche, lo cual es bien visto por el gremio médico, que hace un llamado para trabajar con más entendimiento y bajo un punto de vista técnico.

“Lo que hemos visto es caprichos de parte del Ejecutivo, y cierta confrontación entre los diferentes órganos. El llamado desde la gremial es que se pongan de acuerdo. Siempre hemos dicho que, una vez se termine el confinamiento, la reapertura económica y social tiene que ser ordenada y de acuerdo a datos concretos, como la cantidad de casos y fallecidos, y la cantidad de camas disponibles, especialmente las camas UCI. Que son datos que desgraciadamente no son confiables, porque los maneja de forma arbitraria el Gobierno, y no nos dan confianza de que sean los reales“, cuestionó Brizuela.

Alerta: Soyapango supera a San Salvador en número de contagios diarios de COVID-19 

La fecha límite que ha puesto la Sala es el 23 de agosto, para que Ejecutivo y Legislativo generen un camino consistente para la reapertura. Brizuela alertó que se tome en cuenta que “debería existir un mecanismo para que organizaciones como nosotros, o relacionadas con la Salud, tengan la capacidad de verificar los datos; como las pruebas, cómo se toman, a quiénes, los fallecimientos y las camas disponibles; para que con base en eso se vayan tomando las decisiones en periodos de 15 días, que es lo que se recomienda a nivel internacional, para ir haciendo la reapertura”.

Como especialistas en la Salud, el Colegio Médico ve con buenos ojos el documento que presentó la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (FUSADES), plan que implica un punto medular que la gremial ha solicitado de forma insistente desde que estalló la pandemia: la búsqueda activa de casos, aislamiento de esos casos, y darles tratamiento.

Pruebas, factor clave

En cuanto al número de pruebas para detectar COVID-19 que está corriendo el Ejecutivo, Brizuela consideró que las 2,400 diarias en promedio que está registrando el Ministerio de Salud son “insuficientes”, e invitó de nuevo a seguir el plan propuesto por FUSADES, donde “lo ideal es hacer un promedio del 2% de la población de pruebas diarias, estamos hablando de unas 137,000 pruebas diarias. Esto permitiría ubicar más casos asintomáticos, aislarlos y evitar que el contagio continúe. Los países que han tenido éxito en el control de la pandemia son los que usaron pruebas masivas”.

Otra experiencia que ha sido positiva en otros países es que laboratorios y hospitales privados también pueden correr pruebas de COVID-19, algo que no ocurre en el país. “El Gobierno ha puesto muchas trabas y cuesta arriba para que los laboratorios se les autorice. No sabemos con qué objetivo, si es mantener el monopolio de a quién le toma y a quién no las pruebas. Con base en eso hacen pública la información”, indicó Brizuela.

En las últimas semanas, el Ministerio de Salud ha realizado unas 300 pruebas en cabinas móviles en distintas ciudades del país, como La Unión, Soyapango, Sonsonate, Ahuachapán, etc., una estrategia que, desde el punto de vista técnico, no tiene sentido, dijo el titular del Colegio Médico.

“Lo están haciendo más con un objetivo propagandístico, no tiene ningún objetivo epidemiológico el avisar que van a llegar a buscar en tal lugar y que ahí llegue la gente, porque pueden llegar de diversos lugares”, explicó Brizuela. “Lo ideal es que hicieran una búsqueda activa de casos, y a los nexos de casos positivos también les tomaran pruebas. Si hay muchos casos en una zona se pueden hacer cercos sanitarios o cuarentenas focalizadas, para evitar que el virus siga circulando. En esas cabinas hacen 300 pruebas diarias… eso es insignificante para el seguimiento en una pandemia“, finalizó.