Desde el pasado 25 de junio, las redes sociales de Cinemark han transmitido una selección de cortometrajes regionales destacados del Festival Ícaro.
“Sabemos que son días para estar en el hogar y Cinemark quiere estar en estos, compartiendo lo mejor del séptimo arte centroamericano”, enfatizó Enrique Artiga, head regional de Marketing.
La selección de 12 producciones tiene como objetivo principal promover el trabajo de directores nacionales, guatemaltecos, hondureños, costarricenses y panameños.
Los metrajes se sumergen en los géneros experimentales y de animación.
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Algunos han ganado premios importantes como “Santitos”, un filme dirigido por el hondureño Ángel Maldonado nominado a Mejor Cortometraje Ficción Centroamericano Ícaro del año 2017. También fue parte de la selección oficial del Miami Film Festival / Best Shorts World Wide y obtuvo reconocimientos en el Festival Internacional de cortometrajes El Heraldo.
Entre estos cortos figuran dos producidos por salvadoreños: “SOÜF”, de Roberto Burgos y Eduardo Schönenberg, y “Amai” de Alex Cruz. Ambos salieron a la luz en 2018 y los realizadores coinciden al afirmar que no los crearon para participar en el Ícaro, directamente, pero la calidad es tan buena que les sugirieron participar en dicho festival.
“Como pueden ver, estamos muy emocionados por brindar a los salvadoreños estos filmes y que puedan hacer más amena la estadía en casa. En Casa Comal, seleccionamos siempre los mejores filmes centroamericanos para que puedan ser potenciados”, afirmó Jacob Jiménez, representante de Casa Comal, organizadores del Ícaro año tras año.
“AMAI”
Fue un proyecto que nació en 2017 y finalizó en febrero de 2018 con su respectivo estreno en el Festival Ícaro en Guatemala. “Lo realicé absolutamente solo, en mis tiempos libres. Desde el guion, la ilustración y el storyboard, y tuve el apoyo de una persona, quien le dio voz al personaje”, explicó Alex Cruz, diseñador gráfico especializado en animación digital para medios publicitarios.
En sus palabras, “Amai” se trata del primer ser que habitó en la tierra. No pudo soñar jamás porque era un alma dentro de la línea temporal, y la primera en reencarnar en alguien. Está llena de conocimientos y cada vez que vuelve a vivir evita cometer los mismos errores del pasado. “Me puse a pensar que cuando sueño, ‘¿podría ser Alex Cruz del pasado quien me habla?’. Sería genial tener un ente que te guíe”, confesó.
El propósito de “Amai” no era participar en el Ícaro. “Lo creé pensando en algo para mí, para verlo con mis amigos, pero los colegas me motivaron a participar y que lo mandara a festivales”, recuerda.
“Contaba con todos los recursos para echarlo a andar”, continuó. “Creaba la historia, iba dibujando y agregando escenas. Prácticamente se formó una historia en base a ello. Fue un proceso de descubrimiento y una experiencia bastante buena”.
Tal fue el éxito de su película que ganó espacios para proyectarse en otros eventos como el Festival de Cine de San Salvador, el Festival Internacional de Cine de Suchitoto y en los Premios Pixels 2018.
Actualmente, trabaja en otro proyecto que concibió en 2018. Se trata de una historia nueva, con una técnica de animación y un equipo más grande. “Simplemente está para ponerle manos a la obra”, reveló. Cruz desea presentarlo en festivales más grandes y así representar a El Salvador.
Su primer cortometraje fue “Huérfanos digitales” que también participó en Pixels 2017, donde ganó un premio por mejor guion y animación, y en Pixels 2018 cuando obtuvo una distinción especial a mejor guion.
No te pierdas esta historia de fantasía, drama y de amor puro, del que siempre está ahí, solo debes dejar abrir tu corazón.
“SOÜF”
Eduardo Schönenberg contó que el filme no fue concebido para participar en Ícaro.
“Una buena amiga mía tiene una marca de carteras llamada SOÜF, son elaboradas de madera que procede de árboles antiquísimos que se han caído. Ella los ha comprado y los ha tratado para hacer carteras. Como su marca es muy elaborada tratamos de hacer un video igualmente de elaborado”, explicó.
“En lugar de hacer un comercial donde apareciera una mujer comprando o enseñando una cartera a sus amigas, decidimos hacer una historia de fantasía”, añadió.
El video final se proyectó en Estados Unidos, donde esta salvadoreña comercializa sus carteras, durante una venta en la que tenía su propio stand y en lugar de repartir folletos o fotos mostraba “SOÜF”.
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“Decidimos participar en el festival porque creemos que nos quedó muy bien”, recuerda Schönenberg. Aunque su metraje no ganó algún premio dentro de la categoría experimental, él está muy complacido de haber llegado a un público más grande.
“Que bonito que ahora lo están compartiendo (a través de Cinemark). Ese es el punto, compartir buen arte y darlo a conocer tanto con nuestro video como con los demás proyectos. Que bien por Cinemark que apoya esta causa”, agregó.
En la actualidad continúa trabajando en comerciales y hay otro cortometraje en cola, que por el momento está en pausa debido a la pandemia.