Contrario a lo que muchos piensan, que el dedicarse a la elaboración y venta de ataúdes es uno de los negocios más rentables en estos momentos, los carpinteros que laboran en este rubro señalan que la escasez de materiales los ha llevado a producir menos y a adaptarse a trabajar con todo tipo de material.
Para Wilfredo Carpio, propietario de la Funeraria San Pedro, en sus 37 años de experiencia nunca había visto una situación similar en su rubro, con respecto a los protocolos que ahora se deben seguir para algunos cortejos fúnebres y al tener que adaptarse a trabajar con los materiales que se consigan.
“Estamos pasando momentos difíciles, y tenemos bastante desabastecimiento, no es que haya aumentado el número de muertos, lo que falta es la materia prima para elaborar los ataúdes”, señaló Carpio.
Agregó que por el momento utilizan otro tipo de madera, y para el relleno del interior que debería ser de algodón están utilizando las tiras que son desperdicio en maquilas.
Hay protocolos especiales para cortejos fúnebres
José Roberto Carpio, empleado de la funeraria San Pedro, en San Pedro Perulapán, se prepara con su traje especial y biodegradable para atender un cortejo fúnebre.
Según los protocolos dados por el Ministerio de Salud, quienes atienden funerales de personas fallecidas por problemas respiratorias deben llevar sus trajes especiales, mascarillas, caretas, guantes y sus zapatos protegidos, además de una bomba para aplicar desinfección.