Salvadoreña en Italia narra su pesadilla por la pandemia

Aunque se mantiene activa en su trabajo, Zulma vive el encierro impuesto por las autoridades italianas. Pero es clara en recomendar a todos que hay que seguir las instrucciones para evitar la propagación del virus.

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Zulma está viviendo desde hace unos meses en Robecchetto, localidad de Lombardía, al norte de Italia, Lombardía es una provincia con más de 10 millones de habitantes, y es el lugar más afectado del país europeo, donde hasta el 15 de marzo se contabiliza más de 13.000 casos, con unos 1.200 fallecidos. Foto EDH

Por Milton Rodríguez

2020-03-20 8:30:59

“Es horrible salir a la calle con gran miedo, a que lo pueden parar a uno, que lo pueden meter preso, que no se puede saludar como se hace aquí de beso en las dos mejías, solo chao de lejos y la gente anda con miedo, se siente el ambiente, toda la gente anda con masacrilla, así como usan en China”.

Así resume la vida que hoy transcurre en Italia, Zulma, una salvadoreña que vive la cuarentena en el país más afectado por el Covid-19 después de China.
Zulma está viviendo desde hace unos meses en Robecchetto, localidad de Lombardía, al norte de Italia,

Lombardía es una provincia con más de 10 millones de habitantes, y es el lugar más afectado del país europeo, donde hasta el 15 de marzo se contabiliza más de 13.000 casos, con unos 1.200 fallecidos.

El Diario de Hoy recogió vía teléfono el testimonio de esta sjoven alvadoreña originaria de San Salvador, quien estudiaba cuarto año de una carrera universitaria pero el 14 de noviembre del año pasado se fue como turista a Italia y estando allá decidió quedarse para hacer una nueva vida.

“Estudié 4 año de Ingeniería Civil, no la terminé, pero ahora estoy estudiando el italiano, es mi tercera lengua ya, pues trabajaba en un call center en El Salvador, y no ganaba tan mal, pero quería despertar algo diferente, quería experimentar el salir a la calle y no tener miedo que me roben, andar con celular y computadora tranquila y aprovechar otras oportunidades”, explica Zulma.

Actualmente trabaja cuidando a personas de la tercera edad en Robecchetto. Ella es la única salvadoreña en ese lugar.

“Yo no he visto ningún latino acá, solo yo, y tengo que hablar por obligación italiano, porque si no, no me entienden”, dice la joven

Vivir con miedo, el daño emocional que sufre por el COVID- 19

Zulma expresó lo difícil que es para ella esta situación, los daños emocionales que sufre ya que vive inmersa en un ambiente donde siente el miedo constante de todos.

“Siento que me afecta en lo emocional, estar encerrada tanto tiempo es bien feo y se siente el miedo de que si uno sale no sabe si va a traer esa enfermedad, y es alarmante al ver las estadísticas de tanta gente muerta, porque uno teme que también se pueda enfermar”, describe ese miedo la compatriota.

Una de las preocupaciones de ella es que vive con personas mayores y por eso acata las recomendaciones y evita salir de casa. “Yo estoy en la zona roja, en Lombardía, que es donde hay más muertos y el 80 % de la población está enfermo. Si yo portó el coronavirus sería un gran riesgo porque mi jefe es un abuelito y se podría morir, yo perdería mi trabajo”, comentó.

La joven explica por qué esta situación es más difícil para un extranjero: “Es peor para uno que está en un país extraño, y más que yo estoy sola acá, no tengo familia cerca, pienso que si yo me llegara enfermar cómo voy hacer”.

Debido a que en los últimos días ha aumentado la cantidad de fallecidos a causa del Covid-19 en Italia, se dice que la cuarentena que estaba programada para que terminara el 3 de abril se extenderá hasta finales de mayo, lo cual causa mucha preocupación a Zulma.

“Ahora escuché en las noticias que la cuarentena finalizaba el 3 de abril, pero en vista de que hay tantos muertos, al parecer terminará hasta finales de mayo… Es difícil para mí porque si la policía me para me puede afectar, pues yo estoy en proceso de hacer mis documentos todavía, no tengo como un certificado porque estoy a la espera del permiso de trabajo”, externó.

Y es que según esta compatriota debido al repunte de muertes, las autoridades italianas han aumentado las medidas para evitar más contagios. Por ejemplo, está prohibido que las personas salgan de sus casas, solo pueden hacerlo aquellos que tengan una certificación patronal, y si encuentran a alguien fuera del hogar lo detienen para pedirle dicho permiso, en caso de no andarlo los obligan a pagar una multa de más de 200 euros y si no lo pagan lo tienen preso durante tres meses.

Zulma cuenta que con todo esto se le hace más difícil para las inmigrantes sin documentación, y aparte de esto se suma la situación económica pues ellos solo reciben pago en efectivo cuando trabajan, y es muy duro para ellos porque ya casi se cumple un mes de estar en cuarentena.

La joven dice que ella en la parte económica no está muy afectada, ya que sus patronos siempre le pagaran por sus servicios.

Al preguntársele cómo encontró su actual trabajo ella dice que fue por su fe en Dios, ya que tanto ella como su jefe pertenecen a la religión Testigos de Jehová.

Además,dice que “porque soy bien chachalaca, así conseguí trabajo, yo hablo con medio mundo, llegué sola a Milán, y la persona que me iba apoyar ya no me ayudó al estar acá y poco a poco fui conociendo personas, y aprendiendo a hablar italiano”, relató.

“El trabajo de cuidar a las personas mayores requiere que uno esté de noche y de día con ellos, así que decidí irme a vivir con esas personas, la ventaja es que yo no pago ni casa, ni comida, el sueldo me sale libre porque en Milan es carísimo todo”, agregó.

Esta decisión le trajo mucho beneficio a ella pues antes pagaba 200 euros mensuales solo por tener derecho a una cama donde dormir, para tener un cuarto debía pagar 500 euros, además ella pagaba 40 euros por un boleto de transporte, otros 20 euros de teléfono, más la comida, haciendo un monto de 500 euros al mes.

“Si yo quisiera vivir sola se me hace muy difícil porque en Milán las casas son caras y pequeñas, y acá en el pueblito donde estoy son más grandes y baratas”, compara Zulma,