Falta de equipos de bioseguridad, discriminación y la poca difusión o conocimiento de los protocolos médicos para la atención de pacientes con coronavirus son los problemas que está enfrentando el personal de Salud que atiende en primera línea la pandemia.
Los protocolos por COVID-19 se han activado en tres hospitales públicos, en un lapso menor a las dos semana, a causa de personal que se ha infectado con el nuevo virus o estuvo expuesto a adquirir la enfermedad. Ayer por la mañana salió a luz pública que una enfermera intensivista y un médico especialista del Hospital Nacional de la Mujer dieron positivo en la prueba de COVID-19, de acuerdo con fuentes, que pidieron anonimato.
Además, por la tarde trascendió que una zona del Hospital de Diagnóstico, en la capital, fue puesta en cuarentena debido a que se confirmó un caso de COVID-19. Fuentes informaron a El Diario de Hoy que al parecer uno de los casos afectados en dicho hospital privado se trata de un médico internista, que habría estado tratando a una persona extranjera.
El lunes, también, fue puesto en cuarentena un grupo de profesionales del hospital público Zacamil por haber estado expuestos a un paciente con COVID -19.
A inicios de la semana pasada, una profesional del Hospital Saldaña también se infectó con el nuevo virus. Esa misma semana, personal de enfermería del Hospital Amatepec, del ISSS, denunció la falta de equipo de bioseguridad para atender a los pacientes;luego del reclamó las autoridades se comprometieron a solventar el problema.
También, el presidente del Colegio Médico, Milton Brizuela, conformó que en el Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS) Zacamil un médico pediatra y otra enfermera dieron positivo al coronavirus.
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Brizuela no detalló en qué circunstancias estas dos personas adquirieron el virus, si fue por atender a un paciente que llegó con los síntomas o si tuvieron algún nexo epidemiológico con otros positivo. Tampoco se conoció si personal de esa unidad médica fue puesto en cuarentena.
Ante la hilera de eventos descritos, el gremio médico demanda dotar del equipo de bioseguridad al personal de Salud para evitar hacer de los nosocomios focos de contagio.
El infectólogo Jorge Panameño explicó que los casos que se detectaron fuera de los centros de contención indican que existe una transmisión local activa y doméstica; por lo que ya no se puede estar hablando de casos importados o nexos epidemiológicos.
Esa situación lleva a que todo paciente que llegue con fiebre o un cuadro respiratorio debe considerarse sospechoso y debe de pasársele de inmediato la prueba para establecer si está infectado con coronavirus, expuso.
Con esos indicadores se debe “transmitir los lineamientos a todos los que trabajan en Salud, por las circunstancias, nadie debe de estar atendiendo pacientes sin la protección apropiada, nadie. Ningún trabajador de Salud está obligado a exponer su vida, ni su integridad ni la de su familia por obligación de nadie”, opinó Panameño.
El infectólogo dijo que el virus ya se encuentra en el país en una fase epidémica y los riesgos de contagio en el personal médico van estar presente todos los días y a cada hora.
“Cada centro de salud que está atendiendo este tipo de pacientes debe de estar adecuadamente equipado para evitar este problema, esto para los centros de salud pública y privados”, insistió.
El presidente del Colegio Médico denunció que no se previó, desde antes que se diera el primer caso, dotar del equipo de bioseguridad al personal médico y tampoco se ha garantizado que los trabajadores de Salud pueda brindar atención sin ningún tipo de riesgo.
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“Eso ha llevado a estos casos de infección. No se tiene el equipo y no se han hecho las suficientes pruebas, lo que ha significado que han andado personas pasando consultas en lugares donde no se espera atender casos de coronavirus”, explicó.
Según el presidente de la gremial, todo paciente con infección respiratoria aguda se tiene que considerar sospechosa de COVID-19, lo que significa que el personal médico y de enfermería debe de tener sus mascarillas especiales y gabachones.
El especialista en Medicina Interna y Cuidados Intensivos, Víctor Segura, es de la opinión que el brote epidémico está entrando en una fase aguda o en diseminación comunitaria y lo que está pasando en los hospitales con las infecciones en el personal médico, también podría estar pasando en la calle con las personas asintómaticas.
“Esto hace que se debe de proteger al personal del hospital, donde cada centro, sea público, privado o del Seguro Social, debe de tomar su responsabilidad”, en dotar del equipo necesario a los trabajadores, indicó Segura.
El especialista añadió que no solo es responsabilidad de las instituciones que están detrás de los hospitales proveer los insumos para el personal, sino que de proveerles de una estrategia para abordar a los pacientes con síntomas de COVID-19 y así evitar contagios en hospitales.
El presidente de la Asociación de Infectología, Mario Gamero, ve el problema de falta de equipo médico como algo lamentable. Ese tipo de contagios no se pueden prever totalmente, pero sí se pueden evitar, aseguró. Si el personal tiene su equipo completo y guarda todas las medidas higiénica para manejar todas las emergencia, no solo COVID-19 sino neumonía, se evitarían esos casos.
“Estos casos van a seguir apareciendo mientras el personal médico no guarda las respectivas medidas de seguridad y mientras no se les otorgue el equipo de seguridad adecuada”, aseguró Gamero.
Todos los médicos insisten en que cualquier paciente que llegue a los hospitales debe de considerarse de riesgo y se le debe de atender con el equipo adecuado para evitar la propagación del virus y que la curva se eleve de forma acelerada.
El doctor Segura dijo que ante la fase aguda que ha entrado el brote epidémico, se hace necesario mantener la cuarentena y las medidas higiénicas de seguridad, de lo contrario los números de infectados crecerá a diario y se pueden desbordar la atención en los hospitales.