Medidas económicas ponen en jaque más de 100,000 empleos y generan dudas

El presidente Bukele ordenó cerrar call centers y maquilas y ofreció suspensión de pago de créditos y servicios.

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Varios call center fueron contratados por dos semanas para atender reclamos en la entrega del bono de $300 a más de un millón de salvadoreños. Foto EDH / Archivo

Por Karen Molina/ Magdalena Reyes

2020-03-19 6:45:20

Tras confirmarse el primer caso de coronavirus en El Salvador, el presidente Nayib Bukele ordenó ayer cerrar los call centers y maquilas, dos de los sectores económicos más importantes del país que juntos generan más de 100,000 empleos.

Anoche las gremiales empresariales de estos rubros todavía digerían la noticia y se mantenían reunidos para analizar sus acciones pues aunque acatarán las medidas, no estaban preparados para un súbito cierre de sus operaciones debido a que la decisión no fue consensuada con anticipación.

La orden se emitió horas después que el Gabinete Económico anunciara el ofrecimiento de cinco medidas de alivio económico que, lejos de generar tranquilidad al sector privado, provocaron más incertidumbre al no tener claro cuáles serán los criterios para definir quién puede considerarse “afectado directo por el coronavirus” ni el mecanismo con el que se otorgarán los beneficios.

Secretario de Comercio e Inversiones

Estas son las medidas pero la parte importante es que estas medidas serán aplicables única y exclusivamente para aquellas personas naturales y jurídicas que se vean afectadas por la pandemia del Covid-19.

Miguel Kattán,

Las medidas de alivio ofrecidas ayer contemplan la suspensión del pago de las facturas de energía eléctrica, agua, televisión por cable, internet, pagos de préstamos, tarjetas de crédito y cuotas de casas comerciales para los próximos tres meses pagaderos en un plazo de dos años sin afectar la calificación crediticia, ni mora, para los “afectados directos por la crisis.

Inmediatamente economistas consultados por El Diario de Hoy catalogaron las medidas como “improvisadas” y afirmaron que, lejos de ayudar a aliviar la crisis económica podría generar otros problemas de impago al trasladar el costo a otras empresas que proveen servicios de agua, luz, telefonía y banca.

Según Bukele, los beneficios temporales aplicarán para toda persona que se considere afectada por las medidas contra el virus.

Pero las medidas no delimitan cuál será el mecanismo de control para verificar que la persona realmente ha sido afectada al perder su empleo o cerrar su negocio.

Esto sobre todo porque las medidas de restricción abarcan desde grandes empresas en el sector formal hasta micro empresas como las pupuserías, a las que Bukele ordenó cerrar, pero que la mayoría opera en la informalidad.

Varias pupuserías de Olocuilta lucen vacías.
Foto EDH/ Jorge Reyes

“Esto solo crea incertidumbre y podría llegar a crear problemas de impago a las empresas que proveen los servicios y al sector financiero”, señaló el economista Werner Peña.

De hecho empresas de distribución eléctrica como AES anunciaron ayer mismo a través de su cuenta de Twitter que estaban a la espera de conocer el mecanismo de implementación y el listado de las personas sujetas a recibir este beneficio, por ejemplo. El sector bancario aún analizaba las medidas ofrecidas por el gobierno.

La noticia les tomó por sorpresa, a pesar de que el gobierno afirmó que todas las decisiones de carácter económico serían consensuadas con el sector privado. Anoche cientos de jóvenes dentro de la comunidad de call centers permanecían en la incertidumbre sobre su llegada al trabajo.

Muchos de ellos temen desde ya que sus cuentas sean canceladas y transferidas a otros países como India, lo que provocará un inminente despido.

Dudas entre los empresarios

Las medidas tampoco aliviaron las preocupaciones expresadas por los micro, pequeños y medianos empresarios que han tenido que cerrar sus establecimientos para cumplir con las disposiciones sanitarias.

Muchos de ellos no saben cómo pagarán el alquiler de sus locales o la planilla de sus empleados el próximo mes pues dejarán de percibir ingresos al menos por 15 días y eso les restará liquidez.

Hoy que se suman los call centers y maquilas, la incertidumbre es aún mayor pues la orden presidencial dicta que la suspensión de labores mantenga el pago de salarios y que se mantenga el pago de impuestos para garantizar recursos al Estado.

Benjamín Markland, un estadounidense que vive El Salvador desde hace 9 años y fundó el centro de llamadas Focus, asegura que apoya las medidas del gobierno salvadoreño para evitar el contagio de coronavirus, pero la noticia de que debe cerrar su empresa durante 15 días afectará indudablemente sus finanzas. Focus cuenta con 500 empleados, a quienes Markland no sabe cómo pagará.

Aunque los empresarios esperaban medidas de alivio directas para contener el impacto del virus, las medidas anunciadas solo generaron más dudas.

Por ahora el Gobierno solo ha confirmado que han solicitado un fondo de desastres por $50 millones a Japón y otros $2,000 millones para reactivación económica. Este financiamiento aún debe ser aprobado por la Asamblea Legislativa.

Quienes tengan la capacidad

La suspensión de servicios básicos han generado todo tipo de dudas, sobre todo porque las mismas autoridades pidieron a los salvadoreños que no se aprovechen y que si están en la capacidad de pagar, que lo hagan.

“Que en su aplicación no exista abuso ni aprovechamiento. Aquellas personas que tengan la capacidad para pagar sus servicios y responsabilidades crediticias, que lo hagan”, destacó Miguel Kattán, secretario de Comercio.

Además de las medidas ofrecidas ayer el presidente Bukele también anunció que le otorgará un bono de $150 a los colaboradores del área de salud que están trabajando tanto en albergues como en otras áreas atendiendo a las personas en cuarentena y en hospitales.