Salvadoreños en el extranjero narran su experiencia frente a la pandemia y la discriminación

Dos médicos, que trabajan en Europa, y una enfermera en Nueva York, quienes están en primera línea atendiendo a los pacientes con COVID-19 comparten su experiencia profesional y el rol que desempeñan.

descripción de la imagen

Por Susana Joma

2020-04-17 4:00:22

A cada médico se le hicieron dos preguntas, las cuales se detallan a continuación:
1. ¿Cómo han contrarrestado la discriminación que ejerce la población hacia los profesionales de salud, motivados por el temor al contagio?
2. Desde su perspectiva frente a la pandemia ¿por qué es importante cuidar al personal que trabaja en los hospitales desde el que limpia hasta el médico especialista?

Doctor Rodrigo Molina
Anestesiólogo y médico de cuidados críticos.
Vive desde hace 10 años en Madrid, España

Respuesta a pregunta 1
Afortunadamente no he sufrido directamente discriminación; sí que lo he sufrido desde el punto de vista global, por pintadas que hemos encontrado, algunas notas anónimas que llegamos a leer, manifestación a través de redes sociales que nos llegan y por situaciones de compañeros médicos, enfermeras, auxiliares de enfermería, o allegados que sí han sufrido un ataque mucho más directo.

Aquí , cuando esto empezó, la población se sensibilizó bastante y nació una iniciativa que todos los días a las 8:00 de la tarde se aplaude a los sanitarios y a todos los empleadores de servicios básicos que están contribuyendo para mantener a flote el país. Es un bálsamo escuchar esos aplausos. Los primeros días se nos erizaba la piel.

En Madrid vivimos muchos en apartamentos y hemos encontrado notas anónimas dándonos advertencia que no usemos los elevadores, que seamos conscientes. Nosotros estamos conscientes de que como sanitarios y tratando a tantos pacientes con coronavirus somos vectores y podemos ser una fuente de contagio para nuestras propias familias, todas las personas que viven en la comunidad; y es algo bastante difícil, una situación que se vive con una culpa muy grande sobre todo las primeras semanas. Hemos tenido otro tipo de soporte social con los servicios de psiquiatría de los hospitales, iniciativas de psiquiatras privados, de psicólogos y otros profesionales de la salud mental que nos han ayudado a llevar esto un poco mejor, para hacer una especie de catarsis o descarga de los problemas que vamos teniendo, no solo con el trauma que tiene que ver con atender a nuestros pacientes sino con la discriminación.

El saber que la mayor parte de la población es consciente del esfuerzo que se hace es algo que ayuda mucho. Se han abierto muchas apps de gente voluntaria que preparan alimentación u otro tipo de enseres, para que los que estamos trabajando podamos acudir, esto por si no tenemos tiempo de prepararnos ni siquiera nuestras propias comidas. Es una iniciativa muy altruista, muy bonita y llena mucho saber que la gente está ahí ofreciendo un plato de comida caliente para aquel que está 24 o 36 horas en un hospital exponiéndose y puede ser objeto de esta discriminación.

En el fondo sabemos que mucha de la discriminación puede estar motivada por el miedo y por eso intentamos ser más fuertes, fijarnos en la parte buena, el apoyo de nuestras familias y el de las iniciativas altruistas y que sin duda son un motor para día a día ir a hacer estas jornadas tan largas de trabajo.

Respuesta a pregunta 2
Creo que es importantísimo concienciar a los gobiernos centrales, en este caso al de El Salvador, a las organizaciones y a quienes llevan los centros privados, de que todos los que estamos ahí somos los engranajes para hacer funcionar esto, desde el que está limpiando porque es necesario desinfectar los huequitos y las habitaciones en donde se van colocando a estos pacientes, para que luego llegue otro con coronavirus o ingrese otro con otras enfermedades.

He visto iniciativas ya en El Salvador, aquí pasó también, que los hoteles brindaban la posibilidad de alojamiento para los sanitarios que estábamos en los hospitales, que no queríamos volver a casa por temor a contagiar a nuestras familias, y se ha hecho también servicios de medios de transporte para movilizar a la gente desde estos hoteles hasta su fuente de trabajo.

Si esto al final es lo más parecido que hay a una guerra biológica pues a los soldados que están en la primera línea hay que cuidarles, porque son los que van a estar al pie del cañón en todo momento, desde el que está tratando al enfermo hasta el que está preparando la comida en la cocina del hospital y que es lo que nos mantiene a lo largo de esos turnos que son psicológicamente muy cargados, con la capacidad de generar muchísimos traumas.

Es también importante concientizar a la gente, en este caso no a la población, sino al gobierno central y a las instituciones que pueden favorecer medios para que estas personas puedan llegar a su trabajo, en un medio de transporte en el que saben que si se van a subir no van a correr peligro por una discriminación de alguien que esté pensando que son un vector que les va a contagiar y pueda poner en peligro su integridad física.

En El Salvador esperemos primeramente Dios que esto no sea tan fuerte o tan intenso como ha sido aquí en España, o en otros países de Europa, Asia o Estados Unidos, pero si va a ser un periodo diferente que nos va a cambiar muchísimo la vida y sin duda hay que estar preparado para que los que van a enfrentar en primera línea a este enemigo biológico puedan tener la garantía, porque si no va a ser mucho más difícil.

Dr. José Gonzalo Batres – Baires
Médico intensivista,
en Alemania Ejerce en Múnich.

Respuesta a pregunta 1
En ningún momento de la pandemia ha existido discriminación al personal de salud. No conozco de ningún caso que se compare a lo que recientemente se escuchó del personal de enfermería en Los Planes de Renderos; ser expulsados del propio lugar de residencia.

Es inaceptable. En Alemania las autoridades y ciudadanía en general han insistido en la importancia del personal de salud en todas las áreas, a tal grado que desde el inicio de la crisis el gobierno federal de Baviera ha asumido los gastos de comida durante las horas de trabajo de todo el personal de salud.

Sumado a esto (acá) la empresa privada ha realizado diferentes promociones de apoyo a nosotros, por ejemplo hay una panadería muy conocida por acá que ofrece todos los días café, Brezel y una dona gratuitos a cualquier persona que presente su credencial de médico, paramédico, enfermera, etc. Las estaciones de servicio han regalado cupones de gasolina o consumo exclusivamente a profesionales de enfermería. En fin, el apoyo es unánime, a tal punto que ya se anunció una reforma en la tarifa salarial después de la crisis para todas las profesiones de salud.

Dr. Gonzalo Batres-Baires, intensivista salvadoreño radicado en Alemania.

Respuesta a pregunta 2
Por razones obvias en El Salvador en realidad el número de empleados que se dedican al sector salud es disminuido. El problema es que el sistema no los puede absorber a todos y por eso muchos, como es el caso de los médicos, se ven obligados a irse del país; y en el caso de enfermería se necesita ese personal, pero como son profesiones demasiado sacrificadas y muy mal pagadas entonces la cantidad de personas que deciden entrar a este sector son muy reducidos. Hoy por razones obvias necesitamos este personal, porque en el momento específico de la pandemia vamos a estar sobrepasados.

Ya hablamos de que no solo se necesitan camas o ventiladores en un hospital nuevo, sino el personal que maneje todos estos equipos y todos estos pacientes y eso no lo tenemos.

Ari Hernández
Enfermera en Nueva York

Respuesta a pregunta 1
En lo personal nunca he sentido discriminación, por el contrario, en algunas ocasiones que he ido al supermercado o a comprar un café antes de ir a trabajar y llevo puesto mi uniforme la gente se me acerca y me dicen: “gracias por su labor, gracias por lo que hacen”.

También personas desconocidas nos envían comida a diario a la unidad.

Las últimas semanas nos han enviado comida algunos familiares de pacientes, empresas, etc.

A la salida del hospital hay gente a toda hora con pancartas y snacks (bocadillos) que nos gritan ¡gracias por su labor! ¡Estamos agradecidos con su trabajo!

Hace una semana nos hicieron un homenaje: llegaron los bomberos y policías de todo el distrito, nos aplaudían al entrar y al salir del hospital, fue un momento muy emotivo. Ese día lloré. Lloré por la gran responsabilidad que siento, porque este trabajo no se trata de vender un producto o sentarse en un escritorio sino de ayudar a salvar vidas.

La vida de la gente es la que está en juego y por eso siento una gran responsabilidad. Que nos llamen héroes me halaga es cierto, debida que el personal de salud salva vidas somos un equipo. Trabajar en esto no es para todos, tiene que gustarle a uno. Nadie escoge ser enfermera o enfermero para hacer dinero, esto es una vocación, un llamado.

En lo personal es mi misión. Jamás me han discriminado aquí por ser enfermera, es una profesión muy reconocida y no he recibido más que apoyo en esta pandemia.

Lamento que no sea así en El Salvador con los colegas. ¿Cómo puede ser que discriminen al personal de salud por temor a contagiarse?

Discriminar a quienes anteponen su llamado de cuidar a los enfermos en esta situación por el temor de contagiarse es lo más egoísta que he escuchado.

Foto EDH / Cortesía

Respuesta a pregunta 2
Por la misma razón por la que nos explican que nos pongamos la mascarilla de oxígeno antes de ayudar a alguien a bordo de un avión; si vamos a ayudar a otras personas tenemos que cuidarnos nosotros.

El Personal de salud está formado por todos aquellos que colaboran para un objetivo en común: la salud del paciente.

En este esfuerzo se incluye personal de limpieza, nutriólogos, fisioterapeutas, médicos de todas las especialidades, enfermeros, terapia respiratoria, nutricionistas, terapia ocupacional, secretarias, personal de aseo, cocineros, trabajadores sociales, los que trabajan en contabilidad, incluso en el área administrativa, laboratorios, anestesiólogos, somos tantas partes de este cuerpo.

Nos necesitamos (todos los que trabajamos en los hospitales) y no funcionamos los unos sin los otros. Sin embargo, como amo mi profesión siempre he dicho que los enfermeros somos la “mamá“ en este equipo, ¿porque?, porque somos las que tenemos que ejecutar todo lo que se indique para el paciente.

Somos quienes tenemos observación y contacto directo con ellos, quienes sacamos sangre, preparamos el cuerpo cuando fallecen (post mortem), quienes alertamos de síntomas o señales. Somos las que administramos los medicamentos, lloramos con los familiares, con los pacientes.

Nosotros pasamos la mayor parte del tiempo con el paciente, más que ningún otro miembro de este equipo, por eso considero que enfermería es “la madre del personal de salud“.

Como enfermeras nos comunicamos con los otros miembros del equipo para dar seguimiento a los cuidados del paciente; por ejemplo, una enfermera se comunica con el fisioterapeuta, el que brinda terapia respiratoria, llama al neumólogo, informa sobre nuevos resultados, comunica los deseos del paciente e intercede por ellos. Somos los ojos y oídos del médico en la habitación.

No puedo dejar de enfatizar el respeto que siento por los médicos, por su dedicación y sacrificio que lleva su preparación, pero siento un gran orgullo por ser enfermera, por eso amo esta profesión.

Lamento tanto que no se valore esta carrera en mi país, me llena de mucha tristeza.

Ahora bien, si no cuidamos a los miembros de este equipo, ¿quién va a cuidar de la población?, el personal de salud debe de ser la prioridad del gobierno porque son quienes van a llevar sobre sus hombros el peso de esta pandemia.