Seis de cada 10 salvadoreños tiene po-ca o ninguna confianza en el registro oficial del Ministerio de Salud en cuanto a las muertes por COVID-19 en el país, y consideran que en reali-dad hay más personas que han perdi-do la vida por el virus.
Esta desconfianza es del 56% sobre los casos de contagio. Esta falta de credibilidad que tie-ne la ciudadanía en los datos que brinda el Ejecutivo es uno de los hallazgos más relevantes de una encuesta realizada a nivel nacional, del 3 al 23 de julio pasado, por el Círculo de Estudios Sociológicos (CES) de la Escuela de Ciencias Sociales de la Universidad de El Salvador.
Diversas instituciones y asociaciones relacionadas con la medicina, como el mismo Colegio Médico de El Salvador, han expresado de forma reiterada su preocupación ante las cifras que expone la administración Bukele, y alertan que pueden estar siendo manipuladas.
“En el Observatorio del Colegio Médico hay epidemiólogos expertos, algunos que no trabajan en el país, que nos comentan que las curvas que presenta el país parecen manipuladas, forzadas, que no van acordes con el desarrollo de la pandemia en otros países”, dijo a El Diario de Hoy recientemente el presidente del Colegio Médico, el doctor Milton Brizuela.
Además de no confiar en los números oficiales de casos positivos y muertes por COVID-19, según esta encuesta el 48% de la población tiene poca o nada de confianza en que el Ejecutivo esté haciendo un uso efectivo de los fondos públicos en cuanto a la pandemia, sobre todo por hechos de aparente corrupción.
Como ejemplos, el mismo estudio de la UES recuerda la venta de protectores faciales estimada en $250,000 al Ministerio de Salud por la empresa de reciclaje, Insema SA de CV, cuyo propietario es el expresidente del Fondo Ambiental de El Sal-vador (FONAES) Jorge Aguilar.
Este funcionario público fue removido de la cartera de Estado el 20 de junio. Así mismo, trae a cuenta las compras hechas por el Ministerio de Salud de botas de goma, por un monto de $225, 000 a la empresa AUTODO SA de CV, en donde figuraban dos pri-b Además, pone en duda la credibilidad de las cifras de contagios, fallecidos y uso de recursos de la administración Bukele ante el COVID-19.
Así lo arroja un sondeo realizado por el Círculo de Estudios Sociológicos de la Universidad de El Salvador, hecho el mes pasado.Con desconfianza y automedicación, población enfrenta la pandemiamos del ministro de salud Francisco Alabí y una tía política del mismo, en Junta Directiva. “La gente aún apoya la propuesta del gobierno de mantener la cuarentena, aunque hay alguna desconfianza en las cifras de afectados por el CO-VID-19 y diría se muestran escépticos sobre el uso de los recursos”, dijo Ar-gueta, coordinador de esta encuesta y director de la Escuela de Ciencias Sociales, Facultad de Ciencias y Humanidades de la UES.
Añadió que “el gobierno puede verse afectado en su popularidad si los casos de mal manejo de recursos se visibilizan. Es interesante, porque aunque el gobierno crea que la gente le ha dado un cheque en blanco, debe tener cuidado”. Esta encuesta fue de alcance nacional, con el envío de un formulario de Google Forms por WhatsApp a los ciudadanos. Fueron 837 herramientas completadas, en los 14 departamentos del país, con personas entre 18 a 65 años.
El estudio arroja un dato curioso, y es que a pesar del alto nivel de desconfianza que hay en la labor del Ministerio de Salud y el Ejecutivo en es-ta pandemia, también hay palmas para el trabajo gubernamental. Un 66.7% considera que el Gobierno central ha hecho un buen manejo de la pandemia, por lo que un 77% de las personas encuestadas estaría en la disposición de apoyar un nue-vo confinamiento domiciliar, y un 60% considera que dicho confinamiento es una buena estrategia para frenar al COVID-19.
Aunque esta mayoría coincide en que otra etapa de confinamiento puede ser positiva, también señalan que cuando el Ejecutivo ordena quedarse en casa esto les produce afectaciones económicas, como indicaron las tres cuartas partes de los consul-tados (74.9%). De toda la población encuestada, 7 de cada 10 indicaron conocer alguna persona que había presentado los síntomas del virus. Además, se preguntó si conocían alguna persona que había fallecido a causa del nuevo coronavirus, y 6 de cada 10 respondieron que sí.
“La relación entre los afectados directamente por el virus con respecto a la confianza en las cifras da cuenta de que la población está más consciente sobre el manejo de los datos oficiales que hace el Gobierno con respecto a la percepción colectiva, a través de vivencias de terceras personas o de manera personal, respecto a las consecuencias de la pandemia”, reza el estudio.
Un dato preocupante es que, una vez la persona percibe que tiene algún síntoma relacionado con CO-VID-19, la cuarta parte (25.1%) se está automedicando, al menos tres de cada 10 (32.3%) recurren a remedios caseros, y dos de cada 10 (20.1%) buscan protocolos que circulan por internet y redes sociales.
Apenas el 4.9% de los encuestados que han tenido síntomas se han acercado a hospitales de la red pública, lo que indica la falta de confianza que tienen en la asistencia médica por parte del Ministerio de Salud para pacientes con el virus; y un 12.5% ha ido a hospitales privados. Médicos recomiendan evitar la automedicación.