Clima de inversión más golpeado por la polarización que por pandemia

Los conflictos entre el Ejecutivo, Legislativo y Judicial generan incertidumbre en el empresariado. Ante las deterioradas finanzas del Estado, el sector productivo es el único que puede abonar al desarrollo del país dice un analista de Fusades.

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Los constantes enfrentamientos entre el presidente Nayib Bukele, la Asamblea y la Sala, no generan certidumbre entre el sector productivo. Foto EDH / Marcela Moreno

Por Magdalena Reyes

2020-12-21 9:45:39

La polarización política genera incertidumbre entre el sector empresarial y ha hecho que caiga el clima de inversión, señala el analista e investigador de la Fundación Salvadoreña pare el Desarrollo Económico y Social (Fusades), Pedro Argumedo.

Eso se suma a la situación fiscal que ya tenía el país y el impacto por la pandemia, lo que pinta un panorama poco alentador en el que jugará un papel importante el sector productivo para superar la crisis.

“Tenemos un impacto provocado por la pandemia pero tenemos un fenómeno fuerte de polarización política que afecta las expectativas y vota los incentivos para invertir”, señaló Argumedo.

Ejemplificó que la inversión es “la gasolina” que le da impulso al crecimiento económico.

“El clima de inversión, el entorno sobre el cual se realizan las inversiones en el país ha sido muy negativo desde 2008 hasta mediados de 2019”, destacó.

En el país hay mucha incertidumbre en el sector empresarial, dominado por el conflicto entre el Ejecutivo, el Legislativo y la Sala de lo Constitucional, según la última encuesta de dinámica empresarial realizada por Fusades.

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“La inversión se mueve con las expectativas y si hacia futuro hay mucha incertidumbre, entonces lo que provoca es que se detiene el curso”, dijo.

Otro de los factores que están detrás de la percepción de un clima de inversión negativo para los empresarios es el impacto del COVID-19, la campaña electoral que se avecina, las denuncias de corrupción en instituciones públicas y las resoluciones del sistema judicial, acotó.

Las condiciones de una cuarentena extendida y pocas posibilidades de hacer trabajo desde casa fueron otras de las condiciones que han afectado al clima de negocios, dijo.

Los argumentos planteados por Argumedo coinciden con las recomendaciones que la empresa Fitch Solutions Country Risk & Industry Research ha emitido.

Fitch hizo serias advertencias al gobierno del presidente Nayib Bukele haciéndole ver que sus abusos de poder y sus acciones orientadas a subvertir las instituciones democráticas que se oponen a dichos abusos está amenazando con debilitar el imperio de la ley y, con ello, la atracción que el mercado salvadoreño pueda tener para inversionistas extranjeros.

Fitch basa su informe (traducido del inglés) en una serie de hechos que justifican el diagnóstico. Así, la empresa prevé que “los repetidos choques de Bukele contra la Asamblea Legislativa, la Corte Suprema de Justicia (CSJ) y los medios debilitarán los pesos y contrapesos que establecen controles sobre su autoridad”.

“Además de haber ocupado militarmente la Legislatura en febrero, Bukele ha ignorado órdenes emitidas por la Corte Suprema de Justicia y se ha movilizado para obstruir investigaciones sobre la manera en la que los contratos gubernamentales fueron asignados durante la pandemia del COVID-19”, reza el informe presentado el viernes pasado.

Sector productivo es el único que puede ayudar para salir de crisis

Con el nivel de deuda pública del país, que podría rondar entre el 90% y el 100 % del Producto Interno Bruto (PIB), los únicos números prósperos que podrían verse en el país pueden provenir del sector productivo, señaló Argumedo.

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“Estamos tan endeudados fiscalmente que no habrá suficiente espacio para hacer políticas públicas, lo que va a poder solventar las necesidades de los salvadoreños va a ser el crecimiento del sector productivo del país en la próxima década”, destacó.

Para el profesional el único brazo de impulso que le queda al país es el desarrollo productivo y subrayó que se debe tomar en cuenta que aunado a la situación fiscal que ya arrastraba el país, con la pandemia El Salvador enfrenta el mayor retroceso en bienestar social desde el conflicto armado debido al golpe en la productividad.

El economista prevé un rebote moderado de 3.5 % de recuperación de la economía, pero si hay un deterioro de las finanzas, se puede dar una contracción de la economía.

Agregó que se necesita una democracia fuerte que se base en alcanzar grandes acuerdos y el respeto a la leyes y de esa manera se pueda alcanzar el crecimiento económico que el país necesita.

“El imperio de la ley es importante porque no se puede estar uno sobre el otro (poderes de Estado)”, aseveró.

En el caso de El Salvador se ha dado un retroceso y un deterioro en el bienestar social en 2020 y esta situación es la que debería de hacer que los diversos sectores alcancen grandes acuerdos que posibiliten un crecimiento próspero para los próximos años.

Según estimaciones de Fusades, el impacto de la cuarentena y el paron productivo de más de cinco meses provocó que se pasara de 31 % de pobres al 41%, por el impacto causado por la pandemia que minó el bienestar de la población.

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