Miembros de organizaciones pro inmigrantes en Washington participan en una manifestación contra las políticas antiinmigrantes del gobierno de Trump. Foto EDH / tOMÁS GUEVARA
En caso de llegar al sitio de trabajo, la primera recomendación es mantener la calma y evitar huir; no responder a interrogatorios, tampoco firmar ningún documento y si se tiene el contacto de un abogado debe llamarlo para que le represente.
Ante la eventual crisis que supondría un escenario de redadas masivas, muchas jurisdicciones del Área Metropolitana de Washington y de otras ciudades del país que concentran una fuerte población de centroamericanos, han manifestado su preocupación porque esto podría minar la cooperación de las comunidades inmigrantes con las policías locales, aunque estas no tengan ningún rol operativo con ICE.
Desde el viernes, decenas de organizaciones que incluyen sindicatos de trabajadores, como el 32JB SEIU, el Centro Democracia Popular, Casa de Maryland, Fe y Acción, entre otras, se han movilizado frente a la Casa Blanca para exigir que la administración Trump desista de estos operativos.
La información sobre las redadas a partir de hoy se hizo pública gracias a informantes anónimos desde las mismas agencias federales y que luego difundieron medios de comunicación estadounidenses. Trump ya había anunciado ese plan, pero ante las críticas lo pospuso.
La alcaldesa de Washington DC, Muriel Bowser, expresó ayer el compromiso del gobierno local de la capital estadounidense de proteger en su integridad a los inmigrantes que forman parte del tejido social y productivo de Washington DC, donde está la Casa Blanca, el Congreso Federal y todo el aparato de gobierno, la cual bajo su autonomía se declaró “Ciudad Santuario”, es decir que protege a inmigrantes.
La edil capitalina recordó que el pleno del gobierno de la ciudad capital emitió su resolución para proteger a los inmigrantes, sin importar su estatus migratorio, el 20 de enero de 2017, y que bajo ningún precepto la ciudad retrocederá a ese compromiso ético de apoyar esos valores estadounidenses y de derechos humanos para los miles de vecinos, compañeros de trabajo y miembros de familias valiosas de la comunidad.
“El presidente debe entender que estas amenazas no solo son crueles y antitéticas para nuestros valores estadounidenses, sino que también hacen que nuestras comunidades sean menos seguras al enviar a más residentes a la clandestinidad, aislados de recursos, apoyo y oportunidades. Washington DC sigue siendo una orgullosa ciudad santuario y estamos comprometidos a proteger los derechos de todas nuestras familias inmigrantes frente a estas amenazas perturbadoras”, acotó la edil Muriel Bowser.
Desde organizaciones pro inmigrantes las voces no se han hecho esperar; el director ejecutivo de la Coalición de Organizaciones Latinas de Virginia (VACOLAO por sus siglas en inglés), Edgar Aranda, comentó que ahora es cuando cada ciudadano debe demostrar su compromiso por velar por los derechos de los migrantes. “No podemos ser indiferentes, tenemos que hacer oír nuestra voz, porque si nos quedamos callados estamos dando en mensaje de que no nos importan nuestras familias”, expresó Aranda.Es