Los ciudadanos perciben más seguridad en los cascos urbanos de los municipios de Mejicanos, Cuscatancingo, Ciudad Delgado y Soyapango que en sus colonias, comunidades y barrios.
Residentes entrevistados coincidían ayer en demandar que los patrullajes conjuntos de policías y soldados sean extendidos a sus colonias y comunidades, las mismas medidas de seguridad que se experimenta en las zonas comerciales o cascos urbanos. “Pedimos a las autoridades que este clima de seguridad se traslade a las colonias donde vivimos , y donde todavía nos sentimos desprotegidos”, afirmó un residente de Ciudad Delgado.
Un equipo de El Diario de Hoy realizó un recorrido por esos municipios y constató con sus habitantes y la propia observación del equipo periodístico, que hay mayor presencia de efectivos en esos núcleos urbanos que en zonas residenciales.
“Se busca que la gente esté tranquila y que desarrolle su rutina sin problemas”, manifestó un militar que patrullaba en el centro de Mejicanos.
Los agentes municipales también se han sumado al resguardo del centro histórico. Tras consultarle sobre el comportamiento de la delincuencia y las pandillas, un agente del CAM afirmó que desde hace un par de meses la situación delictiva se ha ido reduciendo.
Una vendedora dijo que desde un tiempo para acá no se observan mareros que amedrenten a comerciantes de Mejicanos donde además de la presencia del CAM, la Fuerza Armada y la Policía, está instalado el sistema de videovigilancia municipal con el que de forma permanente se da vigilancia al municipio.
Aunada a la seguridad, el reordenamiento urbano ha contribuido en la seguridad de Mejicanos con la reubicación de las ventas de las calles céntricas, lo que ha despejado las vías y propiciado un fluido tráfico vehicular y del transeúnte.
La populosa colonia Zacamil también refleja más presencia policial y militar en sus calles así como en sitios de acceso público como el mercado y la cancha de fútbol.
Un lugareño que hacía ejercicio físico en la cancha de esa colonia contiguo al hospital del Seguro Social, afirmó que hacía unos días los residentes no se podían acercar a ese campo deportivo y de esparcimiento familiar porque las pandillas y la delincuencia se habían apoderado de esos espacios.
Ayer por la mañana, al menos dos equipos integrados por policías y Ejército patrullaban la cancha.
Para dar un ejemplo del nivel de peligrosidad que había en la zona que rodea el mercado de la Zacamil, un residente mostró cinco puntos en un radio de menos de 100 metros donde cinco personas fueron asesinadas en los últimos años.
Ese clima de esperanza, no se respira en la colonia Majucla, en Cuscatancingo donde no hay presencia policial ni militar. En esa colonia hay sendos murales donde los residentes expresan su angustia; en una de las paredes han escrito “todoxs queremos paz”.
A diferencia de esa colonia, en el centro de Ciudad Delgado, los habitantes confirman que hay más seguridad en la zona comercial pero advierten que no en sus comunidades o residencias y citaron como ejemplo Los Alpes y San Sebastián.
“Percibo que el centro de Ciudad Delgado está más seguro pero a mi me dicen que no camine por la línea del tren porque ahí están los pandilleros y te pueden hacer daño”, dijo un salvadoreño con 20 años de residir en los Estados Unidos.
En Soyapango, algunos comerciantes tienen la percepción de que el centro ahora es más seguro, no así en las colonias donde residen.
Un soyapaneco afirmó que los pandilleros controlan el horario de patrullajes para no salir, en ese sentido recomendó, que se modifique el horario de los patrullajes, además que en el plan Casa Segura, unos intenten ingresar por la puerta principal y otros que vigilen por la parte trasera, porque mientras los policías abren las puertas por la fuerza, los pandilleros se les escapan por las quebradas.