Cine salvadoreño en la antesala del FICS

El Festival Internacional de Cine de Suchitoto (FICS) abre un espacio a las producciones cinematográficas nacionales en Cine de la patria, donde se proyectarán tres filmes en septiembre. La primera proyección es el sábado 7.

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Foto Por cortesía

Por Rosemarié Mixco/Mireya Amaya

2019-09-04 3:55:30

Todos los sábados y domingos de septiembre, a partir de las 4:00 p.m., el Cinema & Galería FICS ofrecerá a los visitantes una producción nacional.

De acuerdo con Marcela Goglio, curadora del Festival Internacional de Cine de Suchitoto (FICS), el objetivo de esta muestra es celebrar filmes nuevos y no tan nuevos que tuvieron un impacto importante para los salvadoreños. “Nos interesa que el público disfrute y se conecte con la producción cultural del país, no solo la cinematográfica”, dijo Goglio.

Para el programa de este año se centró en películas que tuvieran un atractivo popular, que fueran de interés y razón de gozo para un público lo más amplio posible. Por lo mismo, se incluyeron dos filmes de música, un tanto nostálgicos de las buenas épocas, que son una oportunidad para reconectarse con ciertos aspectos de la cultura popular local, como es el caso de “La verdadera historia del bardo”.

También se incluyó una cinta que cuenta la historia urgente y las experiencias diarias vividas por muchos salvadoreños inmigrantes e indocumentados, como relata “La travesía”.

“Sobre todo nos interesó el tono esperanzador de este filme (cómo resalta el afán de los personajes por salir adelante, así como su humanidad y sentido de la solidaridad), y su atractivo popular, ya que representa un tipo de cine comunitario que está llegando a públicos variados en todo el país”, finalizó Goglio.

A continuación te damos más detalles de las películas que podrás disfrutar de forma gratuita en Cinema & Galería FICS, a una cuadra de la Plaza Central Suchitoto.

1. “La travesía”


Esta cinta de ficción, de Noé Valladares, sobre el tema de la migración fue elegida para inaugurar la muestra. Las proyecciones serán los días 7, 8, 14 y 15 de septiembre.

La historia se desarrolla en un albergue para migrantes en la frontera entre México y Estados Unidos, donde por casualidad coinciden varios centroamericanos. Cada uno con una historia personal especial.

Conforme avanza el relato, la casa se convierte en un escenario donde se concretan y desarrollan relaciones humanas y se comparten objetivos de vida. Es un micromundo que representa, tanto en amenazas como en fortalezas, a la sociedad centroamericana, indica la sinopsis.

De acuerdo con Valladares, el guion se elaboró recopilando testimonios de migrantes de diferentes comunidades, para lo que fue necesario ir a varios albergues. Conseguido esto, se diseñaron los personajes que dan vida a la historia.

Valladares destacó que la producción recorrió varios lugares de El Salvador por dos meses, a fin de encontrar la mejor locación para recrear el albergue.

Una vez definido el sitio, el departamento de arte trabajó un mes e incluso un grupo de pintores realizó un mural (de unos 25 metros) alusivo a “La bestia”, el tren en el que se transportan muchos inmigrantes.

Asimismo, explicó que el proyecto combina los testimonios de algunos migrantes con el trabajo de actores profesionales, para recuperar por un lado la vivencia personal de la migración y, por otro, la construcción de personajes realistas con una gran carga emocional que interpretan los personajes centrales.

A juicio de Valladares el país se está acercando a una industria cinematográfica, aunque falta mucho por recorrer en algunos aspectos. “Lo que sobran son historias que valen la pena llevar al cine, lo que falta son recursos y técnicos especializados en casi en todas áreas de producción”, subrayó.

2. “Buenas épocas”


El sábado 21 y domingo 22 se proyectará este documusical de 2010, de Mario Anaya.

El guion sigue una línea cronológica desde el surgimiento de los grupos musicales que destacaron desde 1963 hasta mediados de los años 70, cuando prácticamente desaparecieron.

Por medio de entrevistas, fotografías históricas, recreaciones de video y animaciones se hace un recorrido por esa etapa musical fecunda de El Salvador.

“La idea surgió a partir de un material audio visual que grabé en 2003, cuando se presentaban Remberto Trejo de Los Vikings y Julio Paiz de Hielo Ardiente, en el famoso Hollywood Palladium de Los Ángeles. Había una multitud de personas que no lo podía creer”, relató Anaya.

Antes, cuando estudiaba televisión en Los Angeles City College, les mostró la música salvadoreña de esa época a sus compañeros de clase y fue todo un éxito.

“De ahí surgió la idea de documentar todo sobre esa etapa musical de El Salvador y al mismo tiempo reconocer el talento de los músicos que lo hicieron posible”, explicó el cineasta.

Con respecto a la producción de cine en El Salvador, opinó que se está desarrollando a pasos muy lentos, tal como sucede en otros países.

“Creo que hemos logrado dominar el documental y recién veo que empezamos a producir algunos trabajos ya de guiones, ya sea en el género dramático o de comedia, pero creo que aún le falta un poquito para llegar a competir internacionalmente”, afirmó Anaya, a quien además le gustaría trabajar algo de ficción.

3. “La verdadera historia del bardo”


El cortometraje “La Verdadera historia del bardo”, de Elmer Cortez, se exhibirá los días 28 y 29 de septiembre.

Esta es una narrativa musical que incluye canciones de las buenas épocas, para contar la historia de un muchacho pobre, que era músico ambulante, quien se enamora de una muchacha de la alta sociedad.

La cinta fue filmada en Suchitoto y lleva impregnada la historia de amor que Cortez relata en el libro de homónimo de su autoría.

“Este es mi primer filme y estoy más que contento de lo logrado. Esta película se llevó a cabo con varias limitaciones de tiempo y de presupuesto, pero se logró. Estoy contento con los resultados por hoy y listo para hacer un nuevo proyecto a futuro”, expresó el guionista.

Sobre la industria cinematográfica en El Salvador, Cortez cree que hay mucho talento, riqueza de locaciones y un sinnúmero de historias que podrían filmarse. “Pienso que, con los recursos necesarios, en todos los sentidos, El Salvador podría darle muy buenas películas al mundo”, subrayó.

Además, aseguró que para impulsar y fortalecer las producciones de El Salvador, se tiene que empezar en casa, es decir, educar a la gente para que consuma el producto salvadoreño.