Cinco puntos que corrompen al Triángulo Norte

Especialistas del INCAE plantean, al menos, cinco puntos que afectan a Guatemala, El Salvador y Honduras.

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La abogada costarricense Carolina Muñoz ayer durante su disertación sobre los sistemas de gestión anticorrupción en el sector privado.

Por Katlen Urquilla

2019-12-11 4:00:29

Según Octavio Martínez, especialista del INCAE en Nicaragua, hay cinco caminos que llevan a hechos de corruptela en los países del Triángulo Norte, es decir El Salvador, Guatemala y Honduras.

“Desde el sector público tenemos una serie de falencias a nivel regional que debilitan nuestras instituciones y abren la oportunidad para que hayan más actos de corrupción”, dijo.

Uno de ellos es tener una legislación desactualizada que da “excesos de discrecionalidad” al funcionario público en procesos de interacción con el sector privado, explicó.

Añadió que “también en algunos países hay excesos de confidencialidad en las declaraciones patrimoniales de los funcionarios”.

El segundo punto que mencionó es que en la región existen institucionalidad y un sistema de justicia débiles. Según dijo, eso pasa porque no se tienen los recursos financieros, la capacidad técnica y en algunos países ni siquiera hay independencia de poderes o coordinación entre instituciones que luchan contra la corrupción.

Un tercer factor es que hay sistemas electorales y de partidos débiles, ya que en la mayoría de países el financiamiento de campañas y el origen de los fondos “son muy cuestionables y laxos”.

El cuarto aspecto es el acceso deficiente a información pública. “En algunos países las leyes de acceso a la información son muy débiles y hay países en los que no existe voluntad política para dar acceso a información”, apuntó y agregó que también hay escasa participación ciudadana para combatir y denunciar hechos de corrupción.

Por último, señaló que la tramitología burocrática facilita corromper. El experto citó datos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que indican que en 18 países de Latinoamérica han proliferado los trámites burocráticos. En El Salvador un trámite puede tardar un promedio de 3.2 horas, indicó Martínez.