Cabinas móviles para hacer pruebas de COVID-19: “Propaganda sin sentido técnico”

Personas que fueron a hacerse la prueba se quejan de haber recibido resultados tarde o nunca.

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Jornada de aplicación de pruebas COVID-19 en el municipio de Santa Tecla, el pasado 3 de agosto. Foto/ Cortesía

Por Carlos López Vides/ Insy Mendoza / Cristian Díaz

2020-08-13 9:30:36

Desde que el 21 de abril el Ministerio de Salud presentó dos cabinas móviles para pruebas de COVID-19 en distintos puntos del país, esta estrategia ya abarcó al menos 20 locaciones distintas. La idea es moverse a los municipios donde haya alerta por muchos casos, identificar a quienes tienen el virus (con o sin síntomas), enviarles medicación o iniciar tratamiento, e identificar también a las personas que pueden convertirse en nexos epidemiológicos.

En general, por cada visita el personal de Salud corre 300 pruebas por lugar. Aunque la estrategia inició a finales de abril, en realidad los anuncios programados de dónde estarán las cabinas y los traslados se han regularizado hasta el 27 de julio pasado, según la información en Twitter (principal herramienta de comunicación de la administración Bukele) de la cuenta del Equipo Interdisciplinario de Contención Epidemiológica (EICI), que dirige esta operación.

Salud instala cabinas móviles para realizar pruebas de COVID-19 en plaza Salvador del Mundo

En estos casi cuatro meses de operación de estas cabinas, hubo 91 días donde la población no recibió información sobre dónde harían pruebas; y, si fueron efectivamente a algún territorio, no lo informaron a la ciudadanía.

Pero, desde el 27 de julio, sí han estado informando en redes sociales sobre dónde estarán en las próximas horas, comunicación en la que incluyen perifoneo de las unidades de Salud de cada locación, y en algunos casos, trabajo en conjunto con la alcaldía del lugar.

Desde el punto de vista puramente técnico, el presidente del Colegio Médico, el doctor Milton Brizuela, opinó que “lo están haciendo más con un objetivo propagandístico, no tiene ningún objetivo epidemiológico el avisar que van a llegar a buscar en tal lugar y que ahí llegue la gente, porque pueden llegar de diversos lugares”, explicó Brizuela, y no del municipio que en teoría está siendo priorizado porque ahí hay alerta de contagio o brote.

Así ocurrió en Chalatenango, por ejemplo, donde el ciudadano Eliézar Salinas dijo en un video de la Secretaría de la Presidencia, el 5 de agosto pasado, que “yo no soy de Chalate, me di cuenta que iba a ver (toma de pruebas) ahora aquí y me tocó venirme desde Aguilares, para poder hacerme la prueba”.

“Lo ideal es que hicieran una búsqueda activa de casos” en cada lugar, dijo Brizuela, “y a los nexos de casos positivos también les tomaran pruebas. Si hay muchos casos en una zona se pueden hacer cercos sanitarios o cuarentenas focalizadas, para evitar que el virus siga circulando. En esas cabinas hacen 300 pruebas diarias … Eso es insignificante para el seguimiento en una pandemia”, añadió.

Foto EDH/ Yessica Hompanera

Para el ministro de Salud, Francisco Alabí, “es importante hacer llegar a toda la población estas cabinas, para poder realizar el tamizaje e identificar si tenemos o no la enfermedad de coronavirus”, según expresó el 9 de agosto en Zacatecoluca, donde además afirmó que las cabinas seguirán recorriendo el país “de forma indefinida”.

La doctora Elizabeth Gómez, diputada por el FMLN, opinó que la estrategia de hacer pruebas en los departamentos ha sido una estrategia tardía en el combate a la pandemia, para detectar y aislar el paciente, así como cortar la cadena de contagios. “Quedó muy corto y atrasada la realización de pruebas masivas”, dijo ayer en una entrevista de televisión.

¿Y los resultados?

Así como el Ministerio de Salud ocupa las redes sociales para avisar dónde estarán las cabinas, también la población ha ocupado Twitter en dos vías: algunos, para aplaudir esta medida, porque las pruebas son gratis y sienten apoyo para salir de la duda de si tienen el virus; otros, para reclamar, porque no les han dado resultados en un máximo de 72 horas como lo anuncian, o porque pasan los días y jamás les han llamado para saber si han dado positivo o no. Lo mismo ha pasado con instituciones como la Alcaldía de Santa Ana. Este municipio fue visitado por las cabinas el pasado 30 de julio, pero según el jefe de comunicaciones de la comuna, José Mauricio Torrento, al menos hasta el 12 de agosto pasado “no sabemos ni cuánto fue el total de las pruebas que realizaron, ni los resultados, ningún tipo de información, a pesar de que se les colaboró directamente ”en el parque Menéndez, para que la población de la Ciudad Morena se hiciera las pruebas.

Salud realiza pruebas de COVID-19 en cabinas instaladas en La Unión

El alcalde de Chalatenango, Rigoberto Medina, explicó que en su municipio sí el EICEES les informó de resultados en las 48 horas prometidas; pero lamentó que “teníamos 270 casos sospechosos, de personas que atiende Bienestar Magisterial, Seguro Social y el hospital, pero a ellos no se les tomó pruebas, porque la jornada de tomas fue abierta”, lo que impidió que estos chalatecos con síntomas del virus pudieran ser tamizados.

Mientras, de las 290 personas que se hicieron la prueba para la detección del COVID-19, el 2 de agosto en las tres cabinas móviles que instaló el Ministerio de Salud en la ciudad de La Unión, la mayoría siguen esperando el resultado. De acuerdo con los usuarios, durante la toma de datos previo al tamizaje, les indicaron que a más tardar entre el miércoles 5 o jueves 6 le estarían llamando para darles el resultado; pero al 12 de agosto aún no tenían información.

Durante la toma de las pruebas para la detección del COVID-19, un vehículo del Ministerio perifoneaba en las calles de la ciudad invitando a toda la población a realizarle a las pruebas, y que harían las llamadas para notificar los resultados, pero solo a los casos positivos.

Incertidumbre

José, de 35 años, es un pequeño comerciante del casco urbano de La Unión, dijo que está con la incertidumbre si salió positivo o negativo en la prueba. “Aunque uno haya salido negativo, lo más indicado es que siempre le llamen para no estar con esas dudas del resultado”, mencionó.

Antonio es otro de los unionenses que junto a su grupo familiar se hicieron la prueba. Comentó que, de los tres que se hicieron la prueba, solo uno salió positivo, fue al único que le llamaron para darle el resultado y luego le entregaron un kit de medicamentos.

Mientras que un empleado de la municipalidad de Conchagua, quien salió positivo al virus, manifestó que el pasado miércoles 5 le llamaron para darle la respuesta, pero que fue hasta el 12 de agosto que le entregaron el kit de medicamentos. “Cuando me hicieron la prueba les expliqué que anteriormente había estado con el virus y les dije que había más personas que vivían en mi casa, pero el Ministerio solo se enfoca en los que llegan a hacerse la prueba”, agregó el empleado de la comuna.

Esto contradice lo explicado el 20 de abril por la subdirectora del Instituto Nacional de la Salud, Xochitl Sandoval, quien dijo al equipo de comunicaciones de la Presidencia que, al detectar un caso, las autoridades de Salud ya tienen establecido un protocolo “para el control no solo de los nexos, sino de los contactos que esta persona haya tenido”.

Álvaro Figueroa, coordinador de la Comisión Municipal de Protección Civil de La Unión, dijo que por parte del Ministerio de Salud no han recibido informes del resultado de las pruebas. “Logré tener información con algunas fuentes del Ministerio en el departamento y me confirmaron que solo 60 personas resultaron positivas al COVID-19”, declaró el 12 de agosto.