María Elena Hernández Romero fue una de las aspirantes a médica residente que se presentó al Anfiteatro Cifco el sábado. De 28 años, busca ser residente en oftalmología en el Hospital Rosales, y forma parte también del Movimiento Plaza para Todos, que empuja para que haya remuneración para los profesionales que hacen año social o están internos.
Atención: el examen para médicos residentes será presencia. Todos los detalles aquí.
Explicó que como Plaza para Todos (integrado por representantes de distintas universidades que tienen carrera medica) consideran que hubo un “amaño” el año pasado, y por eso pidieron garantías para la prueba de este año.
“Hablamos con el viceministro (de Salud, Carlos Alvarenga), para que hubiera un método más adecuado y tener la nota al instante. Debido a la pandemia y para evitar manipulación de un montón de papeletas, para evitar contaminación, decidieron ocupar uno de los sistemas en línea”, contó, específicamente la plataforma Examen View.
Hernández Romero sí le halla sentido a que el Consejo citara a los 1,270 aspirantes al mismo tiempo en Cifco, y fue porque intentaron evitar que los médicos copiaran las respuestas entre sí.
“Era el mismo examen para todas las especialidades médicas. El orden de las preguntas era el mismo, no había límite de tiempo. Ellos querían asegurarse que no estuviéramos copiando ni enviando la respuesta, o haciéndolo en grupo”, explicó.
No vio con malos ojos que los citaran en un hospital destinado a atender pacientes COVID, pues “fue en el anfiteatro, que está separado del hospital”; y confirmó que el Consejo les pidió que llevaran su propia laptop o tablet al lugar, y que no se les proveyó de Wifi o servicio de internet, sino que cada médico debía llevar su plan de datos en su dispositivo.
“Al principio nadie renegó y todo mundo de acuerdo, porque íbamos a saber la nota al instante. Hicieron pruebas antes para ver si a todos nos funcionaba, si no teníamos problemas para acceder; las pocas personas que tuvieron problemas se lo lograron solucionar con tiempo”, describió, pero luego vino el problema.
Cuando les dieron las claves para ingresar a la prueba, a eso de las 8 de la mañana, “lastimosamente, todos estábamos en el mismo espacio usando nuestro propio internet, y más de mil plataformas intentando conectarse a la misma red al mismo tiempo, era mentira… algo iba a pasar. Y colapsó. No más nos dieron la clave, ahí fue que falló. No falló en sí el sistema de preguntas, falló nuestro sistema de teléfono, nuestra línea, no podíamos entrar a Internet. Fueron las compañías de teléfono las que nos fallaron”, explicó la médica.
Varios examinados comenzaron a tener problemas de Internet. Narró Hernández Romero que apenas unos 200 de los 1,270 sí lograron entrar y estaban llenando la plataforma. “A nosotros nos pidieron colocarnos en el sector derecho del anfiteatro, y a los demás, en el izquierdo”; y contó con sinceridad que muchos de ellos estaban respondiendo en grupos, o pasándose respuestas.
Esto fue visto por el ministro Alabí, dijo la doctora, y llegó la orden de suspender la prueba a eso de las 9 a.m.
El Consejo decidió mover la prueba para este próximo sábado 3 de octubre, ahora en forma presencial y en papel.