Chapeltique tuvo un delicioso festival

El festival fue organizado por la Parroquia Nuestra Señora de Santa Ana, por doceava ocasión.

Por Insy Mendoza servicios@eldiariodehoy.com

2019-11-11 4:23:48

SAN MIGUEL. Gallinas preparadas a la brasa y en sopa, sopón de res, pastelitos de papa, rigua con queso, pupusas revueltas, tamales de elote, vino de jamaica, chocolate, atol, chilate y otras delicias gastronómicos degustaron los asistente al festival Cultural del municipio de Chapeltique, departamento de San Miguel.

Durante 12 años consecutivos, la Parroquia Nuestra Señora de Santa Ana, con apoyo de sus feligreses, celebra el festival, cuyo principal objetivo es agradecer al Creador.

En la actividad hubo grupos musicales de los municipios aledaños y el concurso de la Reina del Festival, en donde las candidatas lucieron vestidos típicos.

Parte de los fondos recaudados serán destinados a los trabajos de remodelación de la Casa de Retiro de la parroquia, que incluye mejorar el muro perimetral, construir el área de cocina y la capilla.

Isaías Segovia, coordinador de la juventud de la parroquia, manifestó que los festivales iniciaron en el año 2007 por la necesidad de recaudar fondos para darle mantenimiento al templo colonial.

En el festival participaron 42 comunidades del área urbana y rural , quienes con tres meses de anterioridad organizaron el evento.

Según Segovia, a partir de éste año el festival fue nombrado Cultural para unificar la cultura de los municipios de Ciudad Barrios, Sesori, Moncagua, y Guatajiaga de Morazán.

“En Chapeltique se trabaja la loza porque hay gente que vino de otros lugares y trajó sus costumbres en gastronomía y comercio”, agregó.

Yenni Lemus, del caserío San José el Rodeo, explicó que todas las aves que preparó para el almuerzo fueron donadas por los feligreses del caserío.

“Las gallinas las matamos un día antes, las dejamos lista para cocinar para que la gente disfrute de una sabrosa sopa con gallina asada a un precio de $2.50”, dijo Lemus.

Marta Argueta aprovechó el festival para vender las “chancacas”, un trozo de pan hecho con maíz, canela y dulce de atado.

“Es una costumbre de hace muchos años que se estar perdiendo, en el lugar, solo yo las hago”, explicó.

Felipa Ochoa, de 60 años, junto a otro grupo de mujeres hicieron más de 700 pastelitos con papas. Ella manifestó que es una forma de agradecer a Dios por todas las bondades que da para que las familias puedan alimentarse.