Centro Histórico de San Salvador le abre las puertas a nuevos negocios

El alquiler de los nuevos locales ha subido a más de $600, según un experto en el negocio inmobiliario.

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Fachada de Café Fulanos, situado a un costado de Catedral Metropolitana. Foto EDH/ Menly Cortez

Por Karen Molina/ Menly Cortez

2019-06-14 8:30:29

El centro histórico de San Salvador le está abriendo las puertas a nuevos negocios y ayudando a visibilizar a otros que estaban escondidos.

En el último año se han instalado al menos 20 locales que han generado expectativa entre los visitantes así como entre propietarios y agentes inmobiliarios pues cada vez hay más edificios con letreros de alquiler.

Pero además, otros pequeños negocios que ya funcionaban entre los antiguos edificios, están resurgiendo, visibilizándose y aprovechando la afluencia de turistas que se ha incrementado.

Café Fulanos, LeCafé, Típicos La Cuscatleca, Coffee Tempo, Moris Rooftop y otras marcas reconocidas de comida rápida o sorbetes son solo algunos de los nuevos negocios que han decidido invertir en el centro capitalino y ofrecer sus productos y servicios.

La Alcaldía de San Salvador ya mostró las oportunidades de inversión a dos comisiones internacionales que también tienen intenciones de invertir en varias zonas del centro capitalino.

Se estima que por el centro histórico transitan todos los días unas 22,400 personas y que se duplican los fines de semana.

Y esta atracción de negocios ya elevó al costo del alquiler, que ha pasado de entre $100 y $100 dependiendo del local a entre $500 y $600, según afirma José Enrique Erazo, un consultor inmobiliario que ha estado al frente de la comercialización de los locales que forman parte del Arzobispado de San Salvador.

Ante este nuevo flujo de inversiones, la Alcaldía de San Salvador está trabajando en un manual de tramitología para agilizar las inversiones en la zona y ordenarlas.

Los nuevos negocios han readecuados los locales, pero han tenido que respetar aspectos históricos. Foto EDH/ Menly Cortez

Carlo Manuel Aguilar, coordinador de proyectos urbanos de la Alcaldía, afirma que si bien el reordenamiento del Centro Histórico ha atraído nuevos locales, es necesario trabajar por la sostenibilidad de estos negocios y en proyectos complementarios que abarquen más áreas para beneficio de todos.

“Lo que se quiere es que esa inversión pueda presentar una oportunidad para nuevos negocios como los emprendedores que han llegado”, dijo Aguilar.

Patricia Zamora es una de esas emprendedoras que le apostó al centro capitalino e instaló Café Fulanos, un pequeño restaurante ubicado a un costado de Catedral Metropolitana, que ofrece café gourmet, postres y sandwiches a sus visitantes.

A pocos metros del lugar también está Moris Rooftop, un nuevo bar que ha llamado la atención de los visitantes más jóvenes y bohemios.

Tres jóvenes amigos que siempre hablaron de abrir el bar de sus sueños, juntaron sus ahorros y alquilaron el último piso del Edificio Morazán, situado frente a la Plaza Morazán, que no solo ofrece una espectacular vista hacia el Teatro Nacional sino también música en vivo y karaoke.

“Siempre quisimos poner un bar y cuando vinimos a ver este lugar creímos que era ideal, sobre todo porque tiene una ubicación privilegiada, frente al Teatro. Este es un lugar donde se combina el arte y lo urbano”, dijo Denis Sánchez, uno de los propietarios del lugar.

Típicos La Cuscatleca es uno de los negocios de comida que abrió en la Calle Delgado. Foto EDH/ Menly Cortez

Negocios escondidos

Pero dentro de este edificio ya había vida desde antes que Moris Rooftop se instalara. Entre sus pasillos hay escuelas de Taekwondo y de pintura así como oficinas jurídicas y una asociación de neuróticos anónimos que han ofrecido sus servicios a los capitalinos desde antes que el centro fuera atractivo para el turismo.

Gloria Josefina Chicas, propietaria de la escuela de Taekwondo, por ejemplo, cuenta que instaló su escuela de karate en el edificio Morazán hace 12 años. Ahora que más personas está llegando al edificio, también se han acercado a preguntado por las clases.

José Antonio Avilés, secretario administrativo de la Asociación de Neuróticos, afirma que el grupo comenzó funcionando en el Edificio San Jorge, cerca del Parque Bolivar y luego se trasladó al Edificio Morazán en 2006.

“Para nosotros la comodidad y el precio fue muy importante para poder alojarnos acá”, señaló don Avilés, quien afirma que hoy es difícil encontrar el alquiler de un local a un costo de $80 o $100.

En ese mismo edificio funcionan otros negocios y escuelas y actualmente están en reconstrucción otros locales a los que están remozando para instalar, seguramente, otras pequeñas empresas que esperan un beneficio económico en el futuro.

LeCafé es uno de los negocios que tuvo que abrir una segunda sucursal debido a su demanda. Foto EDH/ Menly Cortez

“Corredor de oportunidades”

La recuperación del Centro Histórico apenas abarca tres plazas dentro del microcentro. Por eso la idea de la Alcaldía capitalina es extenderlo a otras áreas que conecten con esta zona y así se puedan ampliar las oportunidades para otros comerciantes.

El parque Hula Hula, así como el parque Cuscatlán (ambos en remodelación) son dos de los puntos que se quieren conectar con las demás plazas capitalinas y con ello crear “el corredor de oportunidades”, un plan en el que no solo se quieren establecer negocios, sino también apartamentos, estacionamientos y edificios mixtos, que combinen comercios y vivienda.

Con la reactivación comercial del Centro Histórico también han surgido guías turísticos.

“Para que esto funcione ya estamos trabajando en una estrategia de seguridad y limpieza, pues solo así habrá más inversión”, apunta Aguilar.

Además, se está trabajando en un manual de trámites con el fin de agilizar las futuras inversiones que vayan llegando no solo al Centro Histórico sino también a otras áreas aledañas.

Según Aguilar, las inversiones tienen que hacerse de forma ordenada para ayudar tanto al emprendedor local como al inversionista extranjero.

Coffee Tempo es otro de los negocios que abrió sus puertas en el Centro Histórico. Foto EDH/ Menly Cortez

Inventario de edificios y plan de sostenibilidad

El Centro Histórico está formado por 244 manzanas, pero hasta ahora solo se han intervenido 23 manzanas que están alrededor del Parque Libertad, Plaza Morazán y Plaza Barrios.

Para Aguilar, la idea es que las inversiones que ya se establecieron a través de la remodelación sean sostenibles y logren crear un núcleo ordenado de negocios.

Según el consultor inmobiliario Enrique Erazo, antes los negocios eran muy variables y no se hacía ninguna diferencia sobre su ubicación. Ahora, con la remodelación, la alcaldía está sectorizando las plazas y ubicando negocios gastronónimos en el mismo sector, ofertas del sector financiero por otro y otro tipo de comercios relacionados en el mismo sector.