SAN MIGUEL. El Día de los Santos Difuntos se conmemora el recuerdo de familiares y amigos que ya fallecieron; sin embargo, los alrededores del cementerio general migueleño ofrece un ambiente festivo que atrae a más de 200 vendedores, en espera de unas 5,000 personas.
“Se encuentran vendedores de flores, dulces, papas y las ruedas que se instalaran de manera temporal, sin contar los que están dentro del cementerio”, comentó el alcalde de San Miguel, Miguel Pereira.
Desde hace nueve años, Catalina Eugenia Valle, de 80 años, instala su venta en la entrada del cementerio y ofrece veladoras, cortinas hechas de papel y picadillo (durapax picado con color), “para decorar las tumbas y que se alegren los difuntitos”, agrega.
Este 1 de noviembre, dice, la venta no ha sido como esperaba pero no pierde la esperanza de que mejore. “El año pasado estuvo mejor; este día ya había vendido algo, hoy (viernes) no ha servido”, manifiesta.
Debido a la afluencia de personas las autoridades han desplegado un amplio dispositivo de seguridad en los 74 cementerios que conforman San Miguel.
“Se han suspendido licencias por la necesidad del servicio, eso significa que estaremos más de mil elementos de la policía, más el acompañamiento de la Fuerza Armada, para garantizar la seguridad y los bienes de las personas que van a visitar y enflorar a sus seres queridos a los diferentes cementerios del departamento”, dijo el Comisionado Fabricio Moreno, subjefe de la delegación de San Miguel.
Los 21 cementerios contarán con patrullajes constantes. En los de San Miguel y San Antonio Silva habrá presencia del CAM.