CEL y empresa rusa no llegan a nuevo acuerdo para continuar El Chaparral

El 14 de agosto la empresa Tyazhmash envió una última advertencia al presidente de Cel exponiéndole su preocupación por que el equipo y maquinaria instalados en la represa quedarán sin seguros y finalizada la póliza. Será el Gobierno quien se responsabilice de sus posibles daños.

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La casa de máquinas dentro de la presa hidroeléctrica contiene las turbinas que son el corazón de la obra. Estas son parte del equipo que la empresa rusa Tyazhmash instaló en el proyecto que hoy está al borde de quedar paralizado otra vez por problemas legales. Foto EDH / sitio web empresa Tyazhmash

Por Karen Molina

2019-08-16 6:15:06

La empresa hizo un último intento el miércoles 14 de agosto, al enviar una nueva carta al presidente de la autónoma, Daniel Álvarez, donde le expresaba su preocupación por el pronto vencimiento de la póliza de seguro que se contrató para la maquinaria y equipo que está instalada en el terreno.

Según una fuente cercana a la empresa, Cel tendría que pagarle a Tyazhmash aproximadamente $12 millones por la maquinaria y su mantenimiento en el lugar.

En la carta Tyazhmash le advierte a Cel que la póliza contratada vence este 19 de agosto y no renovarla significaría dejar sin cobertura a los equipos y maquinaria suministrada hasta hoy.

Entre este equipo y maquinaria están la turbina y los generadores de la presa, que representan el corazón de la obra, pues sin ellas no puede funcionar.

La carta explica que dado que ellos son los propietarios de la maquinaria, tendrían que gestionar una nueva póliza de seguro en cuanto se venza el plazo de la actual. Además, responsabiliza a Cel por cualquier evento dañoso que le ocurra a los bienes a partir del 20 de agosto.

Esto es un punto importante para la continuidad de la obra pues si no se contratara seguro y más adelante la empresa y Cel acuerdan dar continuidad al proyecto, las fallas que pudieran presentarse no serían atribuidas a la empresa contratada, sino que a Cel.

En marzo de este año la empresa le pidió a Cel un nuevo plazo para continuar con el proyecto, debido a que ya se había establecido el 15 de agosto de 2019 como la última fecha para que la compañía continuara trabajando en ella.

Además la compañía había solicitado una compensación por la maquinaria instalada hasta hoy.

Sin embargo, en una reunión realizada esta semana, los representantes no mostraron interés por lograr un nuevo acuerdo ni tampoco pagar la compensación financiera, por lo que los representantes expusieron la salida de un arbitraje internacional como única opción para dirimir el caso.

El presidente de Cel, quien tomó las riendas de la institución hace exactamente un mes, ha guardado silencio ante la situación.

Extraoficialmente se conocía que la institución estaba terminando una auditoría interna en la que, al parecer, se habían encontrado irregularidades que se pretendían sacar a la luz.

Sin embargo una fuente interna señala que funcionarios de la anterior administración del FMLN tuvieron serias diferencias de criterio con los nuevos funcionarios de la administración de Nayib Bukele, que llegaron a solicitar información financiera y carpetas de todos los proyectos.

De hecho, el primer presidente de la autónoma, William Granadino, renunció un mes y medio después de asumir el cargo aduciendo que se dedicaba a tareas personales y a retomar su cargo dentro del Organismo Promotor de Exportaciones e Inversiones de El Salvador (Proesa).

Unas semanas antes de su renuncia había dado una entrevista televisiva en la que aseguró que la presa hidroeléctrica se entregaría en el primer trimestre de 2020.

Pero al nombrarse al nuevo presidente de la autónoma, Daniel Álvarez, pocos días después surgió una protesta organizada por pobladores de San Luis de la Reina, en San Miguel, quienes no dejaron entrar maquinaria y continuar con la obra, asegurando que Cel no les había cumplido las obras sociales prometidas para su municipio.

Según Álvarez, estas obras sociales no son viables por lo que culpó al FMLN de engañar a los pobladores de ese municipio.

La protesta se mantuvo por más de 26 días sin que ninguna autoridad de Cel pidiera a la Policía removerlos, para permitir que los trabajos continuaran con normalidad.

Por este caso, El Diario de Hoy también ha pedido explicaciones a Cel, pero la institución todavía no responde.

Inconcluso diez años después

La construcción de la presa hidroeléctrica El Chaparral sigue sin terminarse pese a que ya pasaron diez años desde que el expresidente Antonio Saca puso la primera piedra de este proyecto.

Durante su ejecución la obra ha tenido innumerables problemas que van desde lo financiero hasta fenómenos naturales que han impedido que sea entregada.

El proyecto fue concebido para tener una capacidad instalada de 67 megavatios de energía que permitirían al país contar con una nueva opción de generación renovable y barata que, a su vez, permitiría abaratar el costo de la energía para los salvadoreños.

El proyecto fue presupuestado a un costo de $219 millones, pero según dijo el expresidente de Cel, David López Villafuerte, si este llega a ser finalizado, terminará costando más de $470 millones.

En su momento, López Villafuerte dijo que aunque la inversión fuera casi el doble, el beneficio para el país tendrá una duración de más de 100 años.