En el pasillo de un centro médico de San Salvador, desde hace ocho años, Carolina Cristales ayuda a niños con cáncer a recuperar horas clase que han perdido por causa de su enfermedad que requiere largos y dolorosos tratamientos. Ella conoce en carne propia la realidad de este tipo de pacientes.
“Mis niños me dan un ejemplo de vida. Ellos están pasando por una enfermedad que requiere de un tratamiento bien duro. A pesar que les ponen inyecciones y llegan a la clase llorando por el dolor, se limpian las lágrimas y a los cinco minutos ya se están riendo”. Estas son las palabras de Carolina Cristales, maestra del Mined que desde 2008 da clases a niños con cáncer que pasan consulta en el Centro médico Ayúdame a Vivir, ubicado en el bulevar Los Héroes, a la par del anexo del Hospital de Niños Benjamín Bloom, en San Salvador.
La fundación alberga la escuelita con el objetivo de que los niños no pierdan su proceso de aprendizaje formal mientras están en largas y extenuantes terapias. La han bautizado con el nombre de Escuela de Educación Especial “Reinaldo Borjas Porras”, en honor a un benefactor que regalaba fondos para material didáctico para los niños del Hospital Bloom.
Borjas Porras se inspiró por el trabajo de la maestra Marta de Cruz, quien en el año 2001 daba clases particulares a un sobrino ingresado. Al ver el interés de otros niños hospitalizados, quienes se acercaban a escuchar esas clases por el deseo de aprender, empezó a patrocinar la obra para que extendiera las clases para todos los niños. La maestra Marta acudió por ayuda al Ministerio de Educación en 2002 y con el apoyo del Bloom fue oficialmente inaugurada la escuela ese mismo año.