Más de 400 carros calientan sus motores para ayudar a Fátima en su lucha contra el cáncer

Aficionados del automovilismo realizarán un evento de demostración este domingo en el parque de La Familia, Planes de Renderos, para recaudar fondos y ayudar a la joven.

Desde febrero del año 2020, Fátima Molina está luchando contra el cáncer y vive con el temor de contagiarse de COVID-19.

Por Lissette Lemus

2021-01-28 9:51:10

Fátima Guadalupe, a sus 16 años, sueña con ser una profesional, aunque esa ruta se encuentre, por ahora, en una pausa obligada: a inicios de 2020, cuando ella comenzaba su primer año de bachillerato en Contaduría, le diagnosticaron cáncer linfático.

Fátima lo describe como una especie de “pelotita”, que en realidad se trata de una neoformación nodular en su muslo derecho, esa fue la primera señal de alerta, entonces sospechó que podría tratarse de una picada de chinche, debido a que su casa está rodeada de vegetación. Sus padres decidieron consultar en un centro de salud privado.

Tras una biopsia, a Fátima le dijeron que tenía linfocitoma cutis, es decir un tipo de lesión inflamatoria benigna en la piel, pero después de dos tratamientos sin tener una mejoría fue referida al Hospital Nacional Rosales.

“Es una noticia que nadie espera que le den, es difícil aceptarlo porque uno piensa: ¿por qué a mí?, pero gracias a Dios, que me ha dado la fuerza para seguir adelante”, explica Fátima, mientras descansa en una silla de cedro, en el corredor de su vivienda, en el cantón Casa de Piedra del municipio de San Salvador.

A sus 15 años, la vida para Fátima se volvió cuesta arriba al no tener otra opción que luchar contra el cáncer, que la obliga a viajar casi a diario al hospital para recibir las quimioterapias, que muchas veces le causan fuertes dolores de cabeza y náuseas.

Además, ha debido aprender una nueva forma de estudiar pues comenzó a recibir sus clases en casa a causa de la cuarentena estricta por la pandemia del COVID-19.
“Hubo un tiempo en el que yo estuve en depresión y le decía a mi mami: yo ya no quiero continuar”, comenta, Fátima, con tristeza.

La joven espera superar el cáncer para continuar con sus estudios. Foto EDH/ Lissette Lemus

La joven vive con su mamá, su papá y sus cuatro hermanos, quienes también resultaron afectados por las implicaciones de la enfermedad. “Esto ha sido duro, tanto para mí como para mi familia”, agrega la joven.

María Quintanilla, madre de Fátima, trabajaba en el área de cocina de un hogar para ancianos, pero tuvo que renunciar a su trabajo para atender a su hija, llevarla y cuidarla en el hospital. “Para uno de madre no es fácil, pero yo confío en que Dios ha estado con nosotros y, hasta el momento, no nos ha dejado solos”, asegura.

Fátima y María pronto cumplirán un año desde que comenzaron a viajar a diario al hospital, lo que supuso un gasto alto en transporte que, en algunas ocasiones, costea un tío de la joven.

 

La familia ha subsistido con la pensión que recibe Marco Antonio Molina, el padre de Fátima, quien, aunque es pensionado, antes de la pandemia tenía un empleo, debido a que las pensiones en el país son bajas, pero por su edad perdió su trabajo durante la pandemia del COVID-19.

“Mis años y mi estado de salud ya no me permitieron seguir trabajando pero la gente nos ha apoyado y no nos hemos sentido solos”, explica con optimismo.

Falta de medicamentos

Una de las mayores dificultades que la familia de Fátima ha enfrentado es la falta de medicamentos en el Hospital Rosales. Fátima ha recibido cinco ciclos de quimioterapia, de los cuales, en dos ha tenido que comprar sus propios medicamentos por la falta de estos en el sistema público.

La Doxorrubicina, que Fátima necesita semanalmente, cuesta alrededor de 130 dólares y, además, es difícil encontrarla y deben realizar un “viacrucis”, de farmacia en farmacia, para conseguirla.

Hace unos días, la Asociación de Pacientes Oncológicos (Aspo) y la Fundación Edificando Vidas denunciaron la crisis por falta de medicamentos que atraviesan los pacientes oncológicos en el hospital Rosales y el Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS).

“La carencia de medicamentos oncológicos deja al descubierto la falta de implementación de acciones estatales concretas dirigidas al cumplimiento de los mandatos constitucionales, lo cual deviene en muertes de pacientes, pues el cáncer es mortal sino es tratado a tiempo”, dice el comunicado girado por ambas asociaciones.

Leer: Pacientes con cáncer del ISSS y Rosales sin medicamentos

Cada ciclo de quimioterapias que Fátima recibe tiene una duración de cuatro semanas y se puede extender, dependiendo de la reacción que ella tenga a los medicamentos.
Los recursos económicos para la compra de medicinas se agotan en la familia. “La situación se va complicando, se va terminando el dinero, por eso nosotros le pedimos a Dios que nos diera una salida porque ya no hayamos qué hacer”, explica la madre de Fátima.

Otra de las situaciones que complica a la familia Molina es la falta de acceso al servicio de agua potable en la vivienda. Ellos deben pagar mensualmente $40 a una pipa que les provee el servicio de agua de forma privada.

Car Show solidario

A los esfuerzos de la familia y amigos por ayudar a Fátima, ahora se une Loyalty Family Club, conformado por aficionados del automovilismo.

El presidente del club, Eduardo Meléndez, explica que, como grupo, usualmente realizan este tipo de actividades para ayudar a niños o personas adultas que se encuentran en una situación difícil.

Loyalty nació como un grupo de amigos, a quienes los une la pasión por los automotores y el altruismo.

Como club, han realizado diversas campañas para ayudar a pacientes con cáncer que se encuentran ingresados en los diferentes hospitales. En épocas festivas realizan jornadas para llevar alimentos y ropa a personas sin hogar y que duermen en las principales calles de San Salvador.

Es por eso que, al darse cuenta de la situación de Fátima, decidieron organizar el Car Show 2021 con el fin de recolectar fondos.

El evento se realizará este domingo 31 de enero, desde las 6:00 de la mañana, hasta las 7:00 de la noche, en las instalaciones del Parque de la Familia, en Los Planes de Renderos.

Según Meléndez, los visitantes podrán disfrutar de la exhibición de unos 400 carros, entre clásicos con 50 años de antigüedad, europeos, carros de audio y autos modificados.

Al final del evento, un jurado premiará a los mejores automotores en las categorías: JDM (japoneses), KDM (coreanos), europeos, clásicos, Tunning (modificados), audio, pick ups y Open Show.

Isabel Salaverría, quien también está apoyando el esfuerzo, explica que es una actividad para disfrutar en familia, en la que se realizarán dinámicas y rifas, además, el parque cuenta con juegos mecánicos, pistas de patinaje y canchas de fútbol. El costo de la entrada por persona será de $1.

“Si nace de su corazón apoyarme a mí y mi familia, están todos invitados”, agrega Fátima, quien espera superar el cáncer para poder seguir sus estudios el próximo año, en el Complejo Educativo Católico San Antonio.