José Sette: “América Central está en buena posición para entrar al mercado de cafés especiales”

El Director Ejecutivo de la Organización Internacional del Café (OIC) no augura buenos precios del café para el futuro, lo que obliga al sector a ser más creativo.

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José Dauster Sette asumió el cargo de Director Ejecutivo de la Organización Internacional del Café (OIC) en mayo de 2017. Antes de reincorporarse a la OIC fue Director Ejecutivo del Comité Consultivo Internacional del Algodón (CCIA) de enero de 2014 a abril de 2017. Anteriormente fue Director Ejecutivo en funciones de la OIC, de noviembre de 2010 a noviembre de 2011, y Jefe de Operaciones de noviembre de 2007 a diciembre de 2012. Sette tiene amplia experiencia como consultor de asociaciones de comercio especializadas en asuntos de comercio internacional.

Por Jessica Guzmán

2020-03-03 8:00:13

En una entrevista exclusiva con El Diario de Hoy, el Director Ejecutivo de la Organización Internacional del Café (OIC), José Dauster Sette, habló de la situación actual del café a nivel mundial y de las perspectivas sobre su sostenibilidad, producción y precios.

En todo el mundo el panorama preocupa al sector pues las proyecciones indican que habrá una baja en la producción y los precios cada vez están cayendo.

Solo en El Salvador, el sector estima que la cosecha 2019-2020 se reducirá a 600,000 quintales, un 33 % más bajo que en la cosecha anterior y una cifra similar a la que se produjo en 1890.

Sin embargo Sette dice que la región puede aprovechar otros mercados más especializados y mejorar su consumo interno.

La producción de café 2019/ 2020 a nivel mundial proyecta una reducción, ¿esto se debe a las plagas y al cambio climático o hay otros factores?

El cambio climático es un fenómeno a largo plazo, entonces es difícil evaluar con exactitud cuál es su efecto al corto plazo, pero continúa siendo una situación muy delicada para toda la comunidad cafetera. Ahora, la leve reducción es menos de 1 % en la producción en este año cafetero y es lo que llamamos el ciclo bienal, sobre todo en Brasil. El ciclo bienal es una variación comprobada científicamente de año con año en la producción de las fincas que son plantadas al sol; en un año bueno con las condiciones climáticas favorables hay una producción grande; al año siguiente el árbol está cansado y produce menos y la cosecha 2019 / 2020 de Brasil es el año bajo del ciclo, esa es la mayor razón por la producción menor de esta cosecha.

¿Están los países productores de café de América Latina y el mundo preparados para enfrentar las inclemencias del cambio climático?

Cómo decía, el cambio climático es una cuestión de largo plazo y al corto plazo la atención de los productores está centrada en los precios bajos, es decir en la sostenibilidad económica y esto es básico, es fundamental para que tengamos un sector cafetero sostenible. Es un poco desafortunado, pero debemos tener en cuenta que no hay sostenibilidad ambiental, si no hay primero sostenibilidad económica. Si el caficultor no gana plata con su producción, entonces no tiene cómo hacer las inversiones necesarias para enfrentar el cambio climático.

¿Cómo deben prepararse los países productores de café para ser sostenibles?

Una de las maneras de enfrentar el cambio climático es crear variedades que sean resistentes a la sequía, pero la creación de nuevas variedades es un proceso bastante demorado y aunque hay trabajo en ello, los frutos no se verán temprano. Y otro posible abordaje para enfrentar el cambio climático es migrar la producción para espacios o tierras que sean menos calientes, pero eso en América Central es muy difícil, porque significa migrar a la montaña y no existe la infraestructura como carretera que haga accesible esto, por lo que en Centroamérica no es una opción muy viable, aunque en otros países sí.

El precio de café es otro factor clave ¿De qué depende que puedan subir?

Es algo complejo. De nuestra parte como OIC estamos implementando un diálogo entre nuestros miembros que son del sector público con el sector privado si se puede aliviar un poco esta situación. Creo que nadie está pensando en intervención directa en el mercado, pero sí dentro de un marco de mercado libre, encontrar maneras de disminuir un poco el impacto de los precios bajos.

En El Salvador, la mayoría de productores asegura que ni siquiera saca los costos de producción e incluso han analizado hacer ventas directas con compradores y no por medio de terceros para obtener mejores precios. ¿Qué mecanismos podrían seguir para obtener mejores precios?

Una manera es penetrar aún más en el mercado de cafés especiales que tienen un precio arriba del mercado comercial y América Central está en una buena posición para entrar en ese mercado, pues está geográficamente muy cerca a Estados Unidos, que es líder en el mercado de cafés especiales, que establece las tendencias, además tienen relación estrecha y eso puede ser una salida. Pero no basta simplemente calidad, hay que trabajar muy duro para reducir los costos, aunque reconozco que es bastante difícil en un país como El Salvador, por el terreno, por los costos de mano de obra.

Otra salida que hay que trabajar es incrementar el consumo interno en los países productores de café y tenemos muy buenos ejemplos, como Brasil, en dónde hay habitantes del país que consumen 6 kilos de café al año y comparado con Centroamérica en estos países es mucho más bajo. Costa Rica, que es el que más consume, es de 2 kilos abajo. Entonces incrementar el consumo interno crea riqueza en el país.

Sumado a la reducción de producción de café se prevé una mayor demanda, lo que generará un déficit. ¿Podría aumentar los precios del café debido a esto?

El déficit es muy pequeño, es menos de un millón de sacos. Los inventarios son suficientes para cubrir el déficit y tenemos la perspectiva que a partir de mayo habrá una cosecha bastante grande en Brasil, así que la perspectiva de un gran aumento de los precios es poco probable; pero al mismo tiempo pienso que una disminución acentuada también es poco probable.

¿Existe preocupación en la OIC que la producción de café vaya decayendo a nivel mundial?

Con el incremento constante de la demanda es posible que tengamos problemas dentro de 10 o 20 años, y esto es una situación que debe preocupar a todos los países productores, pero sobre todo a la industria que depende de materia prima suficiente para sus ventas.

Entonces, ¿si el productor no obtiene un buen precio por su café, tampoco puede invertir para hacer sostenibles sus cafetales?

Exactamente. Uno de los grandes retos que enfrenta el café es que los ciclos son bastante largos. Si hay una subida acentuada de precios la tendencia sería que los productores plantaran nuevos árboles, pero un árbol de café para entrar en producción demanda de tres a cuatro años, entonces el efecto de las nuevas plantaciones no se ve en el corto plazo.

El Salvador era hace más de 10 años uno de los mayores productores de café a nivel centroamericano. De producir más de 4 millones de quintales decayó a menos de un millón ¿Deberían los productores apostarle a levantar nuevamente ese volumen de producción o producir cafés de alta calidad, que se pueden vender a mucho mejor precio?

Yo pienso que toda Centroamérica en condiciones de topografía, en las condiciones económicas tiene costos de producción bastante altos, entonces hace sentido enfocarse en el mercado de cafés especiales.

Y en la situación actual de El Salvador, que no es un gran productor, que incremente su producción no afectaría significativamente los precios internacionales, entonces hay que hacer una ecuación de cuáles son los costos de producción y a qué precios se puede vender, no es solo tirarse al mercado de cafés especiales que se solucionará, sino que hay que tener todos los factores en orden.

¿Podrían enfermedades como el coronavirus afectar el mercado del café?

En la producción no sé, esto podría ser si el coronavirus afecta a Vietnam, que es el segundo mayor productor; la propia China produce poco. Ahora, el peligro mayor es con la demanda, pues ya vimos que en China Starbuks cerró por un tiempo varias de sus tiendas, también Latin Coffee cerró tiendas, entonces si esta enfermedad evoluciona en una pandemia sí podríamos ver un impacto en el consumo, pero es muy temprano para decir.

Sobre el diálogo con el sector privado que está impulsando la OIC ¿de qué se trata exactamente?

El año pasado iniciamos este diálogo y tuvimos respuesta favorable del sector privado que también tiene estas preocupaciones, porque aunque les favorezca que los precios estén bajos, ellos saben que un plazo largo esto puede traer problemas para una producción insuficiente para atender la demanda.

Entonces trajimos a la mesa a las grandes tostadoras, los grandes comerciantes del café en el mundo y los juntamos con nuestros miembros y vamos a ver posibles acciones para mitigar la situación actual, como el incremento de la transparencia del mercado, el fomento de las compras responsables de café sostenibles, cómo atraer inversión de organismos multilaterales para el sector.

Este esfuerzo tuvo el año pasado en septiembre ya el primer Foro de liderazgos del sector cafetero del cual resultó la Declaración de Londres, que establece que el sector privado va a trabajar con nosotros. Entonces este año es de poner todo eso en práctica e intentar llegar a soluciones concretas, para que en este septiembre en el segundo foro ya tengamos propuestas innovadoras, siempre dentro de un entorno de mercado libre.

Pero, ¿esas propuestas van enfocadas a subir los precios del café?

Más allá de subir los precios es promover la sostenibilidad a largo plazo del sector cafetero el cual incluye los precios, pero los precios sin el brote de otras medidas, por sí solos no van a reaccionar.