Cae presunto marero por el asesinato de sargento frente a hijos

El jefe policial recién salía de la iglesia evangélica con su esposa, su hijo en brazos y de la mano con otra niña cuando ultimado.

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Supuesto cabecilla de la MS, Moisés Isaac Jiménez, fue detenido tras figurar como uno de los asesinos del sargento De la Cruz Escob ar Foto EDH /PNC.

Por Jaime López

2019-09-09 4:30:24

Cinco meses después del asesinato del sargento Juan José de la Cruz Escobar, en la colonia Las Palmeras de Tacuba, Ahuachapán, la Policía detuvo a Moisés Isaac Jiménez Rivera, uno de los pandilleros que presuntamente participó en el crimen.

El sargento De la Cruz, miembro de la Policía Nacional Civil, fue ultimado 29 de abril de 2019.

Según las investigaciones policiales, Jiménez es cabecilla de la MS y tiene varias órdenes de arresto por homicidio agravado y organizaciones terroristas desde julio de 2017. Además, es señalado de reclutar a varios jóvenes, bajo amenazas de muerte, para integrarse a la pandilla.

El acusado, de 23 años, fue detenido en el caserío Cuesta del Gavilán en Tacuba. Junto a él también fueron arrestados su compañera de vida Jenny Carolina Rodríguez de la Cruz y Rogelio de 15 años.

Día del asesinato

De la Cruz Escobar, un veterano policial, recién había salido de la iglesia evangélica donde se congregaba cuando fue asesinado.

Él cargaba entre sus brazos a su hijo de dos años. También le acompañaban su otra hija de cinco años y su esposa.

A la salida del pasaje donde se encuentra el templo fue interceptado por tres pandilleros con pistolas, uno de ellos, al parecer fue Jiménez.

La primera reacción del policía fue bajar a su hijo y dárselo a su esposa. Enseguida les suplicó a los pandilleros que no le fueran a dañar a su familia. Los criminales apartaron a su familia y le dispararon en varias ocasiones al sargento.

Su esposa entró en shock nervioso y sus hijos lloraban del miedo, según fuentes policiales.

El sargento de la Cruz gozaba de sus vacaciones cuando fue asesinado. Aprovechaba su tiempo libre para ir a trabajar en la construcción de la iglesia donde asistía junto con su familia desde hace tres años. La noche que lo mataron, el sargento había construido los sanitarios del templo.