Miembros del Estado Mayor Presidencial (EMP) retuvieron ayer a un fotoperiodista de El Diario de Hoy luego de que este grabara en vídeo cómo miembros de esa entidad impidieron a una anciana acercarse al presidente Nayib Bukele cuando este abandonaba el Palacio Nacional.
“Yo estaba situado en el lado sur del Palacio a la espera de que saliera el presidente y hacerle un vídeo con mi teléfono. Una señora de más de 70 años de edad también esperaba a Nayib Bukele para entregarle una carta; desde hacía rato le insistía a los del Batallón Presidencial, pero estos no la dejaban pasar”, relata el fotoperiodista.
De repente, añade, venía el presidente y la señora se les logró escapar y casi llega al vehículo que abordaría Bukele con su esposa, pero no lo logró porque él ya había abordado el vehículo y se fue rápidamente.
Según el profesional, los miembros del EMP la lograron interceptar a la señora y empezaron a forcejear con ella. “Yo había estado grabando lo que pasaba, y de repente uno del batallón alertó de que yo estaba grabando vídeo. Seis me rodearon y me pidieron que borrara la grabación, les dije que hablaría con mi jefe pero ellos insistían”, afirma.
De repente dice que vio venir a la Procuradora para la Defensa de los Derechos Humanos, Raquel Caballero de Guevara, le hizo señas y ella se acercó para ver qué pasaba.
“Me preguntó cuál era el problema. Los del Batallón decían que borrara los vídeos porque de lo contrario me llevarían preso. Uno de apellido Gutiérrez me tomó la credencial y anotó los datos. Me dijo que si se hacía público los vídeos me iba a mandar a la cárcel y a los tribunales, además llamó a la Policía”, expresa el fotoperiodista.
Lo que alegaban los del EMP es que se trataba de la seguridad presidencial, pero en realidad la grabación era sobre el forcejeo de la anciana con los miembros del batallón. Además el fotoperiodista asegura que nunca sobrepasó la zona restringida.
De Guevara negoció con los del EMP que lo dejaran ir al fotoperiodista a cambio de borrar los vídeos. De hecho, ella misma pidió el teléfono de trabajo del fotoperiodista y borró uno de los dos vídeos, luego se lo entregó a uno de los miembros del EMP.