Bajos salarios obligan a jóvenes a emprender en las calles

En Mejicanos, San Salvador y Santa Tecla, 8 de cada 10 personas se encuentra en edad de trabajar; mientras 5 de cada 10 trabaja o está buscando empleo, según el Informe de Calidad de Vida 2018.

descripción de la imagen

Por Evelia Hernández

2019-07-20 6:15:39

Johanna Sandoval, de 23 años, junto a su esposo Cristian Nóchez, venden todas las mañanas en la zona de la colonia San Luis, en San Salvador, desde hace tres meses. Los jóvenes son profesionales en gastronomía y son parte del 67 % de la Población Económicamente Activa (PEA) que en promedio tienen los municipios de San Salvador, Santa Tecla y Mejicanos, según la encuesta Calidad de Vida 2018, del observatorio El Salvador Cómo Vamos.

En el informe, en el apartado “Cómo vamos en trabajo”, se determina que por cada 100 personas en edad de trabajar, 67 se encuentran ocupadas u ofreciendo su fuerza de trabajo al mercado laboral.

La tasa es mayor para los hombres, en comparación con la población femenina. La tasa de participación global masculina es del 76 %; mientras que para el grupo de mujeres es de 61%, es decir, ante igual cantidad de hombres y mujeres en edad de trabajar, hay más hombres que mujeres ocupados.

Significa que hay más mujeres en busca de empleo, lo que podría implicar que hay condiciones o motivaciones para que las mujeres no se incorporen a la fuerza de trabajo, indica el estudio.

Johana y Cristian opinan que las extensas horas laborales y una poca remuneración los llevó a emprender su propio proyecto de venta de desayunos exprés sobre la Avenida Izalco y 39a. Avenida Norte, en San Salvador.

Los jóvenes manifiestan que con el proyecto “La Chivatada” tienen mayor tiempo para seguirse capacitando y en un futuro esperan consolidarse como una empresa que dé empleos a otras personas con su misma profesión.

“Con los salarios actuales es un poco difícil para un ciudadano tener un capital para invertir en un negocio y la necesidad es la madre de la creatividad. Repasamos ideas, escenarios en que cocinar, qué ofrecer y fue que decidimos probar en la calle … Hay ventas de comida de calle informales, nosotros hemos intentado iniciar un nuevo movimiento, todo desde nuestra vestimenta. La calle es difícil, toca asolearse, la venta es variable, así como el tráfico, es cansado pero satisfactorio”, manifiesta Cristian, quien también es ingeniero en Sistemas, al hablar que mucha gente los felicita por su decisión.

Según el informe Calidad de Vida 2018, en los tres municipios existe el reto laboral de formalización de los empleos y aumento en los ingresos de los trabajadores.

“Hay un 56 % de asalariados que no cuenta con seguridad social… trabajadores que no están cubiertos por accidentes de trabajo ni sistema de salud”, destaca el documento.

Mientras que un 26 % de los trabajadores recibe menos de $300 de ingresos por las labores realizadas, es decir, no logran cubrir el salario mínimo.

“De una u otra forma todos sufrimos las consecuencias de la realidad de nuestro país, siendo sinceros, la falta de empleos, salarios competitivos, discriminación por edad (en ambos sexos) son problemas reales, necesitamos una nueva visión, personas que entiendan que las sociedades prosperan cuando se toman en cuenta a todos los sectores de la población, que las empresas den salarios dignos”, explica Nóchez sobre los aspectos que lo llevaron a emprender.

Para el sociólogo y catedrático universitario, Godofredo Aguillón, el empleo es una parte fundamental para que la personas tengan un mejor nivel de vida, y este se refiere a un aspecto socioeconómico. “Se habla de la inseguridad económica de no tener un trabajo fijo permanente, eso genera malestar social, la gente puede decir yo puedo buscar vías alternas. A veces con mucha reserva conocemos, por la falta de actualización de estadísticas, que la Población Económicamente Activa que está en condiciones de trabajo es alrededor del 40 %, el resto está subempleada y ahí hay un problema a parte del desempleo”, explicó.

Para Aguillón, el subempleo es el indicador que más se observa en las calles de San Salvador, ya que “mucha gente graduada universitaria está ahí, pero está subempleada. No tiene seguridad social y está expuesta a la intemperie”.

La investigación de Calidad de Vida 2018, las tasas de desempleo de San Salvador, Santa Tecla y Mejicanos, se ubica por arriba del 10 %, superando el promedio nacional del 7%.

“Aumentar las oportunidades laborales, especialmente para los jóvenes, es una tarea pendiente, ya que 43 % de los desempleados son jóvenes entre 16 y 24 años”, indica el informe.

Aguillón advierte que los Gobiernos deben aprovechar la población joven y darle herramientas técnicas para especializarse, porque “sí las autoridades no aprovechan el rubro del recurso humano con el cual cuenta el país , entonces no podemos estarnos lamentando a la vuelta de 40 años de que no hicimos nada”.

Los resultados de la encuesta de Calidad de Vida 2018 reflejan que la tasa de ocupación, es de 86% en Mejicanos, 90% en San Salvador y de 88% en Santa Tecla.

Según Godofredo Guillén, hay una marginación de empleos en cuanto a la educación que se tiene; sin embargo, “en la práctica no hay correspondencia en la educación que puede tener alguien que hizo más de 15 años de estudio y se siente que no es correspondido en un trabajo de baja remuneración. Y el aspiraba a algo mucho mejor de acuerdo a sus estudios. Eso se ha vuelto algo común, en muchos universitarios y sin embargo no hay empleo”, estima el sociólogo.

El informe identifica la situación de empleo en la que se encuentra la población ocupada de estos municipios, en donde el 61 %, en promedio, es asalariado; 32 % es independiente y un 5 % se dedica a otra actividad para generar ingresos.

En cuanto a los asalariados, el 55 % corresponde a trabajos permanentes y 6 % a temporales. El 21 % reportan ser dueños o patronos, 11 % trabajadores por cuenta propia y 2 % familiares auxiliares sin remuneración.

Los trabajadores asalariados reciben una remuneración periódica a cambio de ofrecer su fuerza de trabajo bajo cierta continuidad y con un horario, lugar y duración determinada, entre otras características, como tener amparo legal, contar con seguridad social (salud y vejez) y el establecimiento de un salario mínimo. No obstante, la condición de asalariado no garantiza contar con estas coberturas, detalla el documento.

El Informe del Observatorio Cómo Vamos detalla que del total de personas ocupadas, el 44% tiene un trabajo asalariado y cuenta con seguridad social, esto podría considerarse como un indicador de trabajo formal.

Mientras que las implicaciones del trabajo informal es en la que las personas carecen de protección social, como el seguro de salud y accidentes de trabajo; así como de cobertura previsional y, al no tener acceso al sistema de pensiones, se ven expuestos a trabajar durante más tiempo ante la imposibilidad de jubilarse.

Emilio Espín, de la Mesa de la Dignificación del Adulto Mayor, recuerda que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) hizo una declaración al bono demográfico que tiene el país y advirtió a El Salvador que tienen 15 años para invertir en la juventud.

“En 15 años la población de El Salvador será envejecida aceleradamente. ¿Quiénes serán los que van a producir para que haya pensiones? si el 75 % de la economía está en el sector informal y no paga pensión, ni seguro social. Cuando los que están en ese sector lleguen a los 60 años ¿quién va soportar esa carga?”, analiza Espín.

La situación del empleo formal en cada municipio revela que en Mejicanos ronda el 44 %, en San Salvador el 39 % y Santa Tecla un 51 %.

En términos generales, más de la mitad de los trabajadores podrían considerarse con un empleo informal, siendo las mujeres las que enfrenta una situación más desfavorable, especialmente en San Salvador y Mejicanos, donde se amplía la brecha entre hombres y mujeres con un empleo formal.

En Mejicanos, San Salvador y Santa Tecla, 8 de cada 10 habitantes se encuentra en edad de trabajar, mientras 5 de cada 10 trabaja o está buscando empleo.

El 61 % de los trabajadores de estos municipios lo hacen bajo una situación de asalariados, especialmente los hombres. Los trabajadores independientes representan el 37 %, con un predominio de las mujeres.