La Parroquia San Sebastián Mártir, en Ayutuxtepeque, realizó su pastorela el pasado viernes 20 de diciembre, tradición que se tiene desde el 2011 con la llegada del padre José Antonio Guerrero, párroco de la iglesia.
“El objetivo es evangelizar a través del arte y la tradición popular de nuestros antepasados, y cristianizar un poco la Navidad que a veces se vuelve algo pagana, dejar un mensaje de paz en nombre del Señor”, expresó el sacerdote.
Cada año un sector o grupo de la iglesia es el encargado de organizar la pastorela, el guión, vestuario, utilería, escenografía, y puesta en escena.
Por segundo año consecutivo la Fraternidad de Servidores de Cristo, con la dirección de Antonio Chávez, iniciaron la preparación con un año de anticipación, elaborando el guión.
El equipo de trabajo de la obra musical está compuesto de 125 a 150 personas, de las cuales 70 son actores, ayudantes de utilería, bambalinas, escenografía, producción, vestuario, maquillaje, entre otras.
Chávez, el encargado de escribir el guión y orientar a todo el grupo para realizar el evento, contó que es amante de la Navidad porque su papá y él participaron desde pequeños en pastorelas tradicionales. Además, estudió arte en México, participando en diferentes musicales navideños, que le han dado experiencia e imaginación para crear sus propias obras.
En esta ocasión la trama del acto tocaba diferentes puntos: la manera en que los antepasados enseñaban la Navidad, cómo la ven ahora los jóvenes, la forma en que la presenta el mundo, cómo es la tradición, y hasta la idea que transmiten los medios cineastas sobre esta fiesta, finalizando con el enfoque y sentido real de la Navidad.
La gastos de toda la producción de la obra corren por cuenta de cada uno de los miembros del equipo de trabajo, sin aportación de la parroquia. Según el organizador, se gasta entre $150 y $200 por personaje.
Los participantes sostuvieron que disfrutan mucho de la preparación de esta actividad, en la cual aprenden acerca del verdadero significado de la Navidad, que desean transmitir a las demás personas.
Antonio mencionó que es difícil la coordinación de los ensayos, y que los actores capten lo que se pondrá en escena, porque “muchos solo ven el sentido de representar una pastorela, y no el mensaje evangelizador que lleva detrás el personaje”, añadió.
La tradición toma mayor fuerza cada año, haciendo que más feligreses se acerquen a ver la obra musical, alcanzando más de 1,000 personas entre niños, jóvenes y adultos, que disfrutaron de el evento este año.